En la extinta Unión Soviética, los cosmonautas, que en Occidente llamamos astronautas, fueron admirados y venerados como verdaderos héroes, y aun hoy lo son en la Rusia actual en el Monumento a los Conquistadores del Espacio.
Cosmonautas, los héroes soviéticos de la carrera espacial
El Monumento a los Conquistadores del Espacio se erige frente a la entrada principal del Centro de Exhibiciones de Rusia (conocido anteriormente como la Exhibición de Logros de la Economía Nacional, VDNKh) en la zona noreste de la capital rusa.
Se trata de una espectacular columna de 100 metros de altura que dibuja una parábola y se alzó cinco años después de la hazaña de Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio exterior a bordo de la nave Vostok 1 en el año 1958.
Se eligió el diseño de un obelisco curvado sobre un pilar de titanio. La idea era reproducir la estela plateada de una nave despegando hacia el espacio. En su cúspide, cómo no, se sitúa un cohete similar al que usó Gagarin en su increíble viaje.
La base del monumento está adornada con relieves esculpidos en el más puro estilo hierático propio del arte soviético. Representan a los científicos y cosmonautas trabajando para mejorar el programa espacial de la URSS, sin olvidar a la perrita Laika, el primer ser de nuestro planeta que viajó al cosmos.
Tomado de Canal de Viajes
En la extinta Unión Soviética, los cosmonautas, que en Occidente llamamos astronautas, fueron admirados y venerados como verdaderos héroes, y aun hoy lo son en la Rusia actual en el Monumento a los Conquistadores del Espacio.
Cosmonautas, los héroes soviéticos de la carrera espacial
El Monumento a los Conquistadores del Espacio se erige frente a la entrada principal del Centro de Exhibiciones de Rusia (conocido anteriormente como la Exhibición de Logros de la Economía Nacional, VDNKh) en la zona noreste de la capital rusa.
Se trata de una espectacular columna de 100 metros de altura que dibuja una parábola y se alzó cinco años después de la hazaña de Yuri Gagarin, el primer hombre que viajó al espacio exterior a bordo de la nave Vostok 1 en el año 1958.
Se eligió el diseño de un obelisco curvado sobre un pilar de titanio. La idea era reproducir la estela plateada de una nave despegando hacia el espacio. En su cúspide, cómo no, se sitúa un cohete similar al que usó Gagarin en su increíble viaje.
La base del monumento está adornada con relieves esculpidos en el más puro estilo hierático propio del arte soviético. Representan a los científicos y cosmonautas trabajando para mejorar el programa espacial de la URSS, sin olvidar a la perrita Laika, el primer ser de nuestro planeta que viajó al cosmos.
Tomado de Canal de Viajes