Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
Las Vegas tiene un destino ajeno al de cualquier otra ciudad de este planeta. Es la ciudad de los ludópatas, las contiendas de pesos pesados, el comercio sexual, los excesos y las bodas oficiadas por Elvis.
En esta noche una pareja se dispone a salir de su habitación del hotel. Las luces son las sirenas que desean perderlos. Pero en lugar de eso deciden atrincherarse por el tiempo que sea necesario. Tienen Leaving Las Vegas proyectada en una de las paredes, tragos dulces, biblias, lubricante y el disco Wonderful Wonderful (Deluxe) de The Killers. Es una banda formada, por supuesto, en Las Vegas.
No importa la identidad de género o la orientación sexual de nuestros amigos. Están a puerta cerrada, queriendo encontrar verdades. Son niños o niñas sin madre, como les recuerda la canción homónima inicial. Llevan varias horas de bailar juntas, al ritmo de Tyson vs Douglas, un minotauro caído, la derrota que no siempre anticipamos (por confiados). Otra pareja y unos amigos los visitan. Deciden compartir solo besos, entre todos, mientras le dan fuerte a Have All The Songs Been Written?, una pregunta esencial y que se responde sola.
Las Vegas es la cuna donde la pareja y compañía se despoja de miedos –encuentra nuevos también– porque es así de chistosa la ciudad. A alguien se le ocurre un intermedio para que se les baje o pase. Reproducen la biopic en blanco y negro, sobre Ian Curtis: Control. Alguien se las lleva de conocedor y empieza a “reconocer” la influencia de Joy Division en bandas como The Killers. El resto del grupo lo deja hablar, pero le lanzan un almohadazo cuando empieza a sonar el cover de Shadowplay, al final, cortesía de los chavos gringos.
“¡Vamos a comer, pueees!” propone Sasha, y nadie tiene mejores opciones que mandar a pedir pizza. “I’m The Man” dice Alison, la chica del tatuaje de Paul McCartney en el hombro, el mismo al que mencionan en Out Of My Mind. Samantha es la conductora designada, toma las llaves de su moto para acompañar con helado la pizza. Sale de la habitación cantando Run for Cover. En una de esas terminarán poniéndose serios, pintándose los cuerpos desnudos con marcadores a base de agua, mientras bajan las revoluciones con Rut y The Calling.
The Killers, así como Fun. o Foster the People, saben del valor que tiene la pista de baile. El baterista le hace ganas y le da protagonismo a la caja de ritmos, cuando corresponde. Ellos son voceros de un ritmo más suave, de todos modos, y nadie se los echará en cara. La fiesta continua para la pareja. Encuentran más que drama en su maratónica sesión. El amanecer del tercer día los alcanza. Deben regresar al casino y apostarle al rojo.
https://youtu.be/9t72GdlemNA
Escucha el álbum completo aquí
Lee también
Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
Las Vegas tiene un destino ajeno al de cualquier otra ciudad de este planeta. Es la ciudad de los ludópatas, las contiendas de pesos pesados, el comercio sexual, los excesos y las bodas oficiadas por Elvis.
En esta noche una pareja se dispone a salir de su habitación del hotel. Las luces son las sirenas que desean perderlos. Pero en lugar de eso deciden atrincherarse por el tiempo que sea necesario. Tienen Leaving Las Vegas proyectada en una de las paredes, tragos dulces, biblias, lubricante y el disco Wonderful Wonderful (Deluxe) de The Killers. Es una banda formada, por supuesto, en Las Vegas.
No importa la identidad de género o la orientación sexual de nuestros amigos. Están a puerta cerrada, queriendo encontrar verdades. Son niños o niñas sin madre, como les recuerda la canción homónima inicial. Llevan varias horas de bailar juntas, al ritmo de Tyson vs Douglas, un minotauro caído, la derrota que no siempre anticipamos (por confiados). Otra pareja y unos amigos los visitan. Deciden compartir solo besos, entre todos, mientras le dan fuerte a Have All The Songs Been Written?, una pregunta esencial y que se responde sola.
Las Vegas es la cuna donde la pareja y compañía se despoja de miedos –encuentra nuevos también– porque es así de chistosa la ciudad. A alguien se le ocurre un intermedio para que se les baje o pase. Reproducen la biopic en blanco y negro, sobre Ian Curtis: Control. Alguien se las lleva de conocedor y empieza a “reconocer” la influencia de Joy Division en bandas como The Killers. El resto del grupo lo deja hablar, pero le lanzan un almohadazo cuando empieza a sonar el cover de Shadowplay, al final, cortesía de los chavos gringos.
“¡Vamos a comer, pueees!” propone Sasha, y nadie tiene mejores opciones que mandar a pedir pizza. “I’m The Man” dice Alison, la chica del tatuaje de Paul McCartney en el hombro, el mismo al que mencionan en Out Of My Mind. Samantha es la conductora designada, toma las llaves de su moto para acompañar con helado la pizza. Sale de la habitación cantando Run for Cover. En una de esas terminarán poniéndose serios, pintándose los cuerpos desnudos con marcadores a base de agua, mientras bajan las revoluciones con Rut y The Calling.
The Killers, así como Fun. o Foster the People, saben del valor que tiene la pista de baile. El baterista le hace ganas y le da protagonismo a la caja de ritmos, cuando corresponde. Ellos son voceros de un ritmo más suave, de todos modos, y nadie se los echará en cara. La fiesta continua para la pareja. Encuentran más que drama en su maratónica sesión. El amanecer del tercer día los alcanza. Deben regresar al casino y apostarle al rojo.
https://youtu.be/9t72GdlemNA