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¿Plan de Devaluación Responsable?

Ramon Parellada
27 de agosto, 2018

Lo leí y no lo podía creer. Volví a leerlo y en efecto, estaba leyendo correctamente.  La Cámara de Industria (CIG), a través de su presidente, propuso públicamente “que se establezca un programa de devaluación “responsable” del quetzal” (Prensa Libre, página 14, 23 de agosto de 2018).  La idea es aumentar la competitividad a corto plazo en relación a los otros países.  Me da pena escuchar este tema pues no es económico sino político.  Económicamente hablando esto es un disparate, un grave error.

Pero los errores económicos no terminan ahí, luego, al hablar de inflación, se indica que esto afectaría en 1% el índice de inflación.  Es decir, no importa  que tengamos 1% más de inflación.  

Debo aclarar que esta es una de 4 propuestas que hace la CIG para reactivar la economía del país, puesto que en su más reciente presentación comentan con toda razón y preocupación la caída del índice de actividad industrial (4.6%).  Se confirma así lo que ya sabíamos y sentimos quienes vivimos en Guatemala, la economía está desacelerándose, las inversiones de capital siguen cayendo y algunas empresas están reduciendo su personal.  Todo causado principalmente por la falta de Certeza Jurídica y particularmente por el caso más notorio que es el silencio de la CC (Corte de Constitucionalidad) en el caso de la Minera San Rafael que fue suspendida y no hay señas de resolverse este problema que está en manos de la corte.  

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Entre los puntos que la CIG propone en forma complementaria a que la CC resuelva el caso de la Minera están las de simplificar y acelerar los trámites, para otorgar las licencias de Construcción (en manos del gobierno), revisar la Ley de Zonas Francas (en manos del Congreso) y la pérdida de competitividad.   Estos son los puntos que propone la CIG específicamente:

1. Certeza jurídica de parte de las Cortes y del sistema de justicia en general. Es necesario ver señales claras de que tanto el Organismo Judicial como la Corte de Constitucionalidad están interesados en la inversión, los empleos y en la prosperidad del país.

2. Establecer un programa de devaluación responsable para incrementar la competitividad a corto plazo. La inflación está bajo control, abajo del 4%, por lo que hay lugar en la economía para hacerlo. Esta es una práctica que ya funciona en otros países.

3. Reactivar la inversión pública en infraestructura. Actualmente la inversión pública equivale al 2% del PIB por lo que somos el país de LATAM que menos recursos dedica a este tema.

4. Continuar los esfuerzos por combatir al contrabando e implementar tecnología para su detección. Reconocemos los esfuerzos que la COINCON ha hecho y aplaudimos la aprobación de la Política Nacional Contra el Contrabando, este tiene que ser un esfuerzo prioritario de las autoridades.

El primer punto es el más importante y es donde yo me enfocaría.  Los demás son consecuencias del mismo.  Pero hoy quiero tocar el punto de la devaluación porque me parece un grave error.

Ya había escrito sobre este tema en varias ocasiones.  De hecho, la presión anterior venía por parte del algún exportador.  Es obvio que los exportadores son los que normalmente presionan por la devaluación del tipo de cambio dado que ellos venden en dólares y si el tipo de cambio se devalúa recibirán más quetzales por sus dólares.  Pero esto es engañoso para el país, no incrementa la productividad de las empresas.  La competitividad sólo se puede incrementar en forma permanente y verdadera si las empresas se hacen más productivas.   La propuesta de la CIG en este sentido es engañosa ya que sólo piensan en el corto plazo sin que previo exista un incremento real en la productividad.  Luego vienen los ajustes y se necesitan más devaluaciones artificiales, alejando el tipo de cambio de su valor real, afectando a las importaciones y otros sectores de la Industria en forma negativa.  Lo peor, es el efecto inflacionario que afectará a todos los guatemaltecos.

Decir que no importa incrementar un poco la inflación, digamos 1%, equivale a decir que no importa que todos los guatemaltecos pierdan 1% de poder adquisitivo de sus quetzales.  Es decir, la inflación destruye el poder adquisitivo de los guatemaltecos y quienes más la sufren son los asalariados y los que tienen sus fondos de pensiones y ahorros en Quetzales. 

El 22 de enero de 2016 escribí un artículo en este mismo medio, RepúblicaGT, titulado ¿Devaluar el Quetzal?  La presión para devaluar el Quetza fue fuerte entonces y pensaba que el tema había quedado enterrado por todos los argumentos que se dieron entonces.  Reproduzco aquí una parte par que se entienda por qué devaluar artificialmente el Quetzal es un grave error económico.

