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La polarización el mal que alcanza a la sociedad guatemalteca

Antonio Melgar
17 de octubre, 2017

Vivimos como sociedad tiempos complicados, tal vez temas de la mesa diferentes a los que hace unos años dominaban los comentarios familiares.
Cuando en Guatemala se mencionan los temas políticos, es necesario conocer que la naturaleza de los guatemaltecos es generar desde una perspectiva propia, opiniones de coyuntura y siempre con los deseos de ser escuchados y tomados en cuenta.
Hablar de política, deporte o religión, lleva a discusiones sin fin, y creo importante que la discusión se dé en los espacios de comunicación necesarios, para que todos estemos no solo informados, sino empapados de la realidad nacional.

Es por ello que el libre ejercicio del pensamiento es un indudable derecho que debemos defender, conscientes que no tiene que afectar o vulnerar los derechos de otros y por eso es el llamado a la reflexión, para que siempre que actuemos lo hagamos de manera responsable.

En Guatemala la coyuntura da para emitir cualquier tipo de comentario y sobre todo para dañar a otros, muchas veces solo para lograr un fin espurio, y es por eso que se vuelven tan necesarias las ideas y propuestas claras para construir con nuestros pensamientos y no destruir con nuestras actitudes.
Los temas más controversiales por lo general provocan crisis, que deviene de una postura política intransigente y de la forma de realizar la política que por años ha estado pensada como forma de crear clientelismo, burocracia, corrupción e impunidad.
Estas malas prácticas son las que han provocado un país poco desarrollado, con grandes problemas estructurales y que han dejado una cicatriz grave, y por eso creo que estos males son provocados por no pensar en los demás sino solo en el bienestar propio, y no el bien común.

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Se ha llegado a un punto de polarización entendida como una forma de pensar contraria al otro rodeada de perversidad que no solo no deja avanzar, sino que hace retroceder, y por eso creo que las conversaciones y discusiones que llevan a acuerdos son los caminos adecuados para evitar esa polarización dañina para que se logren acuerdos, porque solo con justicia encontraremos la paz.

No nos olvidemos de buscar los mecanismos adecuados para hacer valer nuestro derecho de opinión, todos podemos hacerlo, no caigamos en el juego de quienes solo buscan retrocesos, hoy la ciudadanía tiene un papel muy importante, las plazas nos esperan, no desmayemos en la búsqueda del país que queremos, porque mañana el triunfo de esta lucha nos dará la razón.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

La polarización el mal que alcanza a la sociedad guatemalteca

Antonio Melgar
17 de octubre, 2017

Vivimos como sociedad tiempos complicados, tal vez temas de la mesa diferentes a los que hace unos años dominaban los comentarios familiares.
Cuando en Guatemala se mencionan los temas políticos, es necesario conocer que la naturaleza de los guatemaltecos es generar desde una perspectiva propia, opiniones de coyuntura y siempre con los deseos de ser escuchados y tomados en cuenta.
Hablar de política, deporte o religión, lleva a discusiones sin fin, y creo importante que la discusión se dé en los espacios de comunicación necesarios, para que todos estemos no solo informados, sino empapados de la realidad nacional.

Es por ello que el libre ejercicio del pensamiento es un indudable derecho que debemos defender, conscientes que no tiene que afectar o vulnerar los derechos de otros y por eso es el llamado a la reflexión, para que siempre que actuemos lo hagamos de manera responsable.

En Guatemala la coyuntura da para emitir cualquier tipo de comentario y sobre todo para dañar a otros, muchas veces solo para lograr un fin espurio, y es por eso que se vuelven tan necesarias las ideas y propuestas claras para construir con nuestros pensamientos y no destruir con nuestras actitudes.
Los temas más controversiales por lo general provocan crisis, que deviene de una postura política intransigente y de la forma de realizar la política que por años ha estado pensada como forma de crear clientelismo, burocracia, corrupción e impunidad.
Estas malas prácticas son las que han provocado un país poco desarrollado, con grandes problemas estructurales y que han dejado una cicatriz grave, y por eso creo que estos males son provocados por no pensar en los demás sino solo en el bienestar propio, y no el bien común.

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Se ha llegado a un punto de polarización entendida como una forma de pensar contraria al otro rodeada de perversidad que no solo no deja avanzar, sino que hace retroceder, y por eso creo que las conversaciones y discusiones que llevan a acuerdos son los caminos adecuados para evitar esa polarización dañina para que se logren acuerdos, porque solo con justicia encontraremos la paz.

No nos olvidemos de buscar los mecanismos adecuados para hacer valer nuestro derecho de opinión, todos podemos hacerlo, no caigamos en el juego de quienes solo buscan retrocesos, hoy la ciudadanía tiene un papel muy importante, las plazas nos esperan, no desmayemos en la búsqueda del país que queremos, porque mañana el triunfo de esta lucha nos dará la razón.

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