…nos resistimos a creer que cualquiera que hace uso del poder lo tenga incondicionalmente, por lo que la vigilancia a cualquier poder, denuncia al mismo, deberá ser la actitud lógica de un pueblo abusado por poderes sin límites, sin rendición de cuentas y responsabilidades de sus acciones

Se les otorgó medida sustitutiva 8 de los ministros del gobierno del presidente Álvaro Colom Caballeros que firmaron el decreto por medio del cual se le daba vida al proyecto del TRANSURBANO. Deberán o ya habrán pagado una fianza de diferentes montos para recobrar su libertad y comparecer a firmar su asistencia cada cierto tiempo. Quedaron ligados a proceso, por la responsabilidad de haber firmado el decreto sin que éste haya llenado todos los requisitos legales para su aprobación, lo cual sí es responsabilidad directa de cada uno de los firmantes.

Aunque la firma de cada uno de los funcionarios es la responsabilidad que una república tiene para poder controlar que las acciones de éste sean las correctas en un sistema de pesos y contrapesos, en nuestros países presidencialistas y tercermundistas ese control es casi nulo, por el miedo de los funcionarios pierdan su trabajo y además, al ser expulsados, su buen nombre sea manchado por rumores y acusaciones sin sustento, tal y como hiciera la exvicepreseidenta Roxana Baldetti en el gobierno del malogrado Partido Patriota. Esto cambiará radicalmente de ahora en adelante. Los funcionarios tendrán mucho más cuidado de lo que firmen. Esperemos que ese cuidado encuentre soluciones para no paralizar el gobierno en su ejecución, cuidando de los recursos del Estado y que de ninguna manera sea para limitar el acceso de las mejores personas a los cargos públicos.

El proceso e investigación del TRANSURBANO, uno de los más esperados en los últimos tiempos y una de las tareas pendientes de la CICIG y del MP, sigue sin estar donde los ciudadanos comunes esperábamos: conocer quién se robó el dinero y dónde está ese dinero. Supuestamente en la Fase II y la Fase III se hará eso, pero para nosotros, los ciudadanos, es sospechoso que después de tanto tiempo no esté investigado esto y apenas se esté en una fase inicial, de puros argumentos procedimentales.

Claro, la estrategia de CICIG y MP podría ser lograr con estas acciones que uno de los funcionarios se acerque a ellos para ofrecerse de testigo protegido, lo cual sería de una desventaja muy grande para aquellos funcionarios que no tenían nada que ver con el proyecto en sí mismo, es decir, los ministros de Salud Pública y Asistencia Social, Educación, Ambiente y Recursos Naturales, Cultura y Deportes, Defensa Nacional, por ejemplo.

En Guatemala, los movimientos de dinero se han conocido desde siempre y la sospecha de quién se los ha quedado ilegalmente es de esos rumores que todo el mundo conoce y sabe por dónde. Este proyecto tiene 4 ó 5 actores de quienes siempre se dijo eran los verdaderos artífices del negocio, y esperamos que más temprano que tarde sean los acusados de este robo millonario.

Es demasiado evidente que alguna forma se hizo de forma equivocada, cuando la entonces primera dama, y verdadero poder, la señora Sandra Torres Casanova de Colom se pusiera al frente de dicho proyecto. El proyecto resulta ser uno de los peor diseñados, que se saltó los procedimientos correspondientes dentro del Organismo Ejecutivo y que tiene el obvio desvío de fondos, sobrevaloración y robo descarado, y el supuesto liderazgo “no pudo” darse cuenta de nada, y porque no tenía el nombramiento formal, no tiene responsabilidad… ¡pamplinas!

Si no se le puede acusar de alguna autorización por la firma formal de algún procedimiento o formulario, sí se le puede acusar por usurpación de funciones y las declaraciones testimoniales de la época, de prensa, más las continuas intromisiones directas con los funcionarios a través de llamadas telefónicas amenazantes, insultantes, etc. deberían ser suficiente prueba.

Así que, pese a mediáticos apoyos y grandes titulares de prensa, estratégicamente preparados y muy bien financiados, nos resistimos a creer que cualquiera que hace uso del poder lo tenga incondicionalmente, por lo que la vigilancia a cualquier poder, denuncia al mismo, deberá ser la actitud lógica de un pueblo abusado por poderes sin límites, sin rendición de cuentas y responsabilidades de sus acciones.

Así que seguiremos esperando, y vigilando, el momento en como Don Francisco dijera en su popular programa de televisión: “¿Dónde está el dinero, dónde está la plata?”, cuestionándonos ¿Quién “se la llevó”, y seguro sabemos quién “se la llevó?”. Y pidiéndole a funcionarios guatemaltecos del Ministerio Público, y a funcionarios de la CICIG, como en la película de Jerry McGuire: “give me the money” (háblame del dinero).

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