Es importante reconocer los puntos flacos, aquello que nos cuesta. Y hoy en el día mundial de la salud habrá que admitir que eso de brindar servicio de calidad, o al menos un servicio, donde las personas puedan acudir cada vez que tengan una enfermedad, no es el punto fuerte de Guatemala.
Lo más triste de esta historia se da en los hospitales públicos. Sitio en donde los enfermos tienen que compartir camilla y suplicar internamente porque esté disponible la medicina que necesitan. Los insumos necesarios nunca están disponibles para aquellos doctores y doctoras que, aunque no ganan bien ni tienen la última tecnología a su disposición, luchan día con día para ayudar a su país desde su profesión.
Y con todo y eso, aún hay personas que deciden lucrar con la salud de los y las guatemaltecas. Como en el caso IGSS Pisa. Desde que se supo del caso, también se comenzaron a revela números y nombres de personas que han fallecido como consecuencia de este caso.
El caso IGSS Pisa revela no solamente los procesos tan corruptos que tiene el Gobierno para adquirir servicios, pues cada uno ahí busca su beneficio en billetes y nosotros, la población que siempre salga perdiendo.
Este caso lleva en sus espaldas 49 fallecidos a causa de una infección porque esta empresa no contaba con el equipo necesario ni los protocolos para evitar que los pacientes terminaran aún peor. Pero Pisa decía ante las exigencias de los pacientes que iban a morir igual. Como quién dice, si no es ahora en algún momento, solo lo adelantamos.
Es un problema enfermarse en nuestro país porque no todos tenemos los ingresos suficientes para poder pagar un servicio privado de salud y terminamos en el lugar que nosotros mismos mantenemos gracias a nuestros impuestos. Y a llegar ahí las deficiencias son enormes y en lugar de mejorar nuestra salud puede que nos encontremos con otras enfermedades.
Al final se violenta uno de nuestros derechos que tenemos por el simple hecho de ser humanos, el acceso a la salud. Y pensar que esta historia se replica alrededor del mundo, con la mitad de su población y que millones de personas mueren por ello.
Desde nuestro papel en la sociedad lo que podemos hacer para que esto mejore es exigir lo que nos deben. Hay que luchar para que todos y todas podamos tener acceso a la salud pública de calidad porque lo merecemos y porque además trabajamos para esto.
Salud para todos y todas siempre.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo