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Recursos para el desarrollo deben ser aprobados por el Congreso

Redacción
27 de octubre, 2017

Necesitamos aumentar la inversión social para elevar la prosperidad

La discusión en el Congreso de la República se ha volcado a iniciativas importantes y los diputados han aprobado leyes que son claves para el desarrollo de los guatemaltecos. Dos ejemplos han sido las reformas a la Ley de la Carrera Judicial y al Código de Comercio. Para seguir avanzando, es urgente que reflexionemos sobre el financiamiento al que Guatemala puede optar para invertir en políticas de desarrollo.

Guatemala tiene la oportunidad de acceder a préstamos del Banco Internacional de Integración y Fomento (BIRF) del Banco Mundial, con tasas entre 3-3.5% en contraposición con los bonos en los que por lo general el país debe pagar tasas del 6-7%. Hay cuatro préstamos del Banco Mundial en discusión en el Congreso, que deberían ser aprobados para continuar avanzando en la agenda de desarrollo humano.

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El primero, sobre apoyo presupuestario de políticas de desarrollo, es un préstamo de US$250 millones de dólares para mejorar la gobernanza de los recursos de nutrición, que sería implementado por el Ministerio de Finanzas, para aumentar la cobertura de la Estrategia Nacional de desnutrición crónica, mejorando el marco político e institucional que permita atender las deficiencias de atención primaria de salud y desnutrición crónica.

Un segundo préstamo por US$55 millones de dólares, sobre el proyecto de transparencia y eficiencia de la administración tributaria implementado por la SAT, que busca aumentar los niveles de cumplimiento de las obligaciones tributarias y aduaneras, mejorando la transparencia, fortaleciendo funciones de recaudación y la inteligencia fiscal integrada para el cobro de impuestos, así como facilitar el comercio para mejorar la calidad de los procedimientos aduaneros.

Un préstamo de US$100 millones de dólares que incluye una donación de US$9 millones, para el proyecto crecer sano nutrición y salud del Ministerio de Desarrollo Social, para mejorar las prácticas, servicios y comportamientos que contribuyan de manera clave a reducir la desnutrición crónica (con énfasis en los primeros 1,000 días de vida), en áreas de intervención en los departamentos de Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y Totonicapán.

El cuarto préstamo es de US$45 millones de dólares y sería ejecutado por la Gran Mancomunidad del Sur, ayudaría a implementar la estrategia del proyecto de infraestructura urbana y prevención de la violencia.

Estos cuatro préstamos son claves para fortalecer la capacidad del Estado de generar mejores servicios de calidad para la población. Por ello, todos los sectores debemos impulsar que sean aprobados por el Congreso y que esto ayude a promover mayor solidaridad y prosperidad en el país.

@jczapata_s

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Recursos para el desarrollo deben ser aprobados por el Congreso

Redacción
27 de octubre, 2017

Necesitamos aumentar la inversión social para elevar la prosperidad

La discusión en el Congreso de la República se ha volcado a iniciativas importantes y los diputados han aprobado leyes que son claves para el desarrollo de los guatemaltecos. Dos ejemplos han sido las reformas a la Ley de la Carrera Judicial y al Código de Comercio. Para seguir avanzando, es urgente que reflexionemos sobre el financiamiento al que Guatemala puede optar para invertir en políticas de desarrollo.

Guatemala tiene la oportunidad de acceder a préstamos del Banco Internacional de Integración y Fomento (BIRF) del Banco Mundial, con tasas entre 3-3.5% en contraposición con los bonos en los que por lo general el país debe pagar tasas del 6-7%. Hay cuatro préstamos del Banco Mundial en discusión en el Congreso, que deberían ser aprobados para continuar avanzando en la agenda de desarrollo humano.

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El primero, sobre apoyo presupuestario de políticas de desarrollo, es un préstamo de US$250 millones de dólares para mejorar la gobernanza de los recursos de nutrición, que sería implementado por el Ministerio de Finanzas, para aumentar la cobertura de la Estrategia Nacional de desnutrición crónica, mejorando el marco político e institucional que permita atender las deficiencias de atención primaria de salud y desnutrición crónica.

Un segundo préstamo por US$55 millones de dólares, sobre el proyecto de transparencia y eficiencia de la administración tributaria implementado por la SAT, que busca aumentar los niveles de cumplimiento de las obligaciones tributarias y aduaneras, mejorando la transparencia, fortaleciendo funciones de recaudación y la inteligencia fiscal integrada para el cobro de impuestos, así como facilitar el comercio para mejorar la calidad de los procedimientos aduaneros.

Un préstamo de US$100 millones de dólares que incluye una donación de US$9 millones, para el proyecto crecer sano nutrición y salud del Ministerio de Desarrollo Social, para mejorar las prácticas, servicios y comportamientos que contribuyan de manera clave a reducir la desnutrición crónica (con énfasis en los primeros 1,000 días de vida), en áreas de intervención en los departamentos de Alta Verapaz, Chiquimula, Huehuetenango, Quiché, San Marcos, Sololá y Totonicapán.

El cuarto préstamo es de US$45 millones de dólares y sería ejecutado por la Gran Mancomunidad del Sur, ayudaría a implementar la estrategia del proyecto de infraestructura urbana y prevención de la violencia.

Estos cuatro préstamos son claves para fortalecer la capacidad del Estado de generar mejores servicios de calidad para la población. Por ello, todos los sectores debemos impulsar que sean aprobados por el Congreso y que esto ayude a promover mayor solidaridad y prosperidad en el país.

@jczapata_s

República es ajena a la opinión expresada en este artículo