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Presidente de Puntacana evalúa dónde y cómo podría invertir en Guatemala

Luis Gonzalez
05 de julio, 2017

El presidente y fundador del Grupo Puntacana, Frank Rainieri, llega este miércoles a Guatemala en busca de un lugar y las mejores condiciones para invertir. Viene al país como una respuesta a la invitación que le hizo de manera personal Jorge Mario Chajón, presidente del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).

El visionario desarrollador de uno de los complejos turísticos más importantes del Caribe, se entrevistará con reconocidos empresarios para conocer de cerca las expectativas locales y cómo podrían enlazarse con sus planes de expansión fuera de República Dominicana.

Rainieri, quien empezó a construir su sueño hace 48 años, con tan solo 24 años de edad, llega esta tarde y de inmediato sostendrá citas con empresas, inversionistas e instituciones ligadas al turismo.

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Su primer contacto será Ricardo Castillo Sinibaldi, el empresario que ha dirigido por más de 40 años el Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala (Irtra), pues Rainieri está interesado en conocer esta clase turismo, que todavía no ha desarrollado en Punta Cana.

El complejo turístico Puntacana, ubicado en República Dominicana, se desarrolló en el área que en la década de 1950 era conocida como Punta Borrachón. El proyecto marcó el inicio de una zona turística que en la actualidad dispone de 40 mil habitaciones con inversiones de las grandes cadenas hoteleras de España y de otros países.

Se estima que el área mueve alrededor de tres millones de turistas cada año y es considerada el destino más pujante de ese país y del Caribe.

Al sitio arqueológico El Mirador, visitado por el actor Morgan Freeman, también llegará Frank Rainieri.

Cuatro días en el país

El empresario dominicano permanecerá en Guatemala durante cuatro días. El jueves se entrevistará con el alcalde Álvaro Arzú y posterior a ello ofrecerá la conferencia “Construcción y Desarrollo del Proyecto Turístico Puntacana”, dirigida a empresarios hoteleros, operadores de turismo y funcionarios.

Más tarde sostendrá pláticas con otros empresarios en Antigua Guatemala como Carlos Enrique Mata Castillo, Felipe Bosch, Juan Luis Bosch, Fernando Paiz, Juan Carlos Zapata, Antonio Malouf, Alfonso Molina, Karla Molina, Luis Molina y Jorge Castañeda, así como con la alcaldesa Susana Asencio.

El viernes viajará al Irtra de Retalhuleu para sostener un encuentro con empresarios de la región y para conocer el complejo turístico. Por la tarde la comitiva de Rainieri volará a Puerto Barrios, Izabal, para reuniones con autoridades e inversionistas de la zona y conocer ese puerto.

El sábado, el dominicano se trasladará al sitio arqueológico El Mirador y se entrevistará con Richard Hanssen, quien dirige las investigaciones en está área de Petén. Ese día también llegará a Tikal.

El domingo tendrá una última reunión con empresarios y autoridades de Petén para luego retornar a República Dominicana.

Reportaje tomado del sitio http://puntacana-bavaro.com. , en la conmemoración de los 47 años de Puntacana.

Nacimiento del Grupo Puntacana

Algo adelantado a estas primeras inversiones de grupos españoles, Frank Rainieri no descansaba y seguía trabajando en su Punta Cana Club, comenzado a construir en 1971 y que consistía en 10 cabañas de 2 habitaciones, una casa club, un pequeño poblado para empleados, una planta eléctrica y una rústica pista de aterrizaje para avionetas.

A plena capacidad, este pequeño hotel podía acomodar 40 personas, pero nunca alcanzó el máximo, ni tampoco fué lo suficientemente rentable, pero sí demostró que la propiedad tenía un gran potencial, contó luego Rainieri.

Con el correr de los años Frank Rainieri proseguía sin descanso con su aventura ahora impulsada por la llegada en 1979 de la compañía francesa Club Mediterranée (Club Med), convencidos por el propio Frank y su socio Ted Kheel de instalar uno de sus innovadores resorts en esta inhóspita parte de la isla, dentro de los 48 kilómetros cuadrados que estos ya poseían.

