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Liberté, égalité, fraternité (Libertad, igualdad y fraternidad) ¡Vive la France!

José Carlos Ortega
14 de julio, 2018

Hoy, 14 de julio, celebramos 229 años de la Toma de la Bastilla, uno de los hitos más importantes de la Revolución Francesa. La Revolución Francesa ha tenido, junto con la independencia de los Estados Unidos de América y aunque de lejos, la también Revolución Gloriosa del Reino Unido, una influencia relevante en la historia del mundo moderno. Aunque no fue el único grito o lema de la revolución francesa, el lema de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” es la proclama que hasta hoy nos alcanza y que sin lugar a dudas nos hace referirnos a ese especial evento.

Hay una serie de ideas acerca del origen del lema, con agregados que incluyen la unidad de la república hasta un “o la muerte” que se pintó en monumentos y edificios de la época y que fue eliminado por la referencia a la terrible época de terror que siguió al inicio de la Revolución Francesa.

La Revolución Francesa inicialmente termina en un caos, con el “Incorruptible” a la cabeza, eliminando a quien quiera por no estar de acuerdo con él (¿se le hace parecido a nuestro tiempo?). La primera etapa de la Revolución Francesa termina con la asunción del Emperador Napoleón al poder, siendo llamado a imponer el orden que no estuvo durante muchos años en Francia. A pesar de ese retornar al imperio, Francia siempre volvió al intento de la fundación de la república y a través de las reformas liberales siguió construyendo una república para que el lema terminara por ser el rumbo en la construcción de una sociedad que se encaminaba al desarrollo y al progreso.

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Hay serias discusiones acerca de si los tres valores del lema se contradicen entre sí. Otros indican que se trata de la concesión entre liberales y socialistas para instalar los mismos valores y construir la república, unidos y con objetivos comunes.

Otros podríamos decir que la libertad está por encima de los otros valores, y unos más que el principio de igualdad, ¿pero qué igualdad? ¿Y la fraternidad, y cómo se interpreta? En lo que todos concordamos es que la libertad es el principio rector y proclamamos y defendemos los valores de libertadmovimientos, libertad de expresión, libertad de culto, libertades políticas y libertades económicas para poder realizar comercio y negocios con quien la persona quiera realizar, sin la autorización de un gobierno central. Luego el derecho de reunión, que es un derecho de grupos o plurales, posesión de armas y exención de alojamientos, libertad empresarial, así como el derecho de petición.

La igualdad es esencialmente aquella donde se iguala a todas las personas ante la ley y como corolario en la admisibilidad de empleo, siempre que exista capacidad y méritos, y de fiscalidad, con el concepto de proporcionalidad. En el lema de la igualdad hay mayores contradicciones y muchos esperan que se procure, por parte del gobierno y las leyes, igualar a los que no son iguales – a todos – económicamente y socialmente, en abierta contradicción a la propia naturaleza humana. La igualdad de todos los hombres ante la ley es un principio fundamental para el desarrollo de toda sociedad respetando a cada uno individualmente y dignamente. No se puede tener justicia si no se considera a cada hombre y mujer igual ante la ley y se le trata así.

La fraternidad, que más que legal, o un derecho económico o político es una cuestión moral, es el espíritu de unidad que se necesitaba entre obreros y a la antigua burguesía contra el antiguo régimen. Además, la fraternidad es el espíritu que no une en sociedad en búsqueda de soluciones que nos benefician a todos, pacíficamente.

Gran herencia hemos recibido de Francia desde hace 229 años, aprendiendo de sus errores y de sus aciertos. El espíritu de la república, intentando limitar el poder discrecional de los gobernantes, rescatando los derechos individuales de cada persona, la vida, la libertad y la propiedad y protegiéndolo con un sistema fuerte de justicia lo que debiéramos aprender todos, empezando por los que estudian leyes, que debieran estudiar derecho, desde la Sorbonnehasta la tricentenaria Universidad de San Carlos, para que por fin nos dirijamos al rumbo correcto.

¡Vive la France!

(Bueno, sería muy lindo que de premio mañana ganase la Copa Mundial, pero también Croacia.)

Sígame y coménteme en Twitter: @josekrlos

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Liberté, égalité, fraternité (Libertad, igualdad y fraternidad) ¡Vive la France!

José Carlos Ortega
14 de julio, 2018

Hoy, 14 de julio, celebramos 229 años de la Toma de la Bastilla, uno de los hitos más importantes de la Revolución Francesa. La Revolución Francesa ha tenido, junto con la independencia de los Estados Unidos de América y aunque de lejos, la también Revolución Gloriosa del Reino Unido, una influencia relevante en la historia del mundo moderno. Aunque no fue el único grito o lema de la revolución francesa, el lema de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” es la proclama que hasta hoy nos alcanza y que sin lugar a dudas nos hace referirnos a ese especial evento.

Hay una serie de ideas acerca del origen del lema, con agregados que incluyen la unidad de la república hasta un “o la muerte” que se pintó en monumentos y edificios de la época y que fue eliminado por la referencia a la terrible época de terror que siguió al inicio de la Revolución Francesa.

La Revolución Francesa inicialmente termina en un caos, con el “Incorruptible” a la cabeza, eliminando a quien quiera por no estar de acuerdo con él (¿se le hace parecido a nuestro tiempo?). La primera etapa de la Revolución Francesa termina con la asunción del Emperador Napoleón al poder, siendo llamado a imponer el orden que no estuvo durante muchos años en Francia. A pesar de ese retornar al imperio, Francia siempre volvió al intento de la fundación de la república y a través de las reformas liberales siguió construyendo una república para que el lema terminara por ser el rumbo en la construcción de una sociedad que se encaminaba al desarrollo y al progreso.

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Hay serias discusiones acerca de si los tres valores del lema se contradicen entre sí. Otros indican que se trata de la concesión entre liberales y socialistas para instalar los mismos valores y construir la república, unidos y con objetivos comunes.

Otros podríamos decir que la libertad está por encima de los otros valores, y unos más que el principio de igualdad, ¿pero qué igualdad? ¿Y la fraternidad, y cómo se interpreta? En lo que todos concordamos es que la libertad es el principio rector y proclamamos y defendemos los valores de libertadmovimientos, libertad de expresión, libertad de culto, libertades políticas y libertades económicas para poder realizar comercio y negocios con quien la persona quiera realizar, sin la autorización de un gobierno central. Luego el derecho de reunión, que es un derecho de grupos o plurales, posesión de armas y exención de alojamientos, libertad empresarial, así como el derecho de petición.

La igualdad es esencialmente aquella donde se iguala a todas las personas ante la ley y como corolario en la admisibilidad de empleo, siempre que exista capacidad y méritos, y de fiscalidad, con el concepto de proporcionalidad. En el lema de la igualdad hay mayores contradicciones y muchos esperan que se procure, por parte del gobierno y las leyes, igualar a los que no son iguales – a todos – económicamente y socialmente, en abierta contradicción a la propia naturaleza humana. La igualdad de todos los hombres ante la ley es un principio fundamental para el desarrollo de toda sociedad respetando a cada uno individualmente y dignamente. No se puede tener justicia si no se considera a cada hombre y mujer igual ante la ley y se le trata así.

La fraternidad, que más que legal, o un derecho económico o político es una cuestión moral, es el espíritu de unidad que se necesitaba entre obreros y a la antigua burguesía contra el antiguo régimen. Además, la fraternidad es el espíritu que no une en sociedad en búsqueda de soluciones que nos benefician a todos, pacíficamente.

Gran herencia hemos recibido de Francia desde hace 229 años, aprendiendo de sus errores y de sus aciertos. El espíritu de la república, intentando limitar el poder discrecional de los gobernantes, rescatando los derechos individuales de cada persona, la vida, la libertad y la propiedad y protegiéndolo con un sistema fuerte de justicia lo que debiéramos aprender todos, empezando por los que estudian leyes, que debieran estudiar derecho, desde la Sorbonnehasta la tricentenaria Universidad de San Carlos, para que por fin nos dirijamos al rumbo correcto.

¡Vive la France!

(Bueno, sería muy lindo que de premio mañana ganase la Copa Mundial, pero también Croacia.)

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República es ajena a la opinión expresada en este artículo