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¿Qué se está midiendo?

Diana Brown
05 de septiembre, 2017

 “Lo que se mide mejora” Peter Drucker

Lo que no se mide no existe, así va el refrán. Para medir, se necesita un procedimiento, que  indica como un proceso esté en crecimiento o disminución, cuál es el cambio, y  éste se registra. Una medición inicial establece la línea basal,  “ La línea base se define como un conjunto de indicadores seleccionados para el seguimiento y la evaluación sistemáticos de políticas y programas. La línea base es una herramienta, forma parte del sistema de evaluación de un programa, y se utiliza al inicio de la ejecución de un programa.”  gpr.queretaro.gob.mx/system/files/gpr/Bienvenida/Línea%20de%20base_RBello.pdf .   La comparación de un estado inicial con un resultado en proceso o su final, por medio de la medicion establece el parametro, la relación. Medir es Mostrar o significar algo con indicios y señales”  DRAE, y ese mostrar se hace a través de la observación del cumplimiento de los indicadores, que “ Muestra o significa algo con indicios y señales.” DRAE. Indispensable en esta labor es establecer qué se quiere medir, con qué fin y para qué propósitos.

El Consejo Nacional de Educación, CNE, el martes recién pasado, 29 de agosto, sostuvo un seminario sobre Indicadores educativos, con el fin de fortalecer la calidad educativa. El ejercicio contó con la presencia y aporte de varias de las direcciones sustantivas del Ministerio de Educación (Mineduc), más expertos nacionales e internacionales en el tema educativo.  El Señor Viceministro de Diseño y Calidad, Dr. José Moreno, ofreció las palabras de apertura dentro de las cuales compartió un diagnóstico sincero del sistema actual, iniciando con la observación que existe una gran dispersión de proyectos sin aparente conexión entre ellos; la innovación evaluativa es un proceso muy lento, y los cambios que se den no son con la agilidad y celeridad necesarias. Es necesario cambiar el diseño de la evaluación y quitarle el carácter sistemático, modificando los indicadores.   Compartió definiciones de CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) sobre qué es el indicador: especificación cualitativa y cuantitativa que mide el logro objetivamente”;  gozando de  las características de ser específicos, medibles, aceptables, realistas y acotados en el tiempo. Los resultados se evidencian en los logros , el cumplimiento en las actividades, la observación del impacto colateral, aunados a las expectativas de los participantes, (alumnos), su adaptación al entorno y si se transforma el mismo.  Se pregunta, que si dentro de las distintas direcciones, que cada uno en su entorno se mide aisladamente sin observar alguna conexión o coherencia interinstitucional, cómo se podrá impulsar el cambio, sobre qué línea basal, sobre qué objetivos.

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Se continuó  el evento con el experto mexicano, Dr. David Calderón, Presidente de Mexicanos Primero/ REDUCA y el tema “El valor de los indicadores nacionales y su impacto a nivel local.” Sus primeras palabras definen un aspecto de la educación y su medición que se pierde en el mar de cifras estándar: “El indicador no es la realidad. Es un indicio nada más. ”  Es necesario reconocer la otredad de la persona, pues su unicidad es innegable, la persona no es el promedio.  Enfatiza que hay que hacer un cambio de visión: de velar por las inscripciones y registros de estadísticas  hacia el derecho de aprender. Los indicadores deben servir para ubicar trayectorias completas y exitosas en contexto.” Los elementos contiguos complementan y califican, creando el ecosistema de apoyo al aprendizaje. Se concluye que es el uso de las indicadores es una corresponsabilidad que debe afianzarse en realidades, no solo principios, enfatizando y compartiendo el uso de las buenas prácticas. Una rendición de cuentas  es obligatoria, y favorece el dialogo. Las calificaciones no existen para evaluar al alumno, sino que al sistema.

Las direcciones de Mineduc compartieron cómo se han utilizado las evaluaciones nacionales, buscando niveles de desempeño, con el fin de mejorar. Sin embargo no se observaron cifras de aplicación de las mismas, y los resultados nacionales de más visibilidad son las pruebas de graduandos, que en general, demuestran una estabilidad en el mismo punto, los resultados no han promovido los cambios necesarios para la mejora del aprendizaje.

Se cerró el evento con un panel  de expertos; la Doctora Alice Burgos expresó necesidades puntuales que provocarían la mejora deseada; conocer las tasas netas y brutas en la educación inicial y la terciaria; fortalecer la participación en la fuerza laboral según el nivel académico;  fortalecer la formación inicial de los docentes y tomar en consideración las variables del contexto socio económico en el logro académico de los estudiantes.  Los valiosos conceptos  son muchos; es imposible compartirlos en su totalidad. Fernando Rubio ofreció conclusiones de peso: es necesario revisar el Curriculum Nacional Base y los estándares; se deben mejorar las capacidades técnicas de los docentes y directores; se evalúa el aprendizaje; se debe establecer documentos modernos de política y leyes educativas; estas entre otras.

¿La gran conclusión? Hay que medir, los indicadores guían hacia la meta final, el aprendizaje. ¿Quién construye los indicadores?  ¿Cuál es el objetivo de medir? ¿Y si se indica que no se llega a la meta, cómo se implementa el cambio?  El Señor Viceministro lo comentó, la innovación en Guatemala es muy lenta. Los resultados de la medición, idealmente periódica, deben resultar en modificaciones inmediatas, para responder a los cambios constantes que exige la educación del siglo veintiuno.

Sincera felicitación al Consejo Nacional de Educación y su comisión de Calidad Educativa, por la iniciativa de compartir el estado de los indicadores educativos.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Qué se está midiendo?

Diana Brown
05 de septiembre, 2017

 “Lo que se mide mejora” Peter Drucker

Lo que no se mide no existe, así va el refrán. Para medir, se necesita un procedimiento, que  indica como un proceso esté en crecimiento o disminución, cuál es el cambio, y  éste se registra. Una medición inicial establece la línea basal,  “ La línea base se define como un conjunto de indicadores seleccionados para el seguimiento y la evaluación sistemáticos de políticas y programas. La línea base es una herramienta, forma parte del sistema de evaluación de un programa, y se utiliza al inicio de la ejecución de un programa.”  gpr.queretaro.gob.mx/system/files/gpr/Bienvenida/Línea%20de%20base_RBello.pdf .   La comparación de un estado inicial con un resultado en proceso o su final, por medio de la medicion establece el parametro, la relación. Medir es Mostrar o significar algo con indicios y señales”  DRAE, y ese mostrar se hace a través de la observación del cumplimiento de los indicadores, que “ Muestra o significa algo con indicios y señales.” DRAE. Indispensable en esta labor es establecer qué se quiere medir, con qué fin y para qué propósitos.

El Consejo Nacional de Educación, CNE, el martes recién pasado, 29 de agosto, sostuvo un seminario sobre Indicadores educativos, con el fin de fortalecer la calidad educativa. El ejercicio contó con la presencia y aporte de varias de las direcciones sustantivas del Ministerio de Educación (Mineduc), más expertos nacionales e internacionales en el tema educativo.  El Señor Viceministro de Diseño y Calidad, Dr. José Moreno, ofreció las palabras de apertura dentro de las cuales compartió un diagnóstico sincero del sistema actual, iniciando con la observación que existe una gran dispersión de proyectos sin aparente conexión entre ellos; la innovación evaluativa es un proceso muy lento, y los cambios que se den no son con la agilidad y celeridad necesarias. Es necesario cambiar el diseño de la evaluación y quitarle el carácter sistemático, modificando los indicadores.   Compartió definiciones de CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) sobre qué es el indicador: especificación cualitativa y cuantitativa que mide el logro objetivamente”;  gozando de  las características de ser específicos, medibles, aceptables, realistas y acotados en el tiempo. Los resultados se evidencian en los logros , el cumplimiento en las actividades, la observación del impacto colateral, aunados a las expectativas de los participantes, (alumnos), su adaptación al entorno y si se transforma el mismo.  Se pregunta, que si dentro de las distintas direcciones, que cada uno en su entorno se mide aisladamente sin observar alguna conexión o coherencia interinstitucional, cómo se podrá impulsar el cambio, sobre qué línea basal, sobre qué objetivos.

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Se continuó  el evento con el experto mexicano, Dr. David Calderón, Presidente de Mexicanos Primero/ REDUCA y el tema “El valor de los indicadores nacionales y su impacto a nivel local.” Sus primeras palabras definen un aspecto de la educación y su medición que se pierde en el mar de cifras estándar: “El indicador no es la realidad. Es un indicio nada más. ”  Es necesario reconocer la otredad de la persona, pues su unicidad es innegable, la persona no es el promedio.  Enfatiza que hay que hacer un cambio de visión: de velar por las inscripciones y registros de estadísticas  hacia el derecho de aprender. Los indicadores deben servir para ubicar trayectorias completas y exitosas en contexto.” Los elementos contiguos complementan y califican, creando el ecosistema de apoyo al aprendizaje. Se concluye que es el uso de las indicadores es una corresponsabilidad que debe afianzarse en realidades, no solo principios, enfatizando y compartiendo el uso de las buenas prácticas. Una rendición de cuentas  es obligatoria, y favorece el dialogo. Las calificaciones no existen para evaluar al alumno, sino que al sistema.

Las direcciones de Mineduc compartieron cómo se han utilizado las evaluaciones nacionales, buscando niveles de desempeño, con el fin de mejorar. Sin embargo no se observaron cifras de aplicación de las mismas, y los resultados nacionales de más visibilidad son las pruebas de graduandos, que en general, demuestran una estabilidad en el mismo punto, los resultados no han promovido los cambios necesarios para la mejora del aprendizaje.

Se cerró el evento con un panel  de expertos; la Doctora Alice Burgos expresó necesidades puntuales que provocarían la mejora deseada; conocer las tasas netas y brutas en la educación inicial y la terciaria; fortalecer la participación en la fuerza laboral según el nivel académico;  fortalecer la formación inicial de los docentes y tomar en consideración las variables del contexto socio económico en el logro académico de los estudiantes.  Los valiosos conceptos  son muchos; es imposible compartirlos en su totalidad. Fernando Rubio ofreció conclusiones de peso: es necesario revisar el Curriculum Nacional Base y los estándares; se deben mejorar las capacidades técnicas de los docentes y directores; se evalúa el aprendizaje; se debe establecer documentos modernos de política y leyes educativas; estas entre otras.

¿La gran conclusión? Hay que medir, los indicadores guían hacia la meta final, el aprendizaje. ¿Quién construye los indicadores?  ¿Cuál es el objetivo de medir? ¿Y si se indica que no se llega a la meta, cómo se implementa el cambio?  El Señor Viceministro lo comentó, la innovación en Guatemala es muy lenta. Los resultados de la medición, idealmente periódica, deben resultar en modificaciones inmediatas, para responder a los cambios constantes que exige la educación del siglo veintiuno.

Sincera felicitación al Consejo Nacional de Educación y su comisión de Calidad Educativa, por la iniciativa de compartir el estado de los indicadores educativos.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo