Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Nicolás Sam: “eran el motor de mi vida”

Luis Gonzalez
02 de marzo, 2018

Don Nicolás Sam está agobiado y aturdido. Recuerda que luego de escuchar en las noticias de un accidente en la ruta por la cual viajaban todos los días su esposa y dos de sus hijos, tuvo un mal presentimiento.

Vio la hora, una de la tarde, escuchó con atención el sitio exacto del percance y rogó que estuvieran bien… De inmediato se comunicó al teléfono de su esposa, Flor de María, pero no hubo respuesta.

Intentó hablarle una y otra vez y nada. No lo pensó dos veces y dejó su trabajo para ir al lugar del accidente, pero su angustia aumentó conforme pasaron los minutos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Dos horas le llevó llegar al sitio de la tragedia. Había mucho tráfico y el tiempo le pareció eterno al angustiado padre.

Las imágenes que guarda en su corazón

De inmediato corrió a donde estaban los cuerpos de socorro y a esa hora ya había nombres de los heridos. Los bomberos lo atendieron y entonces la angustia y el miedo se apoderó de don Nicolás.

Vio en la lista y estaba el nombre de su esposa: Flor de María Navarro.

Su compañera de hogar fue trasladada al Hospital Roosevelt con fracturas, pero, ¿y sus hijos? Le preguntó a los bomberos si tenían registrado el nombre de los fallecidos y le dijeron que no, que esa información le correspondía al Ministerio Público.

No pudo evitarlo, se fue acercando al lugar donde estaban los cuerpos de las víctimas y el golpe que recibió fue fatal. Vio a sus dos pequeños hijos: Diego Pablo y Jennifer Judith y se le fue la vida.

Sueños truncados

“Eran el motor de mi vida”, dice con gran dolor y tristeza don Nicolás. Su sueño era educarlos y que fueran “personas de bien”. Que tuvieran las oportunidades que él no tuvo, pero “Diosito se los llevó”, dice.

Su esposa Flor de María está fuera de peligro y se recupera en el hospital, pero su corazón, igual que el de don Nicolás, está deshecho.

Quedan dos hijos más de la familia Sam Navarro, pero la voces de Diego Pablo y Jennifer Judith se apagaron en una tragedia que llora Guatemala.

Los lloran sus padres y hermanos, la demás familia y sus compañeros y maestros de la Escuela Pedro Barahona, de Ciudad Satélite, Mixco, que ese día se despidieron de ellos, sin saber que era el último adiós…

El sepelio de los niños será este sábado. El cortejo fúnebre sale a las diez de la mañana de Funerales Mancilla, 8 calle 11-25, zona 1 capitalina. Serán sepultados en el cementerio de Mixco.

Nicolás Sam: “eran el motor de mi vida”

Luis Gonzalez
02 de marzo, 2018

Don Nicolás Sam está agobiado y aturdido. Recuerda que luego de escuchar en las noticias de un accidente en la ruta por la cual viajaban todos los días su esposa y dos de sus hijos, tuvo un mal presentimiento.

Vio la hora, una de la tarde, escuchó con atención el sitio exacto del percance y rogó que estuvieran bien… De inmediato se comunicó al teléfono de su esposa, Flor de María, pero no hubo respuesta.

Intentó hablarle una y otra vez y nada. No lo pensó dos veces y dejó su trabajo para ir al lugar del accidente, pero su angustia aumentó conforme pasaron los minutos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Dos horas le llevó llegar al sitio de la tragedia. Había mucho tráfico y el tiempo le pareció eterno al angustiado padre.

Las imágenes que guarda en su corazón

De inmediato corrió a donde estaban los cuerpos de socorro y a esa hora ya había nombres de los heridos. Los bomberos lo atendieron y entonces la angustia y el miedo se apoderó de don Nicolás.

Vio en la lista y estaba el nombre de su esposa: Flor de María Navarro.

Su compañera de hogar fue trasladada al Hospital Roosevelt con fracturas, pero, ¿y sus hijos? Le preguntó a los bomberos si tenían registrado el nombre de los fallecidos y le dijeron que no, que esa información le correspondía al Ministerio Público.

No pudo evitarlo, se fue acercando al lugar donde estaban los cuerpos de las víctimas y el golpe que recibió fue fatal. Vio a sus dos pequeños hijos: Diego Pablo y Jennifer Judith y se le fue la vida.

Sueños truncados

“Eran el motor de mi vida”, dice con gran dolor y tristeza don Nicolás. Su sueño era educarlos y que fueran “personas de bien”. Que tuvieran las oportunidades que él no tuvo, pero “Diosito se los llevó”, dice.

Su esposa Flor de María está fuera de peligro y se recupera en el hospital, pero su corazón, igual que el de don Nicolás, está deshecho.

Quedan dos hijos más de la familia Sam Navarro, pero la voces de Diego Pablo y Jennifer Judith se apagaron en una tragedia que llora Guatemala.

Los lloran sus padres y hermanos, la demás familia y sus compañeros y maestros de la Escuela Pedro Barahona, de Ciudad Satélite, Mixco, que ese día se despidieron de ellos, sin saber que era el último adiós…

El sepelio de los niños será este sábado. El cortejo fúnebre sale a las diez de la mañana de Funerales Mancilla, 8 calle 11-25, zona 1 capitalina. Serán sepultados en el cementerio de Mixco.