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El Nobel de Ishiguro y el sueño de los escritores

Redacción
07 de octubre, 2017

“Estaré profundamente conmovido si pudiera, de alguna manera, ser parte de algún tipo de clima este año en contribuir a un ambiente positivo en un momento muy incierto”, fueron las palabras de Kauzo Ishiguro a la prensa luego de enterarse que había sido galardonado nada más y nada menos que con el Premio Nobel de Literatura 2017.

La palabras del escritor británico-japonés se dan en un contexto mundial espeluznante. No solo iniciamos esta semana a la sombra de un referéndum polémico catalán, la eterna pelea entre Corea del Norte y Estados Unidos y los vestigios de un Puerto Rico destrozado por el huracán “María”, sino que nos dio la bienvenida la masacre en Las Vegas que cobró 59 vidas durante un festival de música Country y los escándalos nacionales. Como siempre, a la novela del drama político guatemalteco no le faltaron nuevos capítulos y casos de corrupción en los que rodaron cabezas, instituciones, derechos y la credibilidad del país.

Pero la noticia del Premio Nobel de Literatura es, al menos para los escritores y amantes de las letras– o para mí que me creo aprendiz de escritor – una gota de agua fresca en este desierto. Personalmente no conozco las obras de Ishiguro. Pero, como hago con cada ganador del Nobel desde 2014, me he propuesto leer al menos las tres más reconocidas: Los restos del día (publicada en1989 y con la que se dio a conocer en el mundo literario), Nunca me abandones (su obra insignia publicada en 2005) y El gigante enterrado (su novela más reciente publicada en 2016). Investigando a Ishiguro descubrí que dos de sus obras también han llegado a la pantalla grande: “Lo que queda del día” (1993), con Anthony Hopkins y Emma Thompson, y “Nunca me abandones” (2010), con Keira Knightley y Carey Mulligan.

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Si bien con el Nobel de Ishiguro la Academia Sueca logró calmar un poco los incesantes alegatos de la opinión pública por sus decisiones en 2015 (al entregar el Nobel a una periodista – Svetlana Alexievich) y 2016 (al cantautor Bob Dylan), el galardonado no es que sea un autor común. El reconocimiento se suma a su lista de galardones junto con el premio Man Booker Price (1989), la Orden del Imperio Británico (1995) y el nombramiento de Caballero de la Orden de las Artes y Letras de Francia (1998). Sin embargo, tantos reconocimientos no han podido con la humildad de Ishiguro, quienal enterarse de la noticia reconoció que se sentía molesto por la distinción ya que “muchos grandes escritores vivos aún no lo tienen y deberían tenerla”.

El Premio Nobel de Literatura supone la consagración definitiva del escritor a nivel mundial. Es un honor y un reconocimiento a la ardua labor de materializar ideas en palabras a través de la belleza del lenguaje con el fin de contar historias. Para la Academia Sueca, Ishiguro “reveló en novelas de una gran fuerza emocional el abismo bajo nuestro sentido ilusorio de conexión con el mundo”. Mientras tanto, los que seguimos a la sombra de las letras seguiremos contando historias y retratando el universo de las ideas en palabras. Quizá algún día ganemos el Nobel, o puede que nunca. Lo importante es saber que cuando no estemos alguien nos recordará a través de nuestros escritos, para bien o para mal.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

El Nobel de Ishiguro y el sueño de los escritores

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07 de octubre, 2017

“Estaré profundamente conmovido si pudiera, de alguna manera, ser parte de algún tipo de clima este año en contribuir a un ambiente positivo en un momento muy incierto”, fueron las palabras de Kauzo Ishiguro a la prensa luego de enterarse que había sido galardonado nada más y nada menos que con el Premio Nobel de Literatura 2017.

La palabras del escritor británico-japonés se dan en un contexto mundial espeluznante. No solo iniciamos esta semana a la sombra de un referéndum polémico catalán, la eterna pelea entre Corea del Norte y Estados Unidos y los vestigios de un Puerto Rico destrozado por el huracán “María”, sino que nos dio la bienvenida la masacre en Las Vegas que cobró 59 vidas durante un festival de música Country y los escándalos nacionales. Como siempre, a la novela del drama político guatemalteco no le faltaron nuevos capítulos y casos de corrupción en los que rodaron cabezas, instituciones, derechos y la credibilidad del país.

Pero la noticia del Premio Nobel de Literatura es, al menos para los escritores y amantes de las letras– o para mí que me creo aprendiz de escritor – una gota de agua fresca en este desierto. Personalmente no conozco las obras de Ishiguro. Pero, como hago con cada ganador del Nobel desde 2014, me he propuesto leer al menos las tres más reconocidas: Los restos del día (publicada en1989 y con la que se dio a conocer en el mundo literario), Nunca me abandones (su obra insignia publicada en 2005) y El gigante enterrado (su novela más reciente publicada en 2016). Investigando a Ishiguro descubrí que dos de sus obras también han llegado a la pantalla grande: “Lo que queda del día” (1993), con Anthony Hopkins y Emma Thompson, y “Nunca me abandones” (2010), con Keira Knightley y Carey Mulligan.

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Si bien con el Nobel de Ishiguro la Academia Sueca logró calmar un poco los incesantes alegatos de la opinión pública por sus decisiones en 2015 (al entregar el Nobel a una periodista – Svetlana Alexievich) y 2016 (al cantautor Bob Dylan), el galardonado no es que sea un autor común. El reconocimiento se suma a su lista de galardones junto con el premio Man Booker Price (1989), la Orden del Imperio Británico (1995) y el nombramiento de Caballero de la Orden de las Artes y Letras de Francia (1998). Sin embargo, tantos reconocimientos no han podido con la humildad de Ishiguro, quienal enterarse de la noticia reconoció que se sentía molesto por la distinción ya que “muchos grandes escritores vivos aún no lo tienen y deberían tenerla”.

El Premio Nobel de Literatura supone la consagración definitiva del escritor a nivel mundial. Es un honor y un reconocimiento a la ardua labor de materializar ideas en palabras a través de la belleza del lenguaje con el fin de contar historias. Para la Academia Sueca, Ishiguro “reveló en novelas de una gran fuerza emocional el abismo bajo nuestro sentido ilusorio de conexión con el mundo”. Mientras tanto, los que seguimos a la sombra de las letras seguiremos contando historias y retratando el universo de las ideas en palabras. Quizá algún día ganemos el Nobel, o puede que nunca. Lo importante es saber que cuando no estemos alguien nos recordará a través de nuestros escritos, para bien o para mal.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo