Un día después de que el expresidente Otto Pérez Molina fuera trasladado al Centro Médico Militar, delegados de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), verificaron su estado de salud.
El martes 7 de agosto Pérez Molina fue trasladado de emergencia de la cárcel ubicada en la Brigada Mariscal Zavala, al Hospital Roosevelt por un problema cardíaco.
La defensa de Pérez Molina, comunicó ese día que el desfibrilador que tiene el expresidente funcionó para normalizar su ritmo cardíaco, pero la descarga eléctrica lo afectó y por ello debió ser atendido por un médico especialista.
Autorizan traslado de Pérez Molina
Ese mismo día el Juzgado de Mayor Riesgo B, a cargo de Miguel Ángel Gálvez, autorizó el traslado de Pérez Molina al hospital Militar.
Un día después, delegados de la Defensoría de la Salud de la PDH se constituyeron en el Centro Médico Militar y concluyeron que el estado de salud de Pérez Molina es “delicado, pero estable”.
Agregaron que el hospital no cuenta con un desfibrilador externo, de llegar a fallar el que tiene colocado Pérez Molina.
“Está recibiendo atención adecuada y cuidados paleativos (…) tienen comunicación con el médico tratante del paciente, quién sí cuenta con el desfibrilador externo”, detalló la PDH.
Ese mismo día también llegaron especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para realizar más evaluaciones.
Por ahora el exmandatario guarda reposo para recuperarse del tratamiento al que fue sometido.
Fiscal General habla de atención a reos
El padecimiento de Otto Pérez Molina
Previo a asumir la Presidencia, todavía en las faenas de la campaña electoral, el exmandatario tuvo un primer aviso. Estaba en una reunión familiar cuando perdió el conocimiento.
Pronto fue atendido por un médico cercano que determinó un problema cardiaco. Ello lo llevó a consultar a especialistas en el extranjero que recomendaron colocarle un desfibrilador, el que lleva desde ese tiempo.
CONTRARIO AL MARCAPASOS QUE TODO EL TIEMPO ESTÁ GENERANDO ENERGÍA AL CORAZÓN PARA MANTENER UN RITMO ADECUADO, EL DESFIBRILADOR SOLO FUNCIONA CUANDO DETECTA UN “RITMO CAÓTICO” IMPOSIBLE PARA EL SER HUMANO.
Riesgo de muerte súbita
El padecimiento del expresidente es causa de muerte en miles de casos en todo el mundo, algunos de los cuales han sonado bastante porque se trata de personajes famosos.
Por ejemplo, de esta causa falleció Davide Astori, capitán de La Fiorentina, quien murió mientras descansaba en el hotel, sin que nadie pudiera socorrerlo. Fue uno más de los casos de muerte súbita, como ha ocurrido incluso, en el desarrollo de encuentros deportivos.
Otto Pérez Molina considera que dentro de la cárcel el riesgo es más alto que estando en su domicilio, con más posibilidades de ser atendido en un centro asistencial.
Previo a la emergencia reciente, Pérez Molina ejercita y trata de cumplir las recomendaciones de los especialistas y sigue solicitando se le conceda arresto domiciliario, el cual ha sido negado por el juez Gálvez.
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La defensa de Pérez Molina, comunicó ese día que el desfibrilador que tiene el expresidente funcionó para normalizar su ritmo cardíaco, pero la descarga eléctrica lo afectó y por ello debió ser atendido por un médico especialista.
Autorizan traslado de Pérez Molina
Ese mismo día el Juzgado de Mayor Riesgo B, a cargo de Miguel Ángel Gálvez, autorizó el traslado de Pérez Molina al hospital Militar.
Un día después, delegados de la Defensoría de la Salud de la PDH se constituyeron en el Centro Médico Militar y concluyeron que el estado de salud de Pérez Molina es “delicado, pero estable”.
Agregaron que el hospital no cuenta con un desfibrilador externo, de llegar a fallar el que tiene colocado Pérez Molina.
“Está recibiendo atención adecuada y cuidados paleativos (…) tienen comunicación con el médico tratante del paciente, quién sí cuenta con el desfibrilador externo”, detalló la PDH.
Ese mismo día también llegaron especialistas del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para realizar más evaluaciones.
Por ahora el exmandatario guarda reposo para recuperarse del tratamiento al que fue sometido.
Fiscal General habla de atención a reos
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Previo a asumir la Presidencia, todavía en las faenas de la campaña electoral, el exmandatario tuvo un primer aviso. Estaba en una reunión familiar cuando perdió el conocimiento.
Pronto fue atendido por un médico cercano que determinó un problema cardiaco. Ello lo llevó a consultar a especialistas en el extranjero que recomendaron colocarle un desfibrilador, el que lleva desde ese tiempo.
CONTRARIO AL MARCAPASOS QUE TODO EL TIEMPO ESTÁ GENERANDO ENERGÍA AL CORAZÓN PARA MANTENER UN RITMO ADECUADO, EL DESFIBRILADOR SOLO FUNCIONA CUANDO DETECTA UN “RITMO CAÓTICO” IMPOSIBLE PARA EL SER HUMANO.
Riesgo de muerte súbita
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Otto Pérez Molina considera que dentro de la cárcel el riesgo es más alto que estando en su domicilio, con más posibilidades de ser atendido en un centro asistencial.
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