Un grupo de 30 hombres armados ingresó en la finca Macho Creek, retuvo a los empleados y se apropió del terreno ubicado en Punta de Palma, Izabal.
Los delincuentes llevaban un mes rondando el área, pero el domingo 5 de noviembre entraron de manera violenta.
Retuvieron al administrador y otras personas, incluyendo a menores.
El hecho fue denunciado de inmediato a las autoridades y se espera que acudan en auxilio de los afectados para recuperar el terreno.
No es por necesidad
Los invasores no son personas de escasos recursos económicos que busquen terreno para siembras o para vivir.
Los cabecillas de este grupo tienen otros propósitos, indican los representantes de los propietarios de la finca.
Aunque se apoyan en dirigentes de la región, dedicados a invadir, utilizan vehículos y otra organización para mantenerse en el sitio.
El día de la invasión llegaron solo hombres que llevaban las armas escondidas entre costales y bajo amenazas tomaron la propiedad, añadieron los afectados.
La finca tiene salida al mar y por ello se infiere que podría usarse con otros fines. Se ubica entre Lívingston y Santo Tomás de Castilla.
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Dedicada a cuidar el ambiente
La finca antes estaba conformada por potreros, pero los propietarios invirtieron para convertirla en una finca forestal que produce teca y melina.
Ambas maderas tienen alta demanda.
La especie teca solo se exporta a la India y la especie melina se usa como alterna al pino para fabricar cajas rústicas.
Toda la producción se realiza de manera sostenible generando entre 200 y 300 empleos en temporada alta, indican.
El riesgo es que pierda toda la inversión y corten los árboles, pero cometerían un delito ambiental porque el área es protegida por el Consejo de Áreas Protegidas (Conap).
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Denuncia con nombres y apellidos
Los dueños de la finca presentaron la denuncia en el Ministerio Público con pruebas que demuestran la legítima propiedad del terreno.
Además, otras pruebas que permiten identificar a los cabecillas de esta acción delincuencial.
Por ahora los invasores ya están habitando las casas de los empleados y las oficinas de la finca, mientras los propietarios esperan una rápida acción de las autoridades.
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Retuvieron al administrador y otras personas, incluyendo a menores.
El hecho fue denunciado de inmediato a las autoridades y se espera que acudan en auxilio de los afectados para recuperar el terreno.
No es por necesidad
Los invasores no son personas de escasos recursos económicos que busquen terreno para siembras o para vivir.
Los cabecillas de este grupo tienen otros propósitos, indican los representantes de los propietarios de la finca.
Aunque se apoyan en dirigentes de la región, dedicados a invadir, utilizan vehículos y otra organización para mantenerse en el sitio.
El día de la invasión llegaron solo hombres que llevaban las armas escondidas entre costales y bajo amenazas tomaron la propiedad, añadieron los afectados.
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Toda la producción se realiza de manera sostenible generando entre 200 y 300 empleos en temporada alta, indican.
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