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Sacar ventaja de la tragedia

Betty Marroquin
21 de junio, 2018

¿De quién es la culpa de que hayan casi dos mil niños en los refugios en la frontera sin sus padres? Obvio de los niños, criaturas indefensas, no es. Pero vale la pena analizar que grado de responsabilidad tienen los adultos que se los llevan o los mandan “al norte”, tanto como la de quienes estropean las posibilidades que tienen países como Guatemala de generar el empleo necesario para que esos adultos no tengan que emigrar, y esos niños tengan un futuro en su país de origen. Las leyes de inmigración son complejas y porosas, y como toda ley, imperfectas, como todo lo hecho por seres humanos.

Interesante que usen este tema como arma política contra Trump, cuando el origen del problema data de la Administración Clinton y fue implementada por Bush y Obama sin titulares en los medios. Es decir, la ley que hoy atacan los Demócratas y algunos Republicanos hipócritas se origina en una decisión de la Corte Federal de 1997 conocida como Flores vs. Reno o el “acuerdo Flores”. Esa decisión federal es la que prohíbe que los padres que son inmigrantes ilegales puedan retener a sus hijos mientras están a espera de ser deportados en los centros de detención para inmigrantes ilegales. El acuerdo Flores determina que los niños sean entregados al pariente o amigo más cercano siempre que esté legalmente en los EEUU, y que de no existir, el gobierno mantenga a los niños en el ambiente menos restrictivo posible. Ahora se sabe, si bien los medios insisten en omitir este detalle, la Administración Clinton ha venido desde hace meses tratando de modificar esto ya que contrario a la creencia popular no puede eliminarlo de un plumazo. Asímismo, Republicanos en el Congreso han venido analizando como cambiar la Ley, para evitar estas tragedias.

El problema de los menores que viajan sólos ilegalmente a los EEUU data de los 80s. No es nada nuevo, cosa que no justifica ni disminuye su gravedad. Antes de llegar a su culminación en el 97 el caso Flores que inició por una inmigrante salvadoreña de 17 años que fue recluida y sometida a constantes humillaciones y abusos aún estando bajo custodia pudiendo ser entregada a un pariente legalmente viviendo en los EEUU, pasó por varias cortes antes de llegar a la Corte Suprema. Lo grave es que a partir de 1997 cuando la Administración Clinton aceptó acatar el dictámen se sentó un precedente para el tratamiento de los menores que considera “sin acompañamiento” de pariente o adulto legal. Es por esto que son separados de los padres o custodios.

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La Administración Obama trató de mitigar esto manteniendo juntos a padres e hijos y tratando de deportarlos a la mayor velocidad posible. La otra praxis que viene siendo aplicada desde la Administración Obama y ha sido aplicada por la Trump es que luego de 20 días son liberados los padres y sus menores. La Administración Trump ve como ventajoso inclusive financieramente mantener a padres e hijos juntos y deportarlos a todos juntos a la mayor brevedad en lugar de tener que separarlos, subiendo los costos para el Estado.

A nosotros, en Guatemala, además de la tragedia que esto constituye para tantas familias, debiéra preocuparnos porque tuvieron que irse, para comenzar. Si se les proveyera de oportunidades aquí, en su tierra, la gente no tendría que mirar “al norte” para mejorar sus vidas. Irónicamente, quienes se empeñan en mantener a Guatemala en la ruina eliminando la inversión nacional y extranjera a toda costa, son los primeros en rasgarse las vestiduras acusando a Trump y a las autoridades nacionales de “inhumanas”. Me llama la atención que todo esto haya sucedido en los Estados Unidos en las narices de ex Embajadores ante la Casa Blanca que ahora también se rasgan las vestiduras junto a ex Cancilleres que fueron miopes o no les importó los cambios que se daban en los EEUU. O bien, que sabían y saben perfectamente que lo que otros países piensan no afecta los asuntos internos de los EEUU. Vergonzoso que usen estas tragedias para sus objetivos políticos. Me alegra que Trump esté buscando una solución permanente a esta situación.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Sacar ventaja de la tragedia

Betty Marroquin
21 de junio, 2018

¿De quién es la culpa de que hayan casi dos mil niños en los refugios en la frontera sin sus padres? Obvio de los niños, criaturas indefensas, no es. Pero vale la pena analizar que grado de responsabilidad tienen los adultos que se los llevan o los mandan “al norte”, tanto como la de quienes estropean las posibilidades que tienen países como Guatemala de generar el empleo necesario para que esos adultos no tengan que emigrar, y esos niños tengan un futuro en su país de origen. Las leyes de inmigración son complejas y porosas, y como toda ley, imperfectas, como todo lo hecho por seres humanos.

Interesante que usen este tema como arma política contra Trump, cuando el origen del problema data de la Administración Clinton y fue implementada por Bush y Obama sin titulares en los medios. Es decir, la ley que hoy atacan los Demócratas y algunos Republicanos hipócritas se origina en una decisión de la Corte Federal de 1997 conocida como Flores vs. Reno o el “acuerdo Flores”. Esa decisión federal es la que prohíbe que los padres que son inmigrantes ilegales puedan retener a sus hijos mientras están a espera de ser deportados en los centros de detención para inmigrantes ilegales. El acuerdo Flores determina que los niños sean entregados al pariente o amigo más cercano siempre que esté legalmente en los EEUU, y que de no existir, el gobierno mantenga a los niños en el ambiente menos restrictivo posible. Ahora se sabe, si bien los medios insisten en omitir este detalle, la Administración Clinton ha venido desde hace meses tratando de modificar esto ya que contrario a la creencia popular no puede eliminarlo de un plumazo. Asímismo, Republicanos en el Congreso han venido analizando como cambiar la Ley, para evitar estas tragedias.

El problema de los menores que viajan sólos ilegalmente a los EEUU data de los 80s. No es nada nuevo, cosa que no justifica ni disminuye su gravedad. Antes de llegar a su culminación en el 97 el caso Flores que inició por una inmigrante salvadoreña de 17 años que fue recluida y sometida a constantes humillaciones y abusos aún estando bajo custodia pudiendo ser entregada a un pariente legalmente viviendo en los EEUU, pasó por varias cortes antes de llegar a la Corte Suprema. Lo grave es que a partir de 1997 cuando la Administración Clinton aceptó acatar el dictámen se sentó un precedente para el tratamiento de los menores que considera “sin acompañamiento” de pariente o adulto legal. Es por esto que son separados de los padres o custodios.

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La Administración Obama trató de mitigar esto manteniendo juntos a padres e hijos y tratando de deportarlos a la mayor velocidad posible. La otra praxis que viene siendo aplicada desde la Administración Obama y ha sido aplicada por la Trump es que luego de 20 días son liberados los padres y sus menores. La Administración Trump ve como ventajoso inclusive financieramente mantener a padres e hijos juntos y deportarlos a todos juntos a la mayor brevedad en lugar de tener que separarlos, subiendo los costos para el Estado.

A nosotros, en Guatemala, además de la tragedia que esto constituye para tantas familias, debiéra preocuparnos porque tuvieron que irse, para comenzar. Si se les proveyera de oportunidades aquí, en su tierra, la gente no tendría que mirar “al norte” para mejorar sus vidas. Irónicamente, quienes se empeñan en mantener a Guatemala en la ruina eliminando la inversión nacional y extranjera a toda costa, son los primeros en rasgarse las vestiduras acusando a Trump y a las autoridades nacionales de “inhumanas”. Me llama la atención que todo esto haya sucedido en los Estados Unidos en las narices de ex Embajadores ante la Casa Blanca que ahora también se rasgan las vestiduras junto a ex Cancilleres que fueron miopes o no les importó los cambios que se daban en los EEUU. O bien, que sabían y saben perfectamente que lo que otros países piensan no afecta los asuntos internos de los EEUU. Vergonzoso que usen estas tragedias para sus objetivos políticos. Me alegra que Trump esté buscando una solución permanente a esta situación.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo