Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
Comedias románticas. Gente atractiva y carismática. Malas decisiones. Hay una receta ahí para que un soundtrack acompañe esa película que nos hizo sentir bien. La banda sonora de Crazy, Stupid, Love. (2011), parafraseando al personaje de Marisa Tomei cuando le reclama a Steve Carell, “tiene la mezcla perfecta de linda y sexy”. Apuesto que más de alguna fiesta ya se organizó con esta ecléctica selección musical. Tan seguro de ello estoy, como de que los abdominales de Ryan Gosling son ardientes.
Hollywood es ahora un campo de batalla donde los villanos están siendo identificados más fácilmente. Podemos imaginar a los responsables de las agresiones sexuales abandonar su conciencia al ritmo de I Can’t Hear You (por The Dead Weather). Sus palabras, sus silencios, sus manos, sus braguetas eran las armas con las que se divertían. No lo olvidemos.
(I’ve Had) The Time of My Life (Bille Medley, Jennifer Warnes) es el diálogo obligatorio con Dirty Dancing, el referente para el baile y la seducción entres los personajes de Emma Watson y Gosling. “El amor es bailar” (Café Tacvba dixit) y por eso está aquí Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh (Oohs & Aahs). El bar está solitario sin tu wing man. Tu Miyagi. Dale play a Revenge (por Danger Mouse, feat. The Flaming Lips).
http://gph.is/YZt9Z0
Starlight (de Muse) es lo que hace falta para tomar las decisiones importantes. Save Room (de John Legend) nos recuerda que no debemos temerle al dolor. Viene con el placer y el amor. The Heart’s A Lonely Hunter (por Thievery Corporation feat. David Byrne) tiene personalidad y ritmo. Nina Simone aparece también, con un título que es de lo más poético que he leído hoy, esta semana y mes: Black Is The Color Of My True Love’s Hair.
“Hagamos un trato”, me dijo una amiga querida hace poco. Logró que me replanteara ver más allá de las sombras. No siempre debemos lanzarnos del carro cuando la verdad es un trago amargo. Toca querernos un poquito más. Y en esas ando.
¿Ustedes?
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Comedias románticas. Gente atractiva y carismática. Malas decisiones. Hay una receta ahí para que un soundtrack acompañe esa película que nos hizo sentir bien. La banda sonora de Crazy, Stupid, Love. (2011), parafraseando al personaje de Marisa Tomei cuando le reclama a Steve Carell, “tiene la mezcla perfecta de linda y sexy”. Apuesto que más de alguna fiesta ya se organizó con esta ecléctica selección musical. Tan seguro de ello estoy, como de que los abdominales de Ryan Gosling son ardientes.
Hollywood es ahora un campo de batalla donde los villanos están siendo identificados más fácilmente. Podemos imaginar a los responsables de las agresiones sexuales abandonar su conciencia al ritmo de I Can’t Hear You (por The Dead Weather). Sus palabras, sus silencios, sus manos, sus braguetas eran las armas con las que se divertían. No lo olvidemos.
(I’ve Had) The Time of My Life (Bille Medley, Jennifer Warnes) es el diálogo obligatorio con Dirty Dancing, el referente para el baile y la seducción entres los personajes de Emma Watson y Gosling. “El amor es bailar” (Café Tacvba dixit) y por eso está aquí Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh Oh (Oohs & Aahs). El bar está solitario sin tu wing man. Tu Miyagi. Dale play a Revenge (por Danger Mouse, feat. The Flaming Lips).
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Starlight (de Muse) es lo que hace falta para tomar las decisiones importantes. Save Room (de John Legend) nos recuerda que no debemos temerle al dolor. Viene con el placer y el amor. The Heart’s A Lonely Hunter (por Thievery Corporation feat. David Byrne) tiene personalidad y ritmo. Nina Simone aparece también, con un título que es de lo más poético que he leído hoy, esta semana y mes: Black Is The Color Of My True Love’s Hair.
“Hagamos un trato”, me dijo una amiga querida hace poco. Logró que me replanteara ver más allá de las sombras. No siempre debemos lanzarnos del carro cuando la verdad es un trago amargo. Toca querernos un poquito más. Y en esas ando.
¿Ustedes?