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Estatismo 1 – ¿? México

Redacción
27 de junio, 2018

México sorprendió al mundo el pasado domingo 17 de junio cuando venciera a la potente Alemania en el Mundial de Rusia. ¿Serán capaces los mejicanos de dar una sorpresa en las elecciones del próximo 1 de julio cuando se enfrenten al todopoderoso Sistema estatista?

Los mejicanos ahora, pero hace algunos días Colombia y hace algunos años Ecuador, Guatemala, Argentina y Chile, están frente a una disyuntiva que pocos advierten: votar entre la izquierda dura de AMLO (Andrés Manuel López Obrador), el centro social-demócrata del Trudeau mejicano, Ricardo Anaya, y la derecha mala de Jose Antonio Meade. Parafraseando al filósofo brasilero Olavo de Carvalho: no vivimos en democracias normales sino en democraciaspatológicas, donde escogemos entre la izquierda dura, la izquierda blanda y más izquierda.

Es así. Las propuestas sobre las cuales los mejicanos deberán elegir presidente en unos días solo se distinguen en una cuestión de grado. AMLO ofrece claramente “distribuir con justicia la riqueza de la nación”, Anaya por su parte “que México deje de ser el país de los salarios bajos”, incrementando para ello “el salario mínimo” y Meade, sin quedarse lejos, ofrece que “las mujeres tengan igual salario que los hombres, sin regateos ni excepciones”.

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Es así. Vivimos en democracias patológicas, donde solo existen partidos de izquierda y donde estos han confeccionado las reglas a su sabor y antojo, justamente para que no emerjan partidos de derecha buena (no mercantilista). Vivimos en democracias antiliberales, donde el voto nulo y en blanco no son válidos y donde el abstencionismo es considerado un pecado cívico. En una democracia liberal estas son expresiones válidas y fiel reflejo de lo que en microeconomía se conoce como “indiferencia del consumidor”: como las ofertas (políticas) proporcionan la misma utilidad al votante, este sencillamente prefiere abstenerse de votar, y ante la obligatoriedad en algunos casos, votar nulo o en blanco.

¿Y que pasa si votas por el “mal menor”? Resulta ser peor; los casos de Kuczynski (Perú), de Macri (Argentina) y de Temer (Brasil) son evidencia irrefutable; ciertamente, no llegaron al poder quienes podrían haber emulado a los Chávez, a los Ortega o a los Correa, pero todos ellos han sucumbido a presiones de la izquierda blanda y dura, haciendo más tortuoso el camino. El caso de Macri, de derechamercantilista y supuestamente conservador, abogando porque los legisladores debatan la despenalización del aborto es prueba de ello. Preferir la sartén a la llama no es mejor. Votar por el “mal menor” es la trampa de la democracia antiliberal y estatista, es un engaño psicológico que alimenta una vana ilusión. Más temprano que tarde terminas haciendo concesión de Principios, dando argumentos a la izquierda para entronizarse más en el Sistema y demostrándole que no necesitan estar en el poder para concretar su agenda.

Los mejicanos es muy probable que pasen a octavos de final sin mayores obstáculos, pero que gane el abstencionismo como ha ganado en países como Chile y Eslovenia lo dudo. No obstante, el Movimiento político para México 5 Reformas con el apoyo del Foro Liberal de América Latina se ha lanzado una campaña audaz: la del#VotoAntisistema. Esta se propone describir el fenómeno del abstencionismo y la legitimidad del voto en blanco y el voto nulo como expresiones políticas igualmente cívicas. La campaña es acompañada de una petición de reforma para liberar los partidos políticos y reivindicar la democracia liberal.

Mientras no haya en la papeleta una propuesta liberal y verdaderamente de derecha Capitalista, conviene apostar por rechazar el sistema, y la única manera pacífica de hacerlo es absteniéndose de votar, votar nulo o votar en blanco, todas formas de expresión política legítimas y emocionalmente sanas. Y si quieres cambiar el sistema para bien, los Cinco Reformistas te invitamos a participar en Política, no en politiquería; te invitamos a ser parte de esta Devolución de partidos políticos a los mejicanos y ciudadanos latinoamericanos, y a aplicar los principios de gobierno limitado, mercados libres y propiedad privada a nuestras naciones, para que cada cuatro años no solo logremos ganar importantes partidos de futbol sino también podamos vencer al estatismo imperante. ¡Estás invitado a ser diferente!

___________

Jorge David Chapas es empresario, académico y político liberal clásico. Presidente del Foro Liberal de América Latina.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Estatismo 1 – ¿? México

Redacción
27 de junio, 2018

México sorprendió al mundo el pasado domingo 17 de junio cuando venciera a la potente Alemania en el Mundial de Rusia. ¿Serán capaces los mejicanos de dar una sorpresa en las elecciones del próximo 1 de julio cuando se enfrenten al todopoderoso Sistema estatista?

Los mejicanos ahora, pero hace algunos días Colombia y hace algunos años Ecuador, Guatemala, Argentina y Chile, están frente a una disyuntiva que pocos advierten: votar entre la izquierda dura de AMLO (Andrés Manuel López Obrador), el centro social-demócrata del Trudeau mejicano, Ricardo Anaya, y la derecha mala de Jose Antonio Meade. Parafraseando al filósofo brasilero Olavo de Carvalho: no vivimos en democracias normales sino en democraciaspatológicas, donde escogemos entre la izquierda dura, la izquierda blanda y más izquierda.

Es así. Las propuestas sobre las cuales los mejicanos deberán elegir presidente en unos días solo se distinguen en una cuestión de grado. AMLO ofrece claramente “distribuir con justicia la riqueza de la nación”, Anaya por su parte “que México deje de ser el país de los salarios bajos”, incrementando para ello “el salario mínimo” y Meade, sin quedarse lejos, ofrece que “las mujeres tengan igual salario que los hombres, sin regateos ni excepciones”.

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Es así. Vivimos en democracias patológicas, donde solo existen partidos de izquierda y donde estos han confeccionado las reglas a su sabor y antojo, justamente para que no emerjan partidos de derecha buena (no mercantilista). Vivimos en democracias antiliberales, donde el voto nulo y en blanco no son válidos y donde el abstencionismo es considerado un pecado cívico. En una democracia liberal estas son expresiones válidas y fiel reflejo de lo que en microeconomía se conoce como “indiferencia del consumidor”: como las ofertas (políticas) proporcionan la misma utilidad al votante, este sencillamente prefiere abstenerse de votar, y ante la obligatoriedad en algunos casos, votar nulo o en blanco.

¿Y que pasa si votas por el “mal menor”? Resulta ser peor; los casos de Kuczynski (Perú), de Macri (Argentina) y de Temer (Brasil) son evidencia irrefutable; ciertamente, no llegaron al poder quienes podrían haber emulado a los Chávez, a los Ortega o a los Correa, pero todos ellos han sucumbido a presiones de la izquierda blanda y dura, haciendo más tortuoso el camino. El caso de Macri, de derechamercantilista y supuestamente conservador, abogando porque los legisladores debatan la despenalización del aborto es prueba de ello. Preferir la sartén a la llama no es mejor. Votar por el “mal menor” es la trampa de la democracia antiliberal y estatista, es un engaño psicológico que alimenta una vana ilusión. Más temprano que tarde terminas haciendo concesión de Principios, dando argumentos a la izquierda para entronizarse más en el Sistema y demostrándole que no necesitan estar en el poder para concretar su agenda.

Los mejicanos es muy probable que pasen a octavos de final sin mayores obstáculos, pero que gane el abstencionismo como ha ganado en países como Chile y Eslovenia lo dudo. No obstante, el Movimiento político para México 5 Reformas con el apoyo del Foro Liberal de América Latina se ha lanzado una campaña audaz: la del#VotoAntisistema. Esta se propone describir el fenómeno del abstencionismo y la legitimidad del voto en blanco y el voto nulo como expresiones políticas igualmente cívicas. La campaña es acompañada de una petición de reforma para liberar los partidos políticos y reivindicar la democracia liberal.

Mientras no haya en la papeleta una propuesta liberal y verdaderamente de derecha Capitalista, conviene apostar por rechazar el sistema, y la única manera pacífica de hacerlo es absteniéndose de votar, votar nulo o votar en blanco, todas formas de expresión política legítimas y emocionalmente sanas. Y si quieres cambiar el sistema para bien, los Cinco Reformistas te invitamos a participar en Política, no en politiquería; te invitamos a ser parte de esta Devolución de partidos políticos a los mejicanos y ciudadanos latinoamericanos, y a aplicar los principios de gobierno limitado, mercados libres y propiedad privada a nuestras naciones, para que cada cuatro años no solo logremos ganar importantes partidos de futbol sino también podamos vencer al estatismo imperante. ¡Estás invitado a ser diferente!

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Jorge David Chapas es empresario, académico y político liberal clásico. Presidente del Foro Liberal de América Latina.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo