Con la llegada del invierno, estación climática errática en Guatemala a consecuencia de los focos de contaminación ambiental, aparecen deficiencias en la estructura de servicios tales como carreteras, puentes, drenajes, etc. El deterioro de esas estructuras es fundamentalmente producto de las personas que desde la esfera privada consumen un promedio de 1,500,000 galones de combustible diario e impactan con automotores las principales carreteras.
El Boulevard universitario Oscar Adolfo Mijangos López, conocido principalmente como periférico, donde circula el transporte pesado del Atlántico al Pacífico muestra claros surcos por el peso de vehículos de transporte pesado que mueve el comercio centroamericano.
Lamentablemente las personas ciegan sus ojos a la realidad y ven a los funcionarios públicos como peones de su finca obligados a mantener servicios que debe cubrir la empresa privada y los ciudadanos que utilizan tales servicios. El Estado no se concibe desde el liberalismo como un Estado benefactor o asistencialista. Hacerlo conduciría a renunciar a su verdadera función que es mantener su republicanismo en medio del concurso mundial de países autodeterminados.
La ley de vialidad promulgada por don Jorge Ubico Castañeda, obligo a los ciudadanos a crear el sistema interno de carreteras sin que esto significara desgaste para la esfera pública, dio por canceladas todas las deudas que los terratenientes cargaron sobre el indígena y provoco durante la Segunda Guerra Mundial una estabilidad económica interna para embellecer la ciudad con obras significativas que hoy son las únicas en su género que funcionan en el mundo.
Una falsa filantropía como los mecenas de los diplomáticos, destruye la dignidad del pueblo guatemalteco y lo orilla a cometer injerencias en la política de Estado apoyados por estúpidos analistas de izquierda cuya lectura obligada viene del ala ideológica de Hegel reinterpretada por Theodor Adorno, Jürgen Habermas, Herbert Marcuse y cuya interpretación ve al Estado como mediador en la iniciativa privada y la pública.
La Secretaría de Análisis Estratégico de la Presidencia, anterior G2, y la Secretaria del Consejo Nacional de Planificación Económica promueven la dinámica social sobre bases constructivistas, estructuralistas que coinciden con las tesis socialistas de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Costa Rica que ven al estado como un satélite de la Intervención que viene de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Unidas que ven a su Secretario General como un plebeyo imberbe que hace lo que ellos le dictan. El espaldarazo que aparece en los medios de comunicación a la acción y presión ejercida sobre Guatemala es fatua e inútil porque los acontecimientos de los pueblos del interior de la República siempre fueron sin futuro gracias a su codicia y ambición.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Con la llegada del invierno, estación climática errática en Guatemala a consecuencia de los focos de contaminación ambiental, aparecen deficiencias en la estructura de servicios tales como carreteras, puentes, drenajes, etc. El deterioro de esas estructuras es fundamentalmente producto de las personas que desde la esfera privada consumen un promedio de 1,500,000 galones de combustible diario e impactan con automotores las principales carreteras.
El Boulevard universitario Oscar Adolfo Mijangos López, conocido principalmente como periférico, donde circula el transporte pesado del Atlántico al Pacífico muestra claros surcos por el peso de vehículos de transporte pesado que mueve el comercio centroamericano.
Lamentablemente las personas ciegan sus ojos a la realidad y ven a los funcionarios públicos como peones de su finca obligados a mantener servicios que debe cubrir la empresa privada y los ciudadanos que utilizan tales servicios. El Estado no se concibe desde el liberalismo como un Estado benefactor o asistencialista. Hacerlo conduciría a renunciar a su verdadera función que es mantener su republicanismo en medio del concurso mundial de países autodeterminados.
La ley de vialidad promulgada por don Jorge Ubico Castañeda, obligo a los ciudadanos a crear el sistema interno de carreteras sin que esto significara desgaste para la esfera pública, dio por canceladas todas las deudas que los terratenientes cargaron sobre el indígena y provoco durante la Segunda Guerra Mundial una estabilidad económica interna para embellecer la ciudad con obras significativas que hoy son las únicas en su género que funcionan en el mundo.
Una falsa filantropía como los mecenas de los diplomáticos, destruye la dignidad del pueblo guatemalteco y lo orilla a cometer injerencias en la política de Estado apoyados por estúpidos analistas de izquierda cuya lectura obligada viene del ala ideológica de Hegel reinterpretada por Theodor Adorno, Jürgen Habermas, Herbert Marcuse y cuya interpretación ve al Estado como mediador en la iniciativa privada y la pública.
La Secretaría de Análisis Estratégico de la Presidencia, anterior G2, y la Secretaria del Consejo Nacional de Planificación Económica promueven la dinámica social sobre bases constructivistas, estructuralistas que coinciden con las tesis socialistas de Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Perú, Costa Rica que ven al estado como un satélite de la Intervención que viene de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Unidas que ven a su Secretario General como un plebeyo imberbe que hace lo que ellos le dictan. El espaldarazo que aparece en los medios de comunicación a la acción y presión ejercida sobre Guatemala es fatua e inútil porque los acontecimientos de los pueblos del interior de la República siempre fueron sin futuro gracias a su codicia y ambición.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo