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De pastelitos sí sé

Redacción República
06 de agosto, 2017

Curvas con estilo es el blog de moda de Priscilla León y República lo publica los domingos.

Comer pastel es una de las cosas más maravillosas que existen en la vida. Para mí, es un delicado baile que comienza por sujetar el tenedor entre mis dedos regordetes, sumergirlo en una poética masa de harina y manteca y, finalmente, llevar a mi boca un trozo de dulzura ¡y muchas calorías! Me acabo una rebanada, dos, y en menos de lo que canta un gallo, o me niega Pedro (o como sea que se llame mi nuevo crush), rompo la dieta que me había propuesto esa misma mañana.

Después de la experiencia religiosa, vuelvo a la realidad, me veo la barriga y pienso que de ahora en adelante solo me vestiré de negro. Voy a hacer caso a esas buenas damas, que en pleno 2017 aún combinan color de zapato y bolso, y que aseguran que las chicas plus size no podemos usar prendas coloridas, estampados y líneas horizontales. ¡Claro que no! Si bien debemos ser cuidadosas para evitar vernos más voluminosas, jamás debemos censurarnos o escondernos. Por eso, vengo a presentarles una paleta que amo: los tonos pastel. Y sí, después de la sumes a tu guardarropa estarás exquisita.

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  1. Son ultra femeninos: rosa, celeste, verde agua, lila y amarillo. ¡No hay nada más femenino que estos tonos! A algunos les pueden parecer cursis o de princesa Disney, pero la verdad es que son delicados, frescos y bastante atemporales. Si no sabes cómo introducirlos en tu armario, comienza por piezas como un blazer, unos pantalones o un bolso.
  2. Juveniles: muchas veces las chicas XL caemos en el error de usar prendas demasiado formales y acabamos “aseñorandonos”. Estos colores, por el contrario, devuelven un aire juvenil a cualquier outfit.

Lee también: Yo no meto la panza para las fotos ¿y tú?

  1. Son resistentes al reloj y al cambio de temporada: los tonos pastel funcionan bien para ir a desayunar con tus padres, almorzar con tus amigas o salir a cenar con tu novio. Además, se adaptan de maravilla a las “temporadas”. Es decir, en verano no fallará un vestido amarillo y en invierno será bienvenido un suéter o un trench coat rosa.
  2. Van bien, solos o acompañados: si poco a poco te vas quitando el miedo a lucirte, debes saber que los pasteles van genial combinados con estampados florales, patrones a rayas o bordados. Te darán una apariencia súper original y chic. Si te parece muy arriesgado, y prefieres algo más monocromático, un jumpsuit (mono) se te verá genial.

Estoy segura, que poco a poco descubrirás la magia de los tonos pastel, pero, sobre todo, que a veces las reglas son para romperse. Tus curvas no son (no deben) ser obstáculo para disfrutar las delicias de la moda.

Dudas, comentarios o sugerencias a: [email protected].

De pastelitos sí sé

Redacción República
06 de agosto, 2017

Curvas con estilo es el blog de moda de Priscilla León y República lo publica los domingos.

Comer pastel es una de las cosas más maravillosas que existen en la vida. Para mí, es un delicado baile que comienza por sujetar el tenedor entre mis dedos regordetes, sumergirlo en una poética masa de harina y manteca y, finalmente, llevar a mi boca un trozo de dulzura ¡y muchas calorías! Me acabo una rebanada, dos, y en menos de lo que canta un gallo, o me niega Pedro (o como sea que se llame mi nuevo crush), rompo la dieta que me había propuesto esa misma mañana.

Después de la experiencia religiosa, vuelvo a la realidad, me veo la barriga y pienso que de ahora en adelante solo me vestiré de negro. Voy a hacer caso a esas buenas damas, que en pleno 2017 aún combinan color de zapato y bolso, y que aseguran que las chicas plus size no podemos usar prendas coloridas, estampados y líneas horizontales. ¡Claro que no! Si bien debemos ser cuidadosas para evitar vernos más voluminosas, jamás debemos censurarnos o escondernos. Por eso, vengo a presentarles una paleta que amo: los tonos pastel. Y sí, después de la sumes a tu guardarropa estarás exquisita.

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  1. Son ultra femeninos: rosa, celeste, verde agua, lila y amarillo. ¡No hay nada más femenino que estos tonos! A algunos les pueden parecer cursis o de princesa Disney, pero la verdad es que son delicados, frescos y bastante atemporales. Si no sabes cómo introducirlos en tu armario, comienza por piezas como un blazer, unos pantalones o un bolso.
  2. Juveniles: muchas veces las chicas XL caemos en el error de usar prendas demasiado formales y acabamos “aseñorandonos”. Estos colores, por el contrario, devuelven un aire juvenil a cualquier outfit.

Lee también: Yo no meto la panza para las fotos ¿y tú?

  1. Son resistentes al reloj y al cambio de temporada: los tonos pastel funcionan bien para ir a desayunar con tus padres, almorzar con tus amigas o salir a cenar con tu novio. Además, se adaptan de maravilla a las “temporadas”. Es decir, en verano no fallará un vestido amarillo y en invierno será bienvenido un suéter o un trench coat rosa.
  2. Van bien, solos o acompañados: si poco a poco te vas quitando el miedo a lucirte, debes saber que los pasteles van genial combinados con estampados florales, patrones a rayas o bordados. Te darán una apariencia súper original y chic. Si te parece muy arriesgado, y prefieres algo más monocromático, un jumpsuit (mono) se te verá genial.

Estoy segura, que poco a poco descubrirás la magia de los tonos pastel, pero, sobre todo, que a veces las reglas son para romperse. Tus curvas no son (no deben) ser obstáculo para disfrutar las delicias de la moda.

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