“Si se manipula el tipo de cambio devaluándolo a propósito entonces el efecto será sólo de corto plazo y no perdurará en el largo plazo ya que la razón de hacer las exportaciones más competitivas no puede sostenerse debido a que la empresa no se volvió más productiva.  Al devaluar el tipo de cambio, en el corto plazo se vuelven más atractivas las exportaciones.  Los exportadores venderán más en el exterior trayendo más divisas al país.  Sin embargo, ¿quién las comprará?  Un incremento en el precio de la divisa tiene el efecto de reducir las importaciones.  Y si hay menos importaciones hay menos demanda de divisas por lo que la presión natural del mercado será que el Quetzal se vuelva a apreciar.  Entonces, para sostener esa devaluación el Banco de Guatemala deberá seguir comprando divisas.  Esto hará que se llene de reservas internacionales, pero meterá una cantidad de quetzales al país generando presiones inflacionarias.  Para frenarlas tratará de recoger el exceso de quetzales a través de operaciones de mercado abiertas y así se generará una bola de nieve que crecerá hasta que reviente en un momento dado causando un enorme daño a la economía.”

“Una devaluación causada por el gobierno sólo es una ilusión temporal que transfiere riqueza en corto plazo a los exportadores a costa del resto de la población.  Es una injusta transferencia de riqueza.”

La CIG debe solicitar al gobierno que elimine todos aquellos obstáculos para ser más productivos y por ende más competitivos en el corto y largo plazo.  No es posible ser productivo cuando se tiene que esperar tanto tiempo para obtener una licencia de construcción, no es posible ser productivo cuando tienes que llenar tantos permisos y completar trámites innecesarios para poder realizar cualquier actividad productora en forma eficiente, no puedes ser productivo cuando te extorsionan con mala intención por parte de la SAT o cuando las leyes te acusan por ser responsable cuando alguno de tus proveedores no cumple con el pago de impuestos, no puedes ser productivo si la devolución del IVA toma años, no puedes ser productivo si no hay más flexibilidad laboral, no puedes ser productivo si te bloquean las carreteras a cada rato y el gobierno no hace mayor cosa para liberarlas, no puedes ser productivo si recibes extorsiones de las maras en tu empresa, y así podría seguir con muchas otras cosas que nos hacen improductivos pero que tienen que ver con obstáculos que nos impone el gobierno y con falta de actuación de parte de nuestras autoridades y sistema de justicia. 

Por lo tanto, no compliquemos más nuestra economía distorsionando artificialmente el tipo de cambio.  Ya lo está haciendo el Banco de Guatemala de una manera con la que no estoy de acuerdo.  No lo agravemos más.   Ese punto debería ser retirado inmediatamente de las propuestas de la CIG.  Por ahí no va nuestra mejora de productividad y competitividad.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Plan de Devaluación Responsable?

Ramon Parellada
27 de agosto, 2018

Lo leí y no lo podía creer. Volví a leerlo y en efecto, estaba leyendo correctamente.  La Cámara de Industria (CIG), a través de su presidente, propuso públicamente “que se establezca un programa de devaluación “responsable” del quetzal” (Prensa Libre, página 14, 23 de agosto de 2018).  La idea es aumentar la competitividad a corto plazo en relación a los otros países.  Me da pena escuchar este tema pues no es económico sino político.  Económicamente hablando esto es un disparate, un grave error.

Pero los errores económicos no terminan ahí, luego, al hablar de inflación, se indica que esto afectaría en 1% el índice de inflación.  Es decir, no importa  que tengamos 1% más de inflación.  

Debo aclarar que esta es una de 4 propuestas que hace la CIG para reactivar la economía del país, puesto que en su más reciente presentación comentan con toda razón y preocupación la caída del índice de actividad industrial (4.6%).  Se confirma así lo que ya sabíamos y sentimos quienes vivimos en Guatemala, la economía está desacelerándose, las inversiones de capital siguen cayendo y algunas empresas están reduciendo su personal.  Todo causado principalmente por la falta de Certeza Jurídica y particularmente por el caso más notorio que es el silencio de la CC (Corte de Constitucionalidad) en el caso de la Minera San Rafael que fue suspendida y no hay señas de resolverse este problema que está en manos de la corte.  

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Entre los puntos que la CIG propone en forma complementaria a que la CC resuelva el caso de la Minera están las de simplificar y acelerar los trámites, para otorgar las licencias de Construcción (en manos del gobierno), revisar la Ley de Zonas Francas (en manos del Congreso) y la pérdida de competitividad.   Estos son los puntos que propone la CIG específicamente:

1. Certeza jurídica de parte de las Cortes y del sistema de justicia en general. Es necesario ver señales claras de que tanto el Organismo Judicial como la Corte de Constitucionalidad están interesados en la inversión, los empleos y en la prosperidad del país.

2. Establecer un programa de devaluación responsable para incrementar la competitividad a corto plazo. La inflación está bajo control, abajo del 4%, por lo que hay lugar en la economía para hacerlo. Esta es una práctica que ya funciona en otros países.

3. Reactivar la inversión pública en infraestructura. Actualmente la inversión pública equivale al 2% del PIB por lo que somos el país de LATAM que menos recursos dedica a este tema.

4. Continuar los esfuerzos por combatir al contrabando e implementar tecnología para su detección. Reconocemos los esfuerzos que la COINCON ha hecho y aplaudimos la aprobación de la Política Nacional Contra el Contrabando, este tiene que ser un esfuerzo prioritario de las autoridades.

El primer punto es el más importante y es donde yo me enfocaría.  Los demás son consecuencias del mismo.  Pero hoy quiero tocar el punto de la devaluación porque me parece un grave error.

Ya había escrito sobre este tema en varias ocasiones.  De hecho, la presión anterior venía por parte del algún exportador.  Es obvio que los exportadores son los que normalmente presionan por la devaluación del tipo de cambio dado que ellos venden en dólares y si el tipo de cambio se devalúa recibirán más quetzales por sus dólares.  Pero esto es engañoso para el país, no incrementa la productividad de las empresas.  La competitividad sólo se puede incrementar en forma permanente y verdadera si las empresas se hacen más productivas.   La propuesta de la CIG en este sentido es engañosa ya que sólo piensan en el corto plazo sin que previo exista un incremento real en la productividad.  Luego vienen los ajustes y se necesitan más devaluaciones artificiales, alejando el tipo de cambio de su valor real, afectando a las importaciones y otros sectores de la Industria en forma negativa.  Lo peor, es el efecto inflacionario que afectará a todos los guatemaltecos.

Decir que no importa incrementar un poco la inflación, digamos 1%, equivale a decir que no importa que todos los guatemaltecos pierdan 1% de poder adquisitivo de sus quetzales.  Es decir, la inflación destruye el poder adquisitivo de los guatemaltecos y quienes más la sufren son los asalariados y los que tienen sus fondos de pensiones y ahorros en Quetzales. 

El 22 de enero de 2016 escribí un artículo en este mismo medio, RepúblicaGT, titulado ¿Devaluar el Quetzal?  La presión para devaluar el Quetza fue fuerte entonces y pensaba que el tema había quedado enterrado por todos los argumentos que se dieron entonces.  Reproduzco aquí una parte par que se entienda por qué devaluar artificialmente el Quetzal es un grave error económico.

“Si se manipula el tipo de cambio devaluándolo a propósito entonces el efecto será sólo de corto plazo y no perdurará en el largo plazo ya que la razón de hacer las exportaciones más competitivas no puede sostenerse debido a que la empresa no se volvió más productiva.  Al devaluar el tipo de cambio, en el corto plazo se vuelven más atractivas las exportaciones.  Los exportadores venderán más en el exterior trayendo más divisas al país.  Sin embargo, ¿quién las comprará?  Un incremento en el precio de la divisa tiene el efecto de reducir las importaciones.  Y si hay menos importaciones hay menos demanda de divisas por lo que la presión natural del mercado será que el Quetzal se vuelva a apreciar.  Entonces, para sostener esa devaluación el Banco de Guatemala deberá seguir comprando divisas.  Esto hará que se llene de reservas internacionales, pero meterá una cantidad de quetzales al país generando presiones inflacionarias.  Para frenarlas tratará de recoger el exceso de quetzales a través de operaciones de mercado abiertas y así se generará una bola de nieve que crecerá hasta que reviente en un momento dado causando un enorme daño a la economía.”

“Una devaluación causada por el gobierno sólo es una ilusión temporal que transfiere riqueza en corto plazo a los exportadores a costa del resto de la población.  Es una injusta transferencia de riqueza.”

La CIG debe solicitar al gobierno que elimine todos aquellos obstáculos para ser más productivos y por ende más competitivos en el corto y largo plazo.  No es posible ser productivo cuando se tiene que esperar tanto tiempo para obtener una licencia de construcción, no es posible ser productivo cuando tienes que llenar tantos permisos y completar trámites innecesarios para poder realizar cualquier actividad productora en forma eficiente, no puedes ser productivo cuando te extorsionan con mala intención por parte de la SAT o cuando las leyes te acusan por ser responsable cuando alguno de tus proveedores no cumple con el pago de impuestos, no puedes ser productivo si la devolución del IVA toma años, no puedes ser productivo si no hay más flexibilidad laboral, no puedes ser productivo si te bloquean las carreteras a cada rato y el gobierno no hace mayor cosa para liberarlas, no puedes ser productivo si recibes extorsiones de las maras en tu empresa, y así podría seguir con muchas otras cosas que nos hacen improductivos pero que tienen que ver con obstáculos que nos impone el gobierno y con falta de actuación de parte de nuestras autoridades y sistema de justicia. 

Por lo tanto, no compliquemos más nuestra economía distorsionando artificialmente el tipo de cambio.  Ya lo está haciendo el Banco de Guatemala de una manera con la que no estoy de acuerdo.  No lo agravemos más.   Ese punto debería ser retirado inmediatamente de las propuestas de la CIG.  Por ahí no va nuestra mejora de productividad y competitividad.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo