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Injusticia por falta de medidas sustitutivas

Ramon Parellada
15 de junio, 2018

Estoy disgustado, consternado e indignado por el fallecimiento del Dr. Jesús Oliva.  No lo conocía, pero a todos a quienes he preguntado por él y le conocían sólo cosas buenas me han dicho.  Que era una excelente persona y médico.  Que estaba sufriendo mucho en la cárcel por haberle tocado representar a la USAC en la directiva del IGSS cuando ocurrió todo lo de las capturas del caso PISA-IGSS desde mayo de 2015.

Lo que más cólera da es que el podía haber tenido la medida sustitutiva, es decir, arresto domiciliario, en vez de estar en prisión si los tribunales de justicia actuaran con mayor celeridad.  Su abogado había indicado que su cliente, el Dr. Oliva, padecía de depresión y que necesitaba salir urgentemente de la prisión dado que ya hablaba incluso de suicidio.  Y esta fue precisamente la causa de su muerte, en prisión, luego que le fuera denegada por enésima vez la medida sustitutiva.  

Después de 3 años de estar esperando un juicio, el caso sigue en el mayor de los tortuguismos.  No avanza.  Y los capturados, cuya presunción de inocencia debe mantenerse hasta el final, están esperando el juicio.  Este caso ya le cobró la vida a otro de los capturados.  Otro médico.  Se trata del Dr. Erwin Raúl Castañeda quien falleció en septiembre de 2016 por un problema cardiorrespiratorio.  Posiblemente, de haber tenido una medida sustitutiva en aquel entonces, hubiera tenido un inmediato y adecuado tratamiento y estaría vivo aún. 

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En Guatemala, la prisión preventiva es exagerada.  Ya lo dijo Minugua en su momento, lo han dicho organizaciones de derechos Humanos y lo hemos visto con los últimos casos donde vemos un exceso de uso de esta figura.  Tomando en cuenta que el sistema penitenciario no puede garantizar la vida y la salud de los prisioneros y dado el hacinamiento que existe en los centros de prisión preventiva, lo más lógico sería revisar a profundidad por qué los jueces no otorgan más medidas sustitutivas.  

En este caso también se encuentra quien era el representante del Banco de Guatemala ante el IGSS, Julio Suarez, y quien representaba al CACIF, Max Quirin.  Ambos conocidos míos y que dudo que estuvieran implicados.  Pero por estar en la directiva llevan 3 años en prisión preventiva sin haber conseguido aún la medida sustitutiva.

De resultar inocentes varios de estas personas, el tribunal se habría paseado en la vida de ellos, al menos perdieron hasta ahora 3 valiosos años de sus vidas y todo esto les ha implicado un mayor costo para sus familiares y amigos.  No digamos el daño moral y psicológico que esto causa a los detenidos que resultaren inocentes.

Espero que no ocurran más muertes y que la vida de ambos médicos sirva para que se revisen los procedimientos en nuestros tribunales de justicia a modo de otorgar más medidas sustitutivas y no prisión preventiva, respetando siempre la presunción de inocencia a menos que se tengan pruebas contundentes con evidencia sólida.

Mientras tanto, ¿Quién quiere ser representante de sus instituciones ante el IGSS?  Dudo que alguien quiera serlo.  

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Injusticia por falta de medidas sustitutivas

Ramon Parellada
15 de junio, 2018

Estoy disgustado, consternado e indignado por el fallecimiento del Dr. Jesús Oliva.  No lo conocía, pero a todos a quienes he preguntado por él y le conocían sólo cosas buenas me han dicho.  Que era una excelente persona y médico.  Que estaba sufriendo mucho en la cárcel por haberle tocado representar a la USAC en la directiva del IGSS cuando ocurrió todo lo de las capturas del caso PISA-IGSS desde mayo de 2015.

Lo que más cólera da es que el podía haber tenido la medida sustitutiva, es decir, arresto domiciliario, en vez de estar en prisión si los tribunales de justicia actuaran con mayor celeridad.  Su abogado había indicado que su cliente, el Dr. Oliva, padecía de depresión y que necesitaba salir urgentemente de la prisión dado que ya hablaba incluso de suicidio.  Y esta fue precisamente la causa de su muerte, en prisión, luego que le fuera denegada por enésima vez la medida sustitutiva.  

Después de 3 años de estar esperando un juicio, el caso sigue en el mayor de los tortuguismos.  No avanza.  Y los capturados, cuya presunción de inocencia debe mantenerse hasta el final, están esperando el juicio.  Este caso ya le cobró la vida a otro de los capturados.  Otro médico.  Se trata del Dr. Erwin Raúl Castañeda quien falleció en septiembre de 2016 por un problema cardiorrespiratorio.  Posiblemente, de haber tenido una medida sustitutiva en aquel entonces, hubiera tenido un inmediato y adecuado tratamiento y estaría vivo aún. 

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En Guatemala, la prisión preventiva es exagerada.  Ya lo dijo Minugua en su momento, lo han dicho organizaciones de derechos Humanos y lo hemos visto con los últimos casos donde vemos un exceso de uso de esta figura.  Tomando en cuenta que el sistema penitenciario no puede garantizar la vida y la salud de los prisioneros y dado el hacinamiento que existe en los centros de prisión preventiva, lo más lógico sería revisar a profundidad por qué los jueces no otorgan más medidas sustitutivas.  

En este caso también se encuentra quien era el representante del Banco de Guatemala ante el IGSS, Julio Suarez, y quien representaba al CACIF, Max Quirin.  Ambos conocidos míos y que dudo que estuvieran implicados.  Pero por estar en la directiva llevan 3 años en prisión preventiva sin haber conseguido aún la medida sustitutiva.

De resultar inocentes varios de estas personas, el tribunal se habría paseado en la vida de ellos, al menos perdieron hasta ahora 3 valiosos años de sus vidas y todo esto les ha implicado un mayor costo para sus familiares y amigos.  No digamos el daño moral y psicológico que esto causa a los detenidos que resultaren inocentes.

Espero que no ocurran más muertes y que la vida de ambos médicos sirva para que se revisen los procedimientos en nuestros tribunales de justicia a modo de otorgar más medidas sustitutivas y no prisión preventiva, respetando siempre la presunción de inocencia a menos que se tengan pruebas contundentes con evidencia sólida.

Mientras tanto, ¿Quién quiere ser representante de sus instituciones ante el IGSS?  Dudo que alguien quiera serlo.  

República es ajena a la opinión expresada en este artículo