La situación de los migrantes en Estados Unidos se complica, después de que el presidente Donald Trump decidiera reabrir casos de personas con el objetivo de deportar a la mayor cantidad posible, esto según la investigación realizada por Reuters.

Esto se viene dando desde el mes de enero del presente año, donde las fiscalías estadounidenses abrieron nuevamente unos mil casos de migrantes irregulares, los cuales habían sido cerrados en la gestión de Barak Obama.

El expresidente de los Estados Unidos había detenido miles de expulsiones de extranjeros, debido a que los inmigrantes mostraban una buena conducta dándole prioridad a los que hubieran cometido algún delito en ese país.

Ante esto Trump señaló en enero del 2017 que planeaba ampliar el número de inmigrantes irregulares deportados, es por esto que entre el 1 de marzo y el 31 de mayo las fiscalías comenzar un gestionar para reabrir 1329 expedientes.

Según los abogados entrevistados por Reuters, algunos de los casos abiertos son de inmigrantes arrestados por crímenes graves, pero hay otros que no han cometido crímenes o que fueron citados por faltas menores como multas de tráfico.