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Se busca a los 300 de Guatemala

Redacción República
14 de junio, 2018

Este artículo lo dedico a Evelyn Ordonez, heroína del Club de Golf La Reunión, en el evento tan devastador de la erupción del volcán de fuego. Su sentido común salvó muchas vidas, de gente trabajadora, empresarios y turistas, todos igual de importantes. Ojalá el profesionalismo de esta chapina no de nacimiento, pero si de corazón, como el de todos los valientes cuerpos de socorro y voluntarios inmersos en ayudar en la tragedia, sirva de ejemplo a todos.

Este 2018 esta siendo y va a ser muy importante para Guatemala. A un año de las próximas elecciones el momento es clave, tras meses de tormenta política y acontecimientos terribles.

Pues a ya tan poco tiempo de las elecciones, se necesitaurgente la creación de un nuevo partido político en Guatemala, que ponga los intereses colectivos por encima de los individuales; que ponga la ética y honradez, como premisas principales arriba de cualquier otra; que incluya profesionales de prestigio, capaces, dispuestos,trabajadores, preparados para encomiendas duras, y en los que el trabajo en equipo, sea sustodos para el éxito.

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Esta afirmación no es una crítica a la clase política en general. Pues aunque como sabemos, muchos han falladoy siguen fallando, estamos claro que en casi todos los partidos políticos, hay gente con buenas intenciones.

Pero hay que empezar con algo nuevo, limpio, sin trabas del presente o pasado, en el que haya espacio para gente nueva, pero también para aquellos que estando inmersos en la política actual, están dispuestos al cambio positivo o ya forman parte del mismo.

El otro día, reunido con una de esas personas que siempre tuvieron buenas intenciones, pero que al mismo tiempo están presentes en el pasado y presente político de Guatemala, hablábamos de cómo se podría desarrollar el mismo. La primera conclusión que sacamos es que en el mismo debe haber personas con experiencia y nueva sangre, pues la combinación de ambos, es la forma en que realmente se puede dar la oportunidad. Ni experimentos riesgosos, ni la vieja clase política aferrada al poder, sino la combinación de políticos con visión de país con la fuerza de nuevas personas preparadas para dar lo mejor para Guatemala.

Muchos dirán eso es lo que siempre se ha buscado, y no ha funcionado. Es cierto, por eso hablamos de varias premisas que se deben exigir a los miembros de ese nuevo partido.

Empecemos por la idea de un número mínimo pero suficiente de participantes, que desarrollen la esencia del partido. Mínimo, porque si se vuelve masivo es complicado establecer líneas de estrategia en consenso. Suficiente, pues se necesita profesionales capaces en todas las áreas que puedan darle la riqueza necesaria al proyecto.

De ahí la idea de los 300, que empezó en la idea de 100, muy ligada al proyecto de esta estimable política con la que nos reunimos. Más preferí subirlo a 300, en memoria de esos espartanos, que supieron luchar y superar los retos de una fuerza enemiga que los superaba infinitamente en número, pero no en patriotismo, visión, fe, y unión.

Hoy siglos después de esa batalla, Guatemala necesita esos 300 guatemaltecos, que deben poseer dichas virtudes y muchas más. Honrados, éticos, patriotas pero con visión de mundo, visionarios pero con la capacidad de convertir las ideas en realidad, personas de fe, religiosas o espiritualmente, que tengan como principal premisa de trabajo y de vida, el trabajo en equipo, que entiendan que con la cooperación se consigue más que con el individualismo. Como dice aquel viejo proverbio africano, que comprendan, que viajando solo se llega más rápido, pero viajando acompañado se llega más lejos.

Remarco ese punto de “teamwork”, pues uno de los temas que me he encontrado en mi experiencia de trabajo en Guatemala, es que en mis ya 9 años de experienciatrabajando en el país, he conocido grandes profesionales con intenciones muy buenas, pero como en toda sociedad no tan grande, siempre ha habido cierta desconfianza de los mismos hacia otros buenos profesionales como ellos. Quizás al hecho de que como en toda sociedad pequeñacasi todos nos conocemos demasiado bien.

Y como nos conocemos demasiado bien, sabemos de los errores de los otros. Pero quien no ha cometido algún error, que levante la primera piedra. Es por tanto clave, que este nuevo grupo asuma que hay personas con fallos, con los que es posible que no nos llevemos tan bien por circunstancias pasadas o presentes, pero que en nuestro profundo ser sabemos que pueden aportar mucho. Si solo en vez de pensar en los seguros defectos que todos tienen y tenemos, nos centramos en sus capacidades y fortalezas.

La clave es establecer las fortalezas de cada uno de estos 300 iguales, y dejar que sus debilidades las trabajen los que sean fuertes en esos otros apartados. Y no querer ser el que más sabe en todo, dejemos la soberbia atrás. También entender que trabajar en equipo no es siempre ceder a lo que opinan los demás, eso es sumisión, que es justo lo que no queremos para este nuevo proyecto. Simplemente escuchar a los que saben de cada tema, y si hay discrepancias entre los expertos en un tema, llegar a consenso, mediante el uso de “árbitros”, quizás no expertos en la materia en cuestión, pero que tengan esa visión global para juzgar el camino correcto dentro de las discrepancias que puedan surgir.

Y como nos aseguramos encontrar a dichos 300 héroes de la nueva Guatemala? Pues tan sencillo como hacer pruebas de polígrafo primero de todo para identificar la honradez como esencia inicial básica a solicitar a los integrantes de este equipo. Se que este punto puede crear ciertas asperezas, pero el que nada debe, nada teme. Comomuchas pruebas de pre-empleo en la Guatemala actual, esto nos permite identificar individuos éticos, que en “la era de la corrupción” (a nivel mundial, no solo en Guatemala), es esencial.

Más no debemos de quedarnos solo en esta primera prueba. Una persona honrada, no es garantía del éxito. Las personas deben estar preparadas para el puesto que se les considere. Se debe acabar esa idea de democracia barata, en la que cualquiera puede ser político. Si para ser médico, bombero, o recepcionista, hay que tener ciertas actitudes, como no se debe tener para dirigir un país, o una cartera tan clave como la salud, las infraestructuras o la educación. Y por supuesto, y según las capacidades y preparación de cada uno, se le asignará unas tareas u otras en la estructura del nuevo partido.

Queremos técnicos sobre políticos. Por supuesto es necesario ciertos dotes políticos, pero la esencia debe ser técnica. Basta ya de personas que suben mediante sus dotes políticas, pero luego no aportan nada.

Eso no quiere decir que no se acepten profesionales que hayan trabajado en la política, pero deben tener capacidades técnicas para el giro que se les quiera dar enesta visión de nueva estructura partidaria. Y esta experiencia debe estar validada no solo con un título universitario, maestría o doctorado,  sino también con experiencia profesional y buenas referencias personales y profesionales.

Y cómo garantizamos que sean profesionales cooperativos, esto también se consigue con pruebas psicológicas que cualquier profesional de recursos humanos tiene entre sus conocimientos.

Y finalmente, y como última premisa clave, que tengan inteligencia emocional, que también se puede validar con pruebas psicológicas, pues alguien puede ser un técnico excelente, pero sin la inteligencia emocional suficiente, de nada vale. Pues las malas emociones harán que tanto conocimiento y expertise, no valga de nada, pudiendo tirarse a la borda cualquier tema, por un brote de emocionalidad equivocada.

El otro día hablando con dos grandes líderes social y profesional del país, me hablaban de ese proyecto incipiente, llamado “La Cantina”, que pudiera ser la base de este proyecto. Aunque la historia detrás de dicho nombre, tiene su razón (en una alejada población de Brasil sus habitantes se dieron cuenta que hacía falta hacer una cantina para dialogar sobre sus problemas y como arreglarlos), yo prefiero otro nombre para este proyecto de los 300.

Me quedo mejor con “La Guardería”, dejemos de pensar en nuestros placeres, sino en nuestros hijos. No se si pienso así por mi hija, mi chapinita que me encantaría pudiera vivir en un mejor país. Pero creo que sería mucho más inspiracional que las reuniones de este nuevo grupo se dieran viendo a nuestros hijos jugar, aprender, para volver como ellos a soñar por un mundo mejor, apasionarnos como ellos por las cosas sencillas, y construir como ellos,desde la nada, una vida mejor.

Todos están invitados. Invito incluso a aquellos que cayeron en la corrupción, pero están dispuestos a cambiar. Si el deseo es legítimo, y  las pruebas de polígrafo y psicológica determinarán al respecto, pues rectificar es de sabios, y perdonar de hombres (y mujeres). Y si la creatividad que algunos usaron para la corrupción, se usa ahora por una causa país, más que bienvenidos. Ejemplos de ellos tenemos en muchos países, que usan a antiguos famosos estafadores o hackers, ahora como el frente contra el fraude.

En el camino, algunos, los 300, estarán en el campo de batalla, otros, ya sea porque no nos gusta el protagonismo, o porque somos extranjeros, estaremos detrás apoyando. Como la flota ateniense, estuvo apoyando a dichos 300 héroes espartanos, siglos atrás. La batalla ha comenzado, que nadie quede atrás.    

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Se busca a los 300 de Guatemala

Redacción República
14 de junio, 2018

Este artículo lo dedico a Evelyn Ordonez, heroína del Club de Golf La Reunión, en el evento tan devastador de la erupción del volcán de fuego. Su sentido común salvó muchas vidas, de gente trabajadora, empresarios y turistas, todos igual de importantes. Ojalá el profesionalismo de esta chapina no de nacimiento, pero si de corazón, como el de todos los valientes cuerpos de socorro y voluntarios inmersos en ayudar en la tragedia, sirva de ejemplo a todos.

Este 2018 esta siendo y va a ser muy importante para Guatemala. A un año de las próximas elecciones el momento es clave, tras meses de tormenta política y acontecimientos terribles.

Pues a ya tan poco tiempo de las elecciones, se necesitaurgente la creación de un nuevo partido político en Guatemala, que ponga los intereses colectivos por encima de los individuales; que ponga la ética y honradez, como premisas principales arriba de cualquier otra; que incluya profesionales de prestigio, capaces, dispuestos,trabajadores, preparados para encomiendas duras, y en los que el trabajo en equipo, sea sustodos para el éxito.

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Esta afirmación no es una crítica a la clase política en general. Pues aunque como sabemos, muchos han falladoy siguen fallando, estamos claro que en casi todos los partidos políticos, hay gente con buenas intenciones.

Pero hay que empezar con algo nuevo, limpio, sin trabas del presente o pasado, en el que haya espacio para gente nueva, pero también para aquellos que estando inmersos en la política actual, están dispuestos al cambio positivo o ya forman parte del mismo.

El otro día, reunido con una de esas personas que siempre tuvieron buenas intenciones, pero que al mismo tiempo están presentes en el pasado y presente político de Guatemala, hablábamos de cómo se podría desarrollar el mismo. La primera conclusión que sacamos es que en el mismo debe haber personas con experiencia y nueva sangre, pues la combinación de ambos, es la forma en que realmente se puede dar la oportunidad. Ni experimentos riesgosos, ni la vieja clase política aferrada al poder, sino la combinación de políticos con visión de país con la fuerza de nuevas personas preparadas para dar lo mejor para Guatemala.

Muchos dirán eso es lo que siempre se ha buscado, y no ha funcionado. Es cierto, por eso hablamos de varias premisas que se deben exigir a los miembros de ese nuevo partido.

Empecemos por la idea de un número mínimo pero suficiente de participantes, que desarrollen la esencia del partido. Mínimo, porque si se vuelve masivo es complicado establecer líneas de estrategia en consenso. Suficiente, pues se necesita profesionales capaces en todas las áreas que puedan darle la riqueza necesaria al proyecto.

De ahí la idea de los 300, que empezó en la idea de 100, muy ligada al proyecto de esta estimable política con la que nos reunimos. Más preferí subirlo a 300, en memoria de esos espartanos, que supieron luchar y superar los retos de una fuerza enemiga que los superaba infinitamente en número, pero no en patriotismo, visión, fe, y unión.

Hoy siglos después de esa batalla, Guatemala necesita esos 300 guatemaltecos, que deben poseer dichas virtudes y muchas más. Honrados, éticos, patriotas pero con visión de mundo, visionarios pero con la capacidad de convertir las ideas en realidad, personas de fe, religiosas o espiritualmente, que tengan como principal premisa de trabajo y de vida, el trabajo en equipo, que entiendan que con la cooperación se consigue más que con el individualismo. Como dice aquel viejo proverbio africano, que comprendan, que viajando solo se llega más rápido, pero viajando acompañado se llega más lejos.

Remarco ese punto de “teamwork”, pues uno de los temas que me he encontrado en mi experiencia de trabajo en Guatemala, es que en mis ya 9 años de experienciatrabajando en el país, he conocido grandes profesionales con intenciones muy buenas, pero como en toda sociedad no tan grande, siempre ha habido cierta desconfianza de los mismos hacia otros buenos profesionales como ellos. Quizás al hecho de que como en toda sociedad pequeñacasi todos nos conocemos demasiado bien.

Y como nos conocemos demasiado bien, sabemos de los errores de los otros. Pero quien no ha cometido algún error, que levante la primera piedra. Es por tanto clave, que este nuevo grupo asuma que hay personas con fallos, con los que es posible que no nos llevemos tan bien por circunstancias pasadas o presentes, pero que en nuestro profundo ser sabemos que pueden aportar mucho. Si solo en vez de pensar en los seguros defectos que todos tienen y tenemos, nos centramos en sus capacidades y fortalezas.

La clave es establecer las fortalezas de cada uno de estos 300 iguales, y dejar que sus debilidades las trabajen los que sean fuertes en esos otros apartados. Y no querer ser el que más sabe en todo, dejemos la soberbia atrás. También entender que trabajar en equipo no es siempre ceder a lo que opinan los demás, eso es sumisión, que es justo lo que no queremos para este nuevo proyecto. Simplemente escuchar a los que saben de cada tema, y si hay discrepancias entre los expertos en un tema, llegar a consenso, mediante el uso de “árbitros”, quizás no expertos en la materia en cuestión, pero que tengan esa visión global para juzgar el camino correcto dentro de las discrepancias que puedan surgir.

Y como nos aseguramos encontrar a dichos 300 héroes de la nueva Guatemala? Pues tan sencillo como hacer pruebas de polígrafo primero de todo para identificar la honradez como esencia inicial básica a solicitar a los integrantes de este equipo. Se que este punto puede crear ciertas asperezas, pero el que nada debe, nada teme. Comomuchas pruebas de pre-empleo en la Guatemala actual, esto nos permite identificar individuos éticos, que en “la era de la corrupción” (a nivel mundial, no solo en Guatemala), es esencial.

Más no debemos de quedarnos solo en esta primera prueba. Una persona honrada, no es garantía del éxito. Las personas deben estar preparadas para el puesto que se les considere. Se debe acabar esa idea de democracia barata, en la que cualquiera puede ser político. Si para ser médico, bombero, o recepcionista, hay que tener ciertas actitudes, como no se debe tener para dirigir un país, o una cartera tan clave como la salud, las infraestructuras o la educación. Y por supuesto, y según las capacidades y preparación de cada uno, se le asignará unas tareas u otras en la estructura del nuevo partido.

Queremos técnicos sobre políticos. Por supuesto es necesario ciertos dotes políticos, pero la esencia debe ser técnica. Basta ya de personas que suben mediante sus dotes políticas, pero luego no aportan nada.

Eso no quiere decir que no se acepten profesionales que hayan trabajado en la política, pero deben tener capacidades técnicas para el giro que se les quiera dar enesta visión de nueva estructura partidaria. Y esta experiencia debe estar validada no solo con un título universitario, maestría o doctorado,  sino también con experiencia profesional y buenas referencias personales y profesionales.

Y cómo garantizamos que sean profesionales cooperativos, esto también se consigue con pruebas psicológicas que cualquier profesional de recursos humanos tiene entre sus conocimientos.

Y finalmente, y como última premisa clave, que tengan inteligencia emocional, que también se puede validar con pruebas psicológicas, pues alguien puede ser un técnico excelente, pero sin la inteligencia emocional suficiente, de nada vale. Pues las malas emociones harán que tanto conocimiento y expertise, no valga de nada, pudiendo tirarse a la borda cualquier tema, por un brote de emocionalidad equivocada.

El otro día hablando con dos grandes líderes social y profesional del país, me hablaban de ese proyecto incipiente, llamado “La Cantina”, que pudiera ser la base de este proyecto. Aunque la historia detrás de dicho nombre, tiene su razón (en una alejada población de Brasil sus habitantes se dieron cuenta que hacía falta hacer una cantina para dialogar sobre sus problemas y como arreglarlos), yo prefiero otro nombre para este proyecto de los 300.

Me quedo mejor con “La Guardería”, dejemos de pensar en nuestros placeres, sino en nuestros hijos. No se si pienso así por mi hija, mi chapinita que me encantaría pudiera vivir en un mejor país. Pero creo que sería mucho más inspiracional que las reuniones de este nuevo grupo se dieran viendo a nuestros hijos jugar, aprender, para volver como ellos a soñar por un mundo mejor, apasionarnos como ellos por las cosas sencillas, y construir como ellos,desde la nada, una vida mejor.

Todos están invitados. Invito incluso a aquellos que cayeron en la corrupción, pero están dispuestos a cambiar. Si el deseo es legítimo, y  las pruebas de polígrafo y psicológica determinarán al respecto, pues rectificar es de sabios, y perdonar de hombres (y mujeres). Y si la creatividad que algunos usaron para la corrupción, se usa ahora por una causa país, más que bienvenidos. Ejemplos de ellos tenemos en muchos países, que usan a antiguos famosos estafadores o hackers, ahora como el frente contra el fraude.

En el camino, algunos, los 300, estarán en el campo de batalla, otros, ya sea porque no nos gusta el protagonismo, o porque somos extranjeros, estaremos detrás apoyando. Como la flota ateniense, estuvo apoyando a dichos 300 héroes espartanos, siglos atrás. La batalla ha comenzado, que nadie quede atrás.    

República es ajena a la opinión expresada en este artículo