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Gaslighting: cuando tu amado juega con tu mente

Gabriel Arana Fuentes
02 de diciembre, 2017

Nicole pasó años viviendo con un hombre encantador, pero parecía que ella siempre estaba haciendo algo mal. Eventualmente comenzó a darse cuenta de que ella no era el problema, era él, y cuando conoció a una de sus amigas anteriores, Elizabeth, entendió. Aquí Nicole cuenta su historia.

Otras personas parecen poder hacerlo: compartir una vida con alguien, agradable y pacífica. Pero a mí la idea de una relación todavía me aterra. Muchos años después, aún me entra el pánico ante la mención del nombre de mi exnovio, ese hombre encantador que al que adoré y le temí en igual medida.

Un hombre encantador, hermoso y exitoso me había hecho suya. Él era todo lo que había soñado. Era exitoso, su carisma era magnético y yo estaba en trance.

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Cuando estaba con él, las puertas se abrían y las mejores mesas en los restaurantes de repente estaban disponibles. Viajamos por todo el mundo por su trabajo, alojándonos en los mejores hoteles y comiendo en los mejores restaurantes. Y él parecía tener la capacidad de encantar en cualquier idioma.

Pero le fallé.

Lo arruiné todo: cenas, conversaciones, veladas, vacaciones -a veces por mencionar el nombre de un ex, sacar mi bolso frente a sus amigos o querer llevar mi propio pasaporte y dinero cuando estábamos en el extranjero-.

Pasaba días furioso. Mi comportamiento inapropiado lo había avergonzado, no sabía si podría seguir estando con alguien como yo, él, que podría estar con alguien mucho mejor.

También arruiné cumpleaños y Navidades, simplemente por ser “demasiado estúpida y cruel” como para entender qué era lo mejor para él.

Quería que le comprara regalos caros: “Son solo US$4.000, ¡usa tus ahorros!”, decía.

“Pero esos son mis ahorros de toda la vida”, le explicaba. “No puedo tocarlos, es imposible. Quiero hacerte feliz, pero no puedo pagar eso”.

El encantador hombre lloró: lo había defraudado y nada de lo que yo hiciera podría compensarlo.

¿Qué es hacer luz de gas o gaslighting?

Es una forma de manipulación y abuso psicológico que hace que la gente cuestione su propia memoria, percepción y cordura.

  • El término proviene de una obra teatral de 1938, “Gas Light”, en la que un marido intenta convencer a su esposa y a otros de que está loca: cuando atenúa las luces de gas, insiste en que ella se lo está imaginando.
  • Hay tres etapas de gaslightingen una relación: idealización, devaluación y descarte
  • En la etapa de idealización, la víctima pierde la cabeza por quien hace luz de gas pues proyecta una imagen de sí mismo como el compañero perfecto
  • La etapa de la devaluación golpea fuerte: la víctima pasa de ser adorada a ser incapaz de hacer algo bien, pero después de haber probado el ideal, está desesperada por arreglar las cosas.
  • Luego viene la etapa de descarte en la que se deja caer a la víctima para pasar a la siguiente: esto sucede a menudo simultáneamente con la fase de idealización con la próxima víctima.

Lee la nota completa: Gaslighting: el peligroso encanto del abusador que te llena de culpas y te hace dudar de tu cordura

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Otras personas parecen poder hacerlo: compartir una vida con alguien, agradable y pacífica. Pero a mí la idea de una relación todavía me aterra. Muchos años después, aún me entra el pánico ante la mención del nombre de mi exnovio, ese hombre encantador que al que adoré y le temí en igual medida.

Un hombre encantador, hermoso y exitoso me había hecho suya. Él era todo lo que había soñado. Era exitoso, su carisma era magnético y yo estaba en trance.

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Cuando estaba con él, las puertas se abrían y las mejores mesas en los restaurantes de repente estaban disponibles. Viajamos por todo el mundo por su trabajo, alojándonos en los mejores hoteles y comiendo en los mejores restaurantes. Y él parecía tener la capacidad de encantar en cualquier idioma.

Pero le fallé.

Lo arruiné todo: cenas, conversaciones, veladas, vacaciones -a veces por mencionar el nombre de un ex, sacar mi bolso frente a sus amigos o querer llevar mi propio pasaporte y dinero cuando estábamos en el extranjero-.

Pasaba días furioso. Mi comportamiento inapropiado lo había avergonzado, no sabía si podría seguir estando con alguien como yo, él, que podría estar con alguien mucho mejor.

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Quería que le comprara regalos caros: “Son solo US$4.000, ¡usa tus ahorros!”, decía.

“Pero esos son mis ahorros de toda la vida”, le explicaba. “No puedo tocarlos, es imposible. Quiero hacerte feliz, pero no puedo pagar eso”.

El encantador hombre lloró: lo había defraudado y nada de lo que yo hiciera podría compensarlo.

¿Qué es hacer luz de gas o gaslighting?

Es una forma de manipulación y abuso psicológico que hace que la gente cuestione su propia memoria, percepción y cordura.

  • El término proviene de una obra teatral de 1938, “Gas Light”, en la que un marido intenta convencer a su esposa y a otros de que está loca: cuando atenúa las luces de gas, insiste en que ella se lo está imaginando.
  • Hay tres etapas de gaslightingen una relación: idealización, devaluación y descarte
  • En la etapa de idealización, la víctima pierde la cabeza por quien hace luz de gas pues proyecta una imagen de sí mismo como el compañero perfecto
  • La etapa de la devaluación golpea fuerte: la víctima pasa de ser adorada a ser incapaz de hacer algo bien, pero después de haber probado el ideal, está desesperada por arreglar las cosas.
  • Luego viene la etapa de descarte en la que se deja caer a la víctima para pasar a la siguiente: esto sucede a menudo simultáneamente con la fase de idealización con la próxima víctima.

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