Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
Hay una parte de mí que es pura, libre de autoflagelaciones y falsas salidas. Ahí siempre hay música, y un lugar especial lo ocupa Sarah McLachlan. La cantautora y músico canadiense forma parte de mi colección sonora desde hace años. Con Surfacing se instaló y, aunque desde Afterglow Live no la visito en formato físico, ahora me tiro a sus pies nuevamente gracias a Spotify. Shine On (Deluxe Edition) fue el álbum con el que rompió un silencio de cuatro años en 2014. Examino lo que me gusta de ella y… sigue ahí.
Flesh and Blood nos reduce a la esencia, carne y sangre, con el pop rock que tanto me hacía falta. El desconsuelo encuentra la luz del título de esta entrega en Broken Heart, pensar más con la cabeza y menos con el corazón roto. Continúa Surrender And Certainty, aguas mansas luego de tsunamis privados (aplaudo su arreglo con un sabor de jazz), aparentemente dedicada a la muerte de su padre adoptivo. El divorcio de Sarah alimentó gran parte de su disco anterior, por lo cual en Shine On (me tomó un rato recordar la posible referencia a Shine On You Crazy Diamond, de Pink Floyd; la mente es curiosa en muchos aspectos) necesitaba aire fresco en la habitación.
Love Beside Me es un nuevo comienzo, se trata de permitir que los ríos cobren fuerza (“let the rivers rise and rage”), pues el amor nos acompaña. Los coros y la instrumentación convierten a esta canción en una de las más sólidas del álbum. El viento a favor continúa en Brink of Destruction y Beautiful Girl.
La voz que cautivó a muchos con I Will Remember You y Angel tiene encanto de sobra y un espíritu romántico en The Sound That Love Makes y What’s It Gonna Take.
Hay días en los que la supremacía estúpida colisiona con la humanidad. A veces se me olvida a qué suena el amor. Por fortuna existen los audífonos y los ángeles.
https://youtu.be/eyb2BgERUb0
Escucha el álbum completo aquí
Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
Hay una parte de mí que es pura, libre de autoflagelaciones y falsas salidas. Ahí siempre hay música, y un lugar especial lo ocupa Sarah McLachlan. La cantautora y músico canadiense forma parte de mi colección sonora desde hace años. Con Surfacing se instaló y, aunque desde Afterglow Live no la visito en formato físico, ahora me tiro a sus pies nuevamente gracias a Spotify. Shine On (Deluxe Edition) fue el álbum con el que rompió un silencio de cuatro años en 2014. Examino lo que me gusta de ella y… sigue ahí.
Flesh and Blood nos reduce a la esencia, carne y sangre, con el pop rock que tanto me hacía falta. El desconsuelo encuentra la luz del título de esta entrega en Broken Heart, pensar más con la cabeza y menos con el corazón roto. Continúa Surrender And Certainty, aguas mansas luego de tsunamis privados (aplaudo su arreglo con un sabor de jazz), aparentemente dedicada a la muerte de su padre adoptivo. El divorcio de Sarah alimentó gran parte de su disco anterior, por lo cual en Shine On (me tomó un rato recordar la posible referencia a Shine On You Crazy Diamond, de Pink Floyd; la mente es curiosa en muchos aspectos) necesitaba aire fresco en la habitación.
Love Beside Me es un nuevo comienzo, se trata de permitir que los ríos cobren fuerza (“let the rivers rise and rage”), pues el amor nos acompaña. Los coros y la instrumentación convierten a esta canción en una de las más sólidas del álbum. El viento a favor continúa en Brink of Destruction y Beautiful Girl.
La voz que cautivó a muchos con I Will Remember You y Angel tiene encanto de sobra y un espíritu romántico en The Sound That Love Makes y What’s It Gonna Take.
Hay días en los que la supremacía estúpida colisiona con la humanidad. A veces se me olvida a qué suena el amor. Por fortuna existen los audífonos y los ángeles.
https://youtu.be/eyb2BgERUb0