Para ello, la Compañía de Desarrollo Turístico, Residencial e Industrial, S.A. (CODDETREISA) que ya comandaba Rainieri, le vende una porción de terrenos sobre la playa detrás de la pequeña pista de aterrizaje, que para esa época ya recibía algunas avionetas por semana que traían provisiones y unos pocos turistas aventureros que se hospedaban por pocos días en las cabañas del Punta Cana Club.

Ya en 1981 se inaugura el hotel Club Mediterranée Punta Cana de 200 habitaciones y en sociedad con el incipiente Grupo.

Con el hotel Barceló Beach funcionando a tope y con la posibilidad de expansión a corto plazo Don Sebastián Barceló se reúne con Frank Rainieri y este le promete que en poco tiempo obtendría los permisos para agrandar el pequeño aeródromo y lo convertiría en un aeropuerto internacional.

Palabra que Don Frank cumplió y como primera medida, agrandaron la pista que posibilitó la llegada de los primeros vuelos netamente turísticos desde Santo Domingo, trasladando en poco tiempo de viaje a los intrépidos turistas canadienses y franceses que antes tenían que afrontar unas 7 horas de carreteras y malos caminos para llegar hasta este paraíso.

El siguiente y más importante paso de Rainieri fue solicitar al gobierno dominicano la autorización para la construcción de un aeropuerto internacional privado. Luego de varios años de idas y venidas, y de la oposición de un sector de la política, el gobierno de Salvador Jorge Blanco otorgó finalmente el permiso de construcción. El Aeropuerto de Punta Cana, ahora Internacional, se inauguraba formalmente el 17 de abril de 1983 cuando recibe, en su flamante pista, un bimotor turbo hélice procedente de San Juan de Puerto Rico.

Con la inauguración del Aeropuerto Internacional llegó el verdadero desarrollo y el boom a Punta Cana, porque hora se pudo acceder a mercados internacionales directamente, sin depender de otros aeropuertos y de largos viajes en las rudimentarias y peligrosas carreteras con las que contaba el país por esos días.

En el primer año de su funcionamiento, sorprendentemente el flamante aeropuerto movilizó unos 5.000 pasajeros. Hoy son 7 millones de personas al año que transitan por este, siendo el octavo más importante de toda América Latina en pasajeros internacionales movilizados.

El paso definitivo a la internacionalización y la consolidación del Grupo como lo conocemos actualmente se da en el año 1997, cuando el cantante español Julio Iglesias y el reconocido modisto dominicano Oscar de la Renta se unen a Kheel y Rainieri como socios mayoritarios del Grupo Puntacana, aportando una vidriera internacional que continúa dando que hablar hasta la fecha.

Luego de 47 años de vida el Grupo Puntacana cuenta con más de 2 mil colaboradores y está compuesto por empresas de diversos rubros tales como: El aeropuerto más importantes del país, hoteles, campos de golf, restaurantes, empresa de servicios (energía, agua y desechos), empresa de seguridad y lavandería comercial, proyectos turísticos inmobiliarios, colegio, iglesia y la Fundación Puntacana.

El Gobierno dominicano y su aporte

Con el aeropuerto de Punta Cana creciendo a toda marcha y el empuje que le daba Frank Rainieri a la zona, el Gobierno dominicano, incrédulo pero consciente de que la inversión de estos empresarios internacionales (mayoritarios españoles) podía traer el motor económico que necesitaba al retrasado Este del país, concedió el permiso para levantar el aeropuerto internacional y algunas ventajas fiscales para la instalación de grandes resorts y hoteles.

Entre ellas, la exoneración de impuestos para la importación de materiales y productos (básica para la fase de construcción de los hoteles y para alimentar a los huéspedes hasta que el destino se popularizase), así como la concesión de un periodo de diez años para no pagar impuestos sobre los beneficios.

Sin embargo, estas  facilidades económicas no fueron el factor determinante que animó al resto de grupos hoteleros españoles a seguir la senda abierta por los pioneros. El boca en boca y la buena relación entre esos primeros emprendedores contagiaron el entusiasmo de unos a otros.

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Presidente de Puntacana evalúa dónde y cómo podría invertir en Guatemala

Luis Gonzalez
05 de julio, 2017

El presidente y fundador del Grupo Puntacana, Frank Rainieri, llega este miércoles a Guatemala en busca de un lugar y las mejores condiciones para invertir. Viene al país como una respuesta a la invitación que le hizo de manera personal Jorge Mario Chajón, presidente del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat).

El visionario desarrollador de uno de los complejos turísticos más importantes del Caribe, se entrevistará con reconocidos empresarios para conocer de cerca las expectativas locales y cómo podrían enlazarse con sus planes de expansión fuera de República Dominicana.

Rainieri, quien empezó a construir su sueño hace 48 años, con tan solo 24 años de edad, llega esta tarde y de inmediato sostendrá citas con empresas, inversionistas e instituciones ligadas al turismo.

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Su primer contacto será Ricardo Castillo Sinibaldi, el empresario que ha dirigido por más de 40 años el Instituto de Recreación de los Trabajadores de la Empresa Privada de Guatemala (Irtra), pues Rainieri está interesado en conocer esta clase turismo, que todavía no ha desarrollado en Punta Cana.

El complejo turístico Puntacana, ubicado en República Dominicana, se desarrolló en el área que en la década de 1950 era conocida como Punta Borrachón. El proyecto marcó el inicio de una zona turística que en la actualidad dispone de 40 mil habitaciones con inversiones de las grandes cadenas hoteleras de España y de otros países.

Se estima que el área mueve alrededor de tres millones de turistas cada año y es considerada el destino más pujante de ese país y del Caribe.

Al sitio arqueológico El Mirador, visitado por el actor Morgan Freeman, también llegará Frank Rainieri.

Cuatro días en el país

El empresario dominicano permanecerá en Guatemala durante cuatro días. El jueves se entrevistará con el alcalde Álvaro Arzú y posterior a ello ofrecerá la conferencia “Construcción y Desarrollo del Proyecto Turístico Puntacana”, dirigida a empresarios hoteleros, operadores de turismo y funcionarios.

Más tarde sostendrá pláticas con otros empresarios en Antigua Guatemala como Carlos Enrique Mata Castillo, Felipe Bosch, Juan Luis Bosch, Fernando Paiz, Juan Carlos Zapata, Antonio Malouf, Alfonso Molina, Karla Molina, Luis Molina y Jorge Castañeda, así como con la alcaldesa Susana Asencio.

El viernes viajará al Irtra de Retalhuleu para sostener un encuentro con empresarios de la región y para conocer el complejo turístico. Por la tarde la comitiva de Rainieri volará a Puerto Barrios, Izabal, para reuniones con autoridades e inversionistas de la zona y conocer ese puerto.

El sábado, el dominicano se trasladará al sitio arqueológico El Mirador y se entrevistará con Richard Hanssen, quien dirige las investigaciones en está área de Petén. Ese día también llegará a Tikal.

El domingo tendrá una última reunión con empresarios y autoridades de Petén para luego retornar a República Dominicana.

Reportaje tomado del sitio http://puntacana-bavaro.com. , en la conmemoración de los 47 años de Puntacana.

Nacimiento del Grupo Puntacana

Algo adelantado a estas primeras inversiones de grupos españoles, Frank Rainieri no descansaba y seguía trabajando en su Punta Cana Club, comenzado a construir en 1971 y que consistía en 10 cabañas de 2 habitaciones, una casa club, un pequeño poblado para empleados, una planta eléctrica y una rústica pista de aterrizaje para avionetas.

A plena capacidad, este pequeño hotel podía acomodar 40 personas, pero nunca alcanzó el máximo, ni tampoco fué lo suficientemente rentable, pero sí demostró que la propiedad tenía un gran potencial, contó luego Rainieri.

Con el correr de los años Frank Rainieri proseguía sin descanso con su aventura ahora impulsada por la llegada en 1979 de la compañía francesa Club Mediterranée (Club Med), convencidos por el propio Frank y su socio Ted Kheel de instalar uno de sus innovadores resorts en esta inhóspita parte de la isla, dentro de los 48 kilómetros cuadrados que estos ya poseían.

Para ello, la Compañía de Desarrollo Turístico, Residencial e Industrial, S.A. (CODDETREISA) que ya comandaba Rainieri, le vende una porción de terrenos sobre la playa detrás de la pequeña pista de aterrizaje, que para esa época ya recibía algunas avionetas por semana que traían provisiones y unos pocos turistas aventureros que se hospedaban por pocos días en las cabañas del Punta Cana Club.

Ya en 1981 se inaugura el hotel Club Mediterranée Punta Cana de 200 habitaciones y en sociedad con el incipiente Grupo.

Con el hotel Barceló Beach funcionando a tope y con la posibilidad de expansión a corto plazo Don Sebastián Barceló se reúne con Frank Rainieri y este le promete que en poco tiempo obtendría los permisos para agrandar el pequeño aeródromo y lo convertiría en un aeropuerto internacional.

Palabra que Don Frank cumplió y como primera medida, agrandaron la pista que posibilitó la llegada de los primeros vuelos netamente turísticos desde Santo Domingo, trasladando en poco tiempo de viaje a los intrépidos turistas canadienses y franceses que antes tenían que afrontar unas 7 horas de carreteras y malos caminos para llegar hasta este paraíso.

El siguiente y más importante paso de Rainieri fue solicitar al gobierno dominicano la autorización para la construcción de un aeropuerto internacional privado. Luego de varios años de idas y venidas, y de la oposición de un sector de la política, el gobierno de Salvador Jorge Blanco otorgó finalmente el permiso de construcción. El Aeropuerto de Punta Cana, ahora Internacional, se inauguraba formalmente el 17 de abril de 1983 cuando recibe, en su flamante pista, un bimotor turbo hélice procedente de San Juan de Puerto Rico.

Con la inauguración del Aeropuerto Internacional llegó el verdadero desarrollo y el boom a Punta Cana, porque hora se pudo acceder a mercados internacionales directamente, sin depender de otros aeropuertos y de largos viajes en las rudimentarias y peligrosas carreteras con las que contaba el país por esos días.

En el primer año de su funcionamiento, sorprendentemente el flamante aeropuerto movilizó unos 5.000 pasajeros. Hoy son 7 millones de personas al año que transitan por este, siendo el octavo más importante de toda América Latina en pasajeros internacionales movilizados.

El paso definitivo a la internacionalización y la consolidación del Grupo como lo conocemos actualmente se da en el año 1997, cuando el cantante español Julio Iglesias y el reconocido modisto dominicano Oscar de la Renta se unen a Kheel y Rainieri como socios mayoritarios del Grupo Puntacana, aportando una vidriera internacional que continúa dando que hablar hasta la fecha.

Luego de 47 años de vida el Grupo Puntacana cuenta con más de 2 mil colaboradores y está compuesto por empresas de diversos rubros tales como: El aeropuerto más importantes del país, hoteles, campos de golf, restaurantes, empresa de servicios (energía, agua y desechos), empresa de seguridad y lavandería comercial, proyectos turísticos inmobiliarios, colegio, iglesia y la Fundación Puntacana.

El Gobierno dominicano y su aporte

Con el aeropuerto de Punta Cana creciendo a toda marcha y el empuje que le daba Frank Rainieri a la zona, el Gobierno dominicano, incrédulo pero consciente de que la inversión de estos empresarios internacionales (mayoritarios españoles) podía traer el motor económico que necesitaba al retrasado Este del país, concedió el permiso para levantar el aeropuerto internacional y algunas ventajas fiscales para la instalación de grandes resorts y hoteles.

Entre ellas, la exoneración de impuestos para la importación de materiales y productos (básica para la fase de construcción de los hoteles y para alimentar a los huéspedes hasta que el destino se popularizase), así como la concesión de un periodo de diez años para no pagar impuestos sobre los beneficios.

Sin embargo, estas  facilidades económicas no fueron el factor determinante que animó al resto de grupos hoteleros españoles a seguir la senda abierta por los pioneros. El boca en boca y la buena relación entre esos primeros emprendedores contagiaron el entusiasmo de unos a otros.