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El nuevo caso de corrupción que daña a Guatemala

Antonio Melgar
18 de julio, 2017

Los últimos años para el país, han significado todo un acontecimiento nacional e internacional que también va acompañado de otros sucesos ocurridos en América Latina, y que demuestran el alcance de la corrupción y los resultados nefastos que por años hemos tenido que soportar por la ambición de políticos sin escrúpulos dispuestos a todo por ganar recursos ilícitos

Y digo todo esto, porque nuevamente conocimos un caso de corrupción, que nos muestra los alcances de nuestros, “ilustres”,  políticos, que nunca pierden la oportunidad de hacer negocios sucios, con los que han logrado amasar fortunas cuantiosas a costa de recursos del  Estado.

Esta nueva estructura que se evidencia de nuevo, sorprende, no por saber quiénes estaban involucrados porque ya era algo que podíamos imaginar, sino por la magnitud de lo que supuestamente se defraudo y que representa un robo descarado sin ningún pensamiento a favor del bienestar de la población.

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Es en este contexto que digo que no tenemos condiciones económicas como país, para seguir destinando recursos a la impunidad y la corrupción. En verdad escuchar las declaraciones de las autoridades del MP y CICIG da pena, porque uno no se imagina hasta donde llegan algunas empresas por lograr contratos millonarios y que en este caso terminaron en comisiones millonarias.

Este  nuevo escándalo de corrupción viene a sumarse a otros de gran magnitud como Cooptación del Estado, La Línea que siguen su curso en tribunales, aunque con atrasos, y que claro dejan una imagen que los niveles de corrupción altísimos y sin apariencia de dejar de encontrarlos en otras esferas.

Las estructuras de corrupción son tan profundas y tan graves que debemos mostrar una actitud de lucha ante todo lo que sucede, y sobre todo empezar a dejar de tener miedo y ser políticamente correctos y verdaderos ciudadanos para una nación capaz de sobresalir ante una crisis en la que estamos sumergidos desde hace años.

Ahora con estas nuevas acusaciones, se evidencia que ese rubro de las constructoras solo era cuestión de tiempo de que se persiguiera penalmente y que las dadivas que durante muchos años se daban lograron establecer las  reglas de la corrupción para hacer negocios millonarios bajo la mesa.

Esta conducta también es una muestra de cómo la corrupción ha logrado normalizarse, cosa con la que debemos acabar conscientes en que debemos ser capaces de empezar por nosotros mismos, porque de lo contrario, ese círculo vicioso de impunidad se va seguir reproduciendo por años.

Guatemala necesita cambios profundos, pero serán posibles, sí y solo sí, nosotros estamos vigilantes de todo lo que sucede en las esferas del gobierno y justicia. Con la idea de que sin fiscalización, honradez y con sentido de gobierno verdadero, esto nunca va a cambiar al país que todos soñamos.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

El nuevo caso de corrupción que daña a Guatemala

Antonio Melgar
18 de julio, 2017

Los últimos años para el país, han significado todo un acontecimiento nacional e internacional que también va acompañado de otros sucesos ocurridos en América Latina, y que demuestran el alcance de la corrupción y los resultados nefastos que por años hemos tenido que soportar por la ambición de políticos sin escrúpulos dispuestos a todo por ganar recursos ilícitos

Y digo todo esto, porque nuevamente conocimos un caso de corrupción, que nos muestra los alcances de nuestros, “ilustres”,  políticos, que nunca pierden la oportunidad de hacer negocios sucios, con los que han logrado amasar fortunas cuantiosas a costa de recursos del  Estado.

Esta nueva estructura que se evidencia de nuevo, sorprende, no por saber quiénes estaban involucrados porque ya era algo que podíamos imaginar, sino por la magnitud de lo que supuestamente se defraudo y que representa un robo descarado sin ningún pensamiento a favor del bienestar de la población.

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Es en este contexto que digo que no tenemos condiciones económicas como país, para seguir destinando recursos a la impunidad y la corrupción. En verdad escuchar las declaraciones de las autoridades del MP y CICIG da pena, porque uno no se imagina hasta donde llegan algunas empresas por lograr contratos millonarios y que en este caso terminaron en comisiones millonarias.

Este  nuevo escándalo de corrupción viene a sumarse a otros de gran magnitud como Cooptación del Estado, La Línea que siguen su curso en tribunales, aunque con atrasos, y que claro dejan una imagen que los niveles de corrupción altísimos y sin apariencia de dejar de encontrarlos en otras esferas.

Las estructuras de corrupción son tan profundas y tan graves que debemos mostrar una actitud de lucha ante todo lo que sucede, y sobre todo empezar a dejar de tener miedo y ser políticamente correctos y verdaderos ciudadanos para una nación capaz de sobresalir ante una crisis en la que estamos sumergidos desde hace años.

Ahora con estas nuevas acusaciones, se evidencia que ese rubro de las constructoras solo era cuestión de tiempo de que se persiguiera penalmente y que las dadivas que durante muchos años se daban lograron establecer las  reglas de la corrupción para hacer negocios millonarios bajo la mesa.

Esta conducta también es una muestra de cómo la corrupción ha logrado normalizarse, cosa con la que debemos acabar conscientes en que debemos ser capaces de empezar por nosotros mismos, porque de lo contrario, ese círculo vicioso de impunidad se va seguir reproduciendo por años.

Guatemala necesita cambios profundos, pero serán posibles, sí y solo sí, nosotros estamos vigilantes de todo lo que sucede en las esferas del gobierno y justicia. Con la idea de que sin fiscalización, honradez y con sentido de gobierno verdadero, esto nunca va a cambiar al país que todos soñamos.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo