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EL MÉTODO LITERARIO DE AYN RAND, 9a Parte

Warren Orbaugh
31 de julio, 2018

En mi entrega anterior vimos que otro tema subyacente del “Manantial” es el asunto de la relación entre la integridad eindependencia que Rand expresa, por medio de la antítesiscomparativa a lo largo de la novela, entre el hombre de pensamiento independiente –Howard Roark, y el intelectual de “segunda mano” –Peter Keating. También vimos que el auténtico villano de la novela, Ellsworth Toohey, quien encarna la visión de Emanuel Kant –con su discurso que pregona que la acción dirigida a alcanzar la propia felicidad no es moral– manipula a las personas para destruir sus egos y establecer una interrelación de poder esclavo-amo, donde él pretende ser el amo. Rand expone en la novela como el enfoque nietzscheano, ejemplificado por Gail Wynand, no puede derrotar al kanteano Toohey, quien sólo puede ser derrotado por el Objetivismo, representado por Roark –con su integridad, derivada de ser intelectualmenteindependiente.

Aquí, nuevamente, Rand regresa a su tema perenne: ¿Cómo puede vivir el hombre bueno, íntegro e independiente en una sociedad maligna? O en términos nietzscheanos, en una sociedad enferma, infectada por la moral del rebaño, que Augusto Comte acuñó como “altruismo”, la que afirma que el individuo no tiene derecho alguno, sino sólo obligaciones para con los otros –de ahí su nombre “otroísmo”. El individuo no tiene derecho a su propiedad, dice, ni a su vida –a vivirla como se le antoje– sino que está obligado a vivirla como a los otros arbitrariamente se les dé la gana. Una sociedad, así afectada, puede llegar a desaparecer y convertirse en un campo de concentración, donde los demás dejan de ser asociados transformándose en enemigos, en víctimas y victimarios, situación que Rand retrata en “Los que Vivimos” y en “Himno”. Esta enfermedad que va destruyendo a la sociedad, se propaga por medio de intelectuales como Toohey –que anhelan ser los victimarios– que convencen a los individuos de que su vida no vale, que no deben amarla, que la nobleza no está en disfrutarla y ser felices, sino en sufrir y auto sacrificarse por los demás –cuyas vidas y anhelos valen más que los suyos propios– que su opinión no cuenta, que deben abandonar el juicio independiente, no pensar y dejarse guiar por otros, haciéndolos, así, dependientes, como un rebaño obediente.

Rand resuelve esta antítesis en el clímax del “Manantial”mostrando su impresionante habilidad como escritora de dramas. Para este momento culminante de la novela, Rand ha establecido el contexto personal de los protagonistas y de los eudoagonistas y sus relaciones entre ellos, los conflictos y problemas que el desenvolvimiento de sus vidas ha creado, y la forma en que el clímax lo integra y resuelve todo.

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El clímax se inicia cuando Keating le pide a Roark que diseñe un proyecto habitacional del gobierno –Cortland Homes– y le permita asignarse la autoría. El proyecto presenta enormes dificultades arquitectónicas –que ningún arquitecto ha podido resolver. Rand resalta esta relación del individuo íntegro con una sociedad maligna por medio de la paradoja –que tanto le gusta usar– al mostrar a Keating, quien se graduó con honores de la Facultad de Arquitectura, pidiéndole ayuda a Roark, quien fue expulsado el mismo día del mismo lugar. A menudo, durante sus estudios, Keatinghabía solicitado la ayuda de Roark para sus diseños. Posteriormente, durante la práctica profesional de ambos –Roark luchando desesperadamente mientras Keatingsubiendo a la cima de la profesión– Keating vuelve una y otra vez a pedirle a Roark le ayude con su trabajo. Keatinges el hombre sin valores ni juicio independiente, el que vive a través de otros una vida de segunda mano, prestando de los demás sus valores, el que no origina ni crea nada. Roark en cambio, es el innovador independiente, el egoísta noble, comprometido a razonar bien, objetivamente, que vive por medio de su propia mente y para su propio fin, el que se niega a comprometer sus valores y convicciones, y que ha librado una batalla de dieciocho años con la sociedad que lo rodea. Por fin sus ideas arquitectónicas empiezan a ser reconocidas, valoradas y aceptadas. No obstante ser todavía víctima del acoso y la difamación, sus clientes aumentan. Por otro lado, Keating, quien ha navegado por años sobre un prestigio que no se ha ganado, empieza a zozobrar, a dejar de ser el arquitecto de moda, y está aterrado.

Roark –quien sabe que nunca conseguirá un proyecto del gobierno– acepta diseñar Cortland Holmes con una sola condición como pago: que se construya exactamente como él lo diseñó.

Ellsworth Toohey, el altruista (else-worth → el valor del otro), es quien consigue para Keating Cortland Homes, el proyecto del gobierno. Toohey odia a Roark y busca destruirlo mediante la predica del altruismo y el colectivismo. Odia lo bueno por ser lo bueno. A lo largo de la novela ha trabajado para construir las carreras de mediocres como Keating y así poder cerrarle el campo a los Roarks. Después de años de maquinaciones, intrigas y conspiraciones, se encuentra en la cúspide de su fama e influencia. En el inicio del clímax de la novela pretende tomar control de la cadena de periódicos de Wynand, donde trabaja como columnista.

Gail Wynand, quien sale por su propio esfuerzo de Hell´sKitchen, convirtiéndose en el dueño de un imperio periodístico, es la figura trágica de la novela. Habiéndose convencido de joven, que no existe lugar para la virtud e integridad en la sociedad humana y que la vida entre hombres inescapablemente es malevolente, donde regida por la mala voluntad el pez grande se come al chico, concluye que la única elección que tiene es dominar o ser dominado, y escoge dominar. Creyendo que el camino al poder está en condescender a los peores y más bajos gustos y valores de la muchedumbre, dedica su genio y energía en construir su vasta cadena periodística para complacer al populacho exaltando los valores que desprecia. Gail encuentra, además del Banner –su periódico– dos pasiones en la vida: a Dominique Francon, con quien se casa, y a Howard Roark, a quien intenta, en un principio, corromper y que ahora idolatra. Roark es lo que consideraba imposible: un hombre íntegro. Y conforme va comprendiendo que Roark puede ser práctico y exitoso en base a sus propios términos morales, se da cuenta de que no existe justificación alguna para su propia vida, que no se necesita traicionar los propios valores y principios para triunfar.

En este punto del “Manantial”, Wynand ignora que Dominique y Roark se aman. Dominique abandonó a Roarkhace años porque no quería presenciar la destrucción, que estaba segura, le esperaba a él a manos de la sociedad. Al igual que Wynand, Dominique cree que lo bueno no tiene posibilidades entre los hombres. Pero a diferencia de Wynand, ella no traiciona los valores, simplemente no busca ninguno de un mundo que desprecia. Se casó con Wynand, a quien considera su símbolo del mal, en un intento deliberado de auto-destruirse, buscando aniquilar su propio sentido de vida que le hace insoportable el mundo. Ahora se da cuenta que no puede destruir su sentido de vida. Ve como Keatingse está desmoronando, como Roark está ganando su batalla y como Wynand queda indefenso ante él. Empieza a entender la naturaleza de su error, a pescar la impotencia del mal.

Este es el contexto que nos prepara para el clímax.

Cuando se completa el primer edificio de Cortland, Roarknota que ha sido totalmente desfigurado. Los burócratas del gobierno respetaron los planos estructurales y de instalaciones, sin los cuales el edificio no habría sido posible, pero, violando el contrato con Keating, que garantizaba que no habría cambio alguno en el diseño, hicieron alterar drásticamente el diseño del edificio. Keating, y por tanto Roark, no tiene ningún recurso legal. No puede demandar a la oficina de gobierno ni forzarlos a honrar el contrato.

Roark dinamita Cortland. Luego espera en el lugar de la explosión a que lo arresten, Hablará en el juicio, dice. Ha decidido que este caso sea una prueba para la jurisprudencia.

Continuará.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

EL MÉTODO LITERARIO DE AYN RAND, 9a Parte

Warren Orbaugh
31 de julio, 2018

En mi entrega anterior vimos que otro tema subyacente del “Manantial” es el asunto de la relación entre la integridad eindependencia que Rand expresa, por medio de la antítesiscomparativa a lo largo de la novela, entre el hombre de pensamiento independiente –Howard Roark, y el intelectual de “segunda mano” –Peter Keating. También vimos que el auténtico villano de la novela, Ellsworth Toohey, quien encarna la visión de Emanuel Kant –con su discurso que pregona que la acción dirigida a alcanzar la propia felicidad no es moral– manipula a las personas para destruir sus egos y establecer una interrelación de poder esclavo-amo, donde él pretende ser el amo. Rand expone en la novela como el enfoque nietzscheano, ejemplificado por Gail Wynand, no puede derrotar al kanteano Toohey, quien sólo puede ser derrotado por el Objetivismo, representado por Roark –con su integridad, derivada de ser intelectualmenteindependiente.

Aquí, nuevamente, Rand regresa a su tema perenne: ¿Cómo puede vivir el hombre bueno, íntegro e independiente en una sociedad maligna? O en términos nietzscheanos, en una sociedad enferma, infectada por la moral del rebaño, que Augusto Comte acuñó como “altruismo”, la que afirma que el individuo no tiene derecho alguno, sino sólo obligaciones para con los otros –de ahí su nombre “otroísmo”. El individuo no tiene derecho a su propiedad, dice, ni a su vida –a vivirla como se le antoje– sino que está obligado a vivirla como a los otros arbitrariamente se les dé la gana. Una sociedad, así afectada, puede llegar a desaparecer y convertirse en un campo de concentración, donde los demás dejan de ser asociados transformándose en enemigos, en víctimas y victimarios, situación que Rand retrata en “Los que Vivimos” y en “Himno”. Esta enfermedad que va destruyendo a la sociedad, se propaga por medio de intelectuales como Toohey –que anhelan ser los victimarios– que convencen a los individuos de que su vida no vale, que no deben amarla, que la nobleza no está en disfrutarla y ser felices, sino en sufrir y auto sacrificarse por los demás –cuyas vidas y anhelos valen más que los suyos propios– que su opinión no cuenta, que deben abandonar el juicio independiente, no pensar y dejarse guiar por otros, haciéndolos, así, dependientes, como un rebaño obediente.

Rand resuelve esta antítesis en el clímax del “Manantial”mostrando su impresionante habilidad como escritora de dramas. Para este momento culminante de la novela, Rand ha establecido el contexto personal de los protagonistas y de los eudoagonistas y sus relaciones entre ellos, los conflictos y problemas que el desenvolvimiento de sus vidas ha creado, y la forma en que el clímax lo integra y resuelve todo.

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El clímax se inicia cuando Keating le pide a Roark que diseñe un proyecto habitacional del gobierno –Cortland Homes– y le permita asignarse la autoría. El proyecto presenta enormes dificultades arquitectónicas –que ningún arquitecto ha podido resolver. Rand resalta esta relación del individuo íntegro con una sociedad maligna por medio de la paradoja –que tanto le gusta usar– al mostrar a Keating, quien se graduó con honores de la Facultad de Arquitectura, pidiéndole ayuda a Roark, quien fue expulsado el mismo día del mismo lugar. A menudo, durante sus estudios, Keatinghabía solicitado la ayuda de Roark para sus diseños. Posteriormente, durante la práctica profesional de ambos –Roark luchando desesperadamente mientras Keatingsubiendo a la cima de la profesión– Keating vuelve una y otra vez a pedirle a Roark le ayude con su trabajo. Keatinges el hombre sin valores ni juicio independiente, el que vive a través de otros una vida de segunda mano, prestando de los demás sus valores, el que no origina ni crea nada. Roark en cambio, es el innovador independiente, el egoísta noble, comprometido a razonar bien, objetivamente, que vive por medio de su propia mente y para su propio fin, el que se niega a comprometer sus valores y convicciones, y que ha librado una batalla de dieciocho años con la sociedad que lo rodea. Por fin sus ideas arquitectónicas empiezan a ser reconocidas, valoradas y aceptadas. No obstante ser todavía víctima del acoso y la difamación, sus clientes aumentan. Por otro lado, Keating, quien ha navegado por años sobre un prestigio que no se ha ganado, empieza a zozobrar, a dejar de ser el arquitecto de moda, y está aterrado.

Roark –quien sabe que nunca conseguirá un proyecto del gobierno– acepta diseñar Cortland Holmes con una sola condición como pago: que se construya exactamente como él lo diseñó.

Ellsworth Toohey, el altruista (else-worth → el valor del otro), es quien consigue para Keating Cortland Homes, el proyecto del gobierno. Toohey odia a Roark y busca destruirlo mediante la predica del altruismo y el colectivismo. Odia lo bueno por ser lo bueno. A lo largo de la novela ha trabajado para construir las carreras de mediocres como Keating y así poder cerrarle el campo a los Roarks. Después de años de maquinaciones, intrigas y conspiraciones, se encuentra en la cúspide de su fama e influencia. En el inicio del clímax de la novela pretende tomar control de la cadena de periódicos de Wynand, donde trabaja como columnista.

Gail Wynand, quien sale por su propio esfuerzo de Hell´sKitchen, convirtiéndose en el dueño de un imperio periodístico, es la figura trágica de la novela. Habiéndose convencido de joven, que no existe lugar para la virtud e integridad en la sociedad humana y que la vida entre hombres inescapablemente es malevolente, donde regida por la mala voluntad el pez grande se come al chico, concluye que la única elección que tiene es dominar o ser dominado, y escoge dominar. Creyendo que el camino al poder está en condescender a los peores y más bajos gustos y valores de la muchedumbre, dedica su genio y energía en construir su vasta cadena periodística para complacer al populacho exaltando los valores que desprecia. Gail encuentra, además del Banner –su periódico– dos pasiones en la vida: a Dominique Francon, con quien se casa, y a Howard Roark, a quien intenta, en un principio, corromper y que ahora idolatra. Roark es lo que consideraba imposible: un hombre íntegro. Y conforme va comprendiendo que Roark puede ser práctico y exitoso en base a sus propios términos morales, se da cuenta de que no existe justificación alguna para su propia vida, que no se necesita traicionar los propios valores y principios para triunfar.

En este punto del “Manantial”, Wynand ignora que Dominique y Roark se aman. Dominique abandonó a Roarkhace años porque no quería presenciar la destrucción, que estaba segura, le esperaba a él a manos de la sociedad. Al igual que Wynand, Dominique cree que lo bueno no tiene posibilidades entre los hombres. Pero a diferencia de Wynand, ella no traiciona los valores, simplemente no busca ninguno de un mundo que desprecia. Se casó con Wynand, a quien considera su símbolo del mal, en un intento deliberado de auto-destruirse, buscando aniquilar su propio sentido de vida que le hace insoportable el mundo. Ahora se da cuenta que no puede destruir su sentido de vida. Ve como Keatingse está desmoronando, como Roark está ganando su batalla y como Wynand queda indefenso ante él. Empieza a entender la naturaleza de su error, a pescar la impotencia del mal.

Este es el contexto que nos prepara para el clímax.

Cuando se completa el primer edificio de Cortland, Roarknota que ha sido totalmente desfigurado. Los burócratas del gobierno respetaron los planos estructurales y de instalaciones, sin los cuales el edificio no habría sido posible, pero, violando el contrato con Keating, que garantizaba que no habría cambio alguno en el diseño, hicieron alterar drásticamente el diseño del edificio. Keating, y por tanto Roark, no tiene ningún recurso legal. No puede demandar a la oficina de gobierno ni forzarlos a honrar el contrato.

Roark dinamita Cortland. Luego espera en el lugar de la explosión a que lo arresten, Hablará en el juicio, dice. Ha decidido que este caso sea una prueba para la jurisprudencia.

Continuará.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo