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¿Quién manda aquí?

Redacción
03 de febrero, 2018

Esta es una pregunta muy válida de hacer en un momento como este. Acaba de ocurrir que encontraron adentro de un preventivo a varios reos asesinados. Sí, adentro de un preventivo, donde hay “altas” medidas de seguridad.

A pesar que siempre he creído que este tipo de actos promueven el miedo y pretenden crear aún más caos en los nervios de los guatemaltecos, creo que esta vez la respuesta a esta pregunta es muy simple. Por más que las autoridades han realizado esfuerzos por mejorar la seguridad y de esa manera retomar el orden de las cárceles, estos esfuerzos son en vano.

Pero lo peor de todo este asunto no es solamente eso, sino que en realidad son muy pocas la acciones que la población puede hacer para ayudar a aminorar la creciente ola de violencia en la que vivimos sumergidos. Este tema es realmente asunto de nuestras autoridades quienes últimamente han quedado con las manos atadas frente a los privados de libertad.

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Es totalmente injusto pensar que por una parte de la población la gran mayoría tengamos miedo de todo. Uno no va por la calle tranquilo ni manejando mucho menos caminando. Usar el transporte público es un peligro, no solamente para los usuarios, sino que también para los pilotos. Hemos desarrollado un sentido de “paranoia” creyendo que cualquier persona que se nos acerca tiene la intención de robarnos o hacernos un daño y lo peor es que es posible que eso ocurra.

El “mando” del país debería estar del lado donde ocurren las cosas buenas, de la gente trabajadora y con ganas de sacar el país adelante. Que cada quién decida si saca su teléfono en la calle o por donde debe caminar sin temor de nada. Así es como debería de ser.

Tristemente a realidad es bastante diferente, conocemos la realidad de nuestro país y de alguna manera nos vamos acoplando a ella porque sabemos que de lo contrario habrá consecuencias. Las autoridades deben de encontrar una forma de garantizar la seguridad de la población. Para ello creo fundamental mejorar el sistema penitenciario del país, que las cárceles sean un verdadero sitio para regenerar personas y no un escuela para que aprendan otras maneras de atemorizarnos.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

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03 de febrero, 2018

Esta es una pregunta muy válida de hacer en un momento como este. Acaba de ocurrir que encontraron adentro de un preventivo a varios reos asesinados. Sí, adentro de un preventivo, donde hay “altas” medidas de seguridad.

A pesar que siempre he creído que este tipo de actos promueven el miedo y pretenden crear aún más caos en los nervios de los guatemaltecos, creo que esta vez la respuesta a esta pregunta es muy simple. Por más que las autoridades han realizado esfuerzos por mejorar la seguridad y de esa manera retomar el orden de las cárceles, estos esfuerzos son en vano.

Pero lo peor de todo este asunto no es solamente eso, sino que en realidad son muy pocas la acciones que la población puede hacer para ayudar a aminorar la creciente ola de violencia en la que vivimos sumergidos. Este tema es realmente asunto de nuestras autoridades quienes últimamente han quedado con las manos atadas frente a los privados de libertad.

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Es totalmente injusto pensar que por una parte de la población la gran mayoría tengamos miedo de todo. Uno no va por la calle tranquilo ni manejando mucho menos caminando. Usar el transporte público es un peligro, no solamente para los usuarios, sino que también para los pilotos. Hemos desarrollado un sentido de “paranoia” creyendo que cualquier persona que se nos acerca tiene la intención de robarnos o hacernos un daño y lo peor es que es posible que eso ocurra.

El “mando” del país debería estar del lado donde ocurren las cosas buenas, de la gente trabajadora y con ganas de sacar el país adelante. Que cada quién decida si saca su teléfono en la calle o por donde debe caminar sin temor de nada. Así es como debería de ser.

Tristemente a realidad es bastante diferente, conocemos la realidad de nuestro país y de alguna manera nos vamos acoplando a ella porque sabemos que de lo contrario habrá consecuencias. Las autoridades deben de encontrar una forma de garantizar la seguridad de la población. Para ello creo fundamental mejorar el sistema penitenciario del país, que las cárceles sean un verdadero sitio para regenerar personas y no un escuela para que aprendan otras maneras de atemorizarnos.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo