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Corrupción de Estado

Redacción
31 de enero, 2018

Hipostasiar los problemas del Estado de Guatemala es la mejor manera de esconderlos. La Dirección General de Migración es una organización no es un ente sino nombres bajo los cuales actúan individuos independientes con nombre y apellido.

Esta institución dirigida por Carlos Emilio Morales Cancino y Marco Vinicio Hernández Gonzáles involucra a ciudadanos guatemaltecos en cuyo poder político radica la dinámica de migración legal de los guatemaltecos hacia cualquier destino del orbe. Durante muchos años ese servicio fue prestado de manera eficiente y rápida. Hoy desde cuadras antes de llegar al edificio se encuentran oleadas de actos de corrupción que disfrazados de economía informal y de cinturones de pobreza tienen detenidos a los guatemaltecos en su libre tránsito alrededor del mundo.

Por otro lado se encuentra Maycom, S.A. que es una organización jurídica que presta servicios al Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil en la emisión del documento que permite la circulación de vehículos en el territorio nacional. Fue fundada en 1995 siendo una empresa de identificación biométrica que desde 1999 a la fecha se encarga de la producción y administración de las licencias de conducir según decreto 59-2012 firmado por el entonces presidente Otto Pérez Molina. Los fondos de las licencias pertenecen a lo que se denomina fondos privativos del Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil.

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Por el contrario una sociedad anónima cuyos nombre de representante legal y accionistas no son de dominio público administra el servicio por el cual los guatemaltecos obtienen sus documentos.

Que hace eficiente o ineficiente una organización. Que las hace corruptas o no, aptas o no aptas. Son las personas que la dirigen y sobre las cuales pesa necesariamente una rendición de cuentas.

Este año 2018 se prevén cambios para lograr cambiar las instituciones que se encargan de los servicios algunas para mejorar otras para empeorar. Sin embargo las acciones seguirán siendo individuales de personas que tienen la capacidad política de dirigir los destinos de la vida de los guatemaltecos en circunstancias particulares.

¿Es acoso imposible ser eficaz y eficiente? ¿No lo han sido muchas de las instituciones de Estado por las personas probas que han estado al frente de ellas?

Los guatemaltecos estamos conscientes de las condiciones sobre las cuales deben funcionar las instituciones sobre las cuales todo es silencio y secretos sigilosamente guardados.

Como dicen los que me tildan de defensor de corruptos, entre ellos los diputados de Encuentro por Guatemala. No tienen la suficiente entereza moral para enfrentar los verdaderos y urgentes problemas de la nación y enarbolan para sí banderas populistas con tal de ocultar el hedor que vive la población en las calles resultado de la podredumbre de su inacción política. Estos no son políticos, ni mucho menos diputados sino demagogos de la democracia que están acostumbrados a vivir a expensas del Congreso de la República durante muchos lustros.

Espero que los cambios sean siempre para bien y entendamos el centro del problema y no el periplo por el cual nos hacen circular todos los días.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Corrupción de Estado

Redacción
31 de enero, 2018

Hipostasiar los problemas del Estado de Guatemala es la mejor manera de esconderlos. La Dirección General de Migración es una organización no es un ente sino nombres bajo los cuales actúan individuos independientes con nombre y apellido.

Esta institución dirigida por Carlos Emilio Morales Cancino y Marco Vinicio Hernández Gonzáles involucra a ciudadanos guatemaltecos en cuyo poder político radica la dinámica de migración legal de los guatemaltecos hacia cualquier destino del orbe. Durante muchos años ese servicio fue prestado de manera eficiente y rápida. Hoy desde cuadras antes de llegar al edificio se encuentran oleadas de actos de corrupción que disfrazados de economía informal y de cinturones de pobreza tienen detenidos a los guatemaltecos en su libre tránsito alrededor del mundo.

Por otro lado se encuentra Maycom, S.A. que es una organización jurídica que presta servicios al Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil en la emisión del documento que permite la circulación de vehículos en el territorio nacional. Fue fundada en 1995 siendo una empresa de identificación biométrica que desde 1999 a la fecha se encarga de la producción y administración de las licencias de conducir según decreto 59-2012 firmado por el entonces presidente Otto Pérez Molina. Los fondos de las licencias pertenecen a lo que se denomina fondos privativos del Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil.

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Por el contrario una sociedad anónima cuyos nombre de representante legal y accionistas no son de dominio público administra el servicio por el cual los guatemaltecos obtienen sus documentos.

Que hace eficiente o ineficiente una organización. Que las hace corruptas o no, aptas o no aptas. Son las personas que la dirigen y sobre las cuales pesa necesariamente una rendición de cuentas.

Este año 2018 se prevén cambios para lograr cambiar las instituciones que se encargan de los servicios algunas para mejorar otras para empeorar. Sin embargo las acciones seguirán siendo individuales de personas que tienen la capacidad política de dirigir los destinos de la vida de los guatemaltecos en circunstancias particulares.

¿Es acoso imposible ser eficaz y eficiente? ¿No lo han sido muchas de las instituciones de Estado por las personas probas que han estado al frente de ellas?

Los guatemaltecos estamos conscientes de las condiciones sobre las cuales deben funcionar las instituciones sobre las cuales todo es silencio y secretos sigilosamente guardados.

Como dicen los que me tildan de defensor de corruptos, entre ellos los diputados de Encuentro por Guatemala. No tienen la suficiente entereza moral para enfrentar los verdaderos y urgentes problemas de la nación y enarbolan para sí banderas populistas con tal de ocultar el hedor que vive la población en las calles resultado de la podredumbre de su inacción política. Estos no son políticos, ni mucho menos diputados sino demagogos de la democracia que están acostumbrados a vivir a expensas del Congreso de la República durante muchos lustros.

Espero que los cambios sean siempre para bien y entendamos el centro del problema y no el periplo por el cual nos hacen circular todos los días.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo