Lo Veo Todo (Lo Siento), el silencio y el sonido de Easy Easy, hoy en la Versión Deluxe, el blog de música de Luis Fernando Alejos y República.
Desde hace algún tiempo ya no logro divorciar la música de quienes la producen o interpretan. Por eso cada vez que suena Michael Jackson o R. Kelly siento las acusaciones, los procesos judiciales aparecer en el radar de mi mente. Y así deja de tener chiste para mí la opción de elegir la apología del delito (por eso mismo ya no veo películas de Woody Allen o Lars von Trier).
Ojo, no siempre funciona este ejercicio. Como en el caso de cuando suena Super Freak de Rick James o cualquier rola de Eminem u Ozzy Osbourne, la violencia de sus voces y pasados no siempre se actualiza en mi memoria. Y también está el caso de músicos guatemaltecos, quienes no mencionaré aquí (pues ya lo he hecho). Otros, sin embargo, sí aparecen… en esta larga introducción que realizo al segundo álbum de la banda guatemalteca Easy Easy, Lo Veo Todo (Lo Siento).
Parafraseando su canción Threeeyes, “Solo quiero tenerte, y prefiero no verte porque lo veo todo”. Escucho la delicada voz de Sofía Insua, esa letra, y me lleva al caso de violencia contra la mujer que desembocó en el despido del integrante Javier Varela. Casi lo imagino, casi lo veo, el Santa Claus sucio estrangulando y escupiendo a una mujer, en público, sin importar los testigos, las cámaras, la violencia sin adulterar.
El video clip, grabado antes de estos hechos, todavía muestran a Varela, y el concepto alude a una relación conflictiva.
Termino sintiéndome culpable al escuchar este disco. No puedo aislarlo del contexto que he mencionado. Sé que justos no pagan por pecadores, en el esfuerzo colectivo del disco, y no se aíslan los sonidos, como en los canales de una consola. Lo escucho todo, lo siento.
Hace poco tomé la decisión de perderme un concierto de Easy Easy aquí en la Ciudad de Guatemala. Un lugar inhóspito a ratos, donde un hombre hace preguntas que le servirán para justificar los golpes, donde no olvido la bio de Lucre Hernández Mack en Twitter: “En una relación misógina con el país. (Me pega porque me quiere. Es que yo lo provoco. Pero ya me prometió que va a cambiar.)”
Escucha el álbum completo aquí
Lo Veo Todo (Lo Siento), el silencio y el sonido de Easy Easy, hoy en la Versión Deluxe, el blog de música de Luis Fernando Alejos y República.
Desde hace algún tiempo ya no logro divorciar la música de quienes la producen o interpretan. Por eso cada vez que suena Michael Jackson o R. Kelly siento las acusaciones, los procesos judiciales aparecer en el radar de mi mente. Y así deja de tener chiste para mí la opción de elegir la apología del delito (por eso mismo ya no veo películas de Woody Allen o Lars von Trier).
Ojo, no siempre funciona este ejercicio. Como en el caso de cuando suena Super Freak de Rick James o cualquier rola de Eminem u Ozzy Osbourne, la violencia de sus voces y pasados no siempre se actualiza en mi memoria. Y también está el caso de músicos guatemaltecos, quienes no mencionaré aquí (pues ya lo he hecho). Otros, sin embargo, sí aparecen… en esta larga introducción que realizo al segundo álbum de la banda guatemalteca Easy Easy, Lo Veo Todo (Lo Siento).
Parafraseando su canción Threeeyes, “Solo quiero tenerte, y prefiero no verte porque lo veo todo”. Escucho la delicada voz de Sofía Insua, esa letra, y me lleva al caso de violencia contra la mujer que desembocó en el despido del integrante Javier Varela. Casi lo imagino, casi lo veo, el Santa Claus sucio estrangulando y escupiendo a una mujer, en público, sin importar los testigos, las cámaras, la violencia sin adulterar.
El video clip, grabado antes de estos hechos, todavía muestran a Varela, y el concepto alude a una relación conflictiva.
Termino sintiéndome culpable al escuchar este disco. No puedo aislarlo del contexto que he mencionado. Sé que justos no pagan por pecadores, en el esfuerzo colectivo del disco, y no se aíslan los sonidos, como en los canales de una consola. Lo escucho todo, lo siento.
Hace poco tomé la decisión de perderme un concierto de Easy Easy aquí en la Ciudad de Guatemala. Un lugar inhóspito a ratos, donde un hombre hace preguntas que le servirán para justificar los golpes, donde no olvido la bio de Lucre Hernández Mack en Twitter: “En una relación misógina con el país. (Me pega porque me quiere. Es que yo lo provoco. Pero ya me prometió que va a cambiar.)”
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