Fitch Ratings advirtió este jueves que las continuas tensiones políticas en Guatemala disminuyen las perspectivas de reformas económicas y fiscales antes de las elecciones de 2019, incluidas las de ampliar la reducida base impositiva.
La calificadora señaló que el ambiente político en el país se ha tensado desde 2015, cuando las protestas generalizadas contra la corrupción llevaron a la dimisión del binomio presidencial del Partido Patriota, Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti.
Según Fitch, la inversión pública se ha visto socavada y ha causado un estancamiento político por las acusaciones de financiamiento ilegal de campaña en las elecciones de 2015 que surgieron en contra del presidente Jimmy Morales y diputados, durante 2017.
El comunicado hace mención de que el anuncio presidencial, de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en 2019, ha inflamado las tensiones políticas en el país.
“La acción podría minar aún más la confianza en las instituciones públicas, debilitar los indicadores de bajo gobierno de Guatemala y plantear desafíos continuos de gobernabilidad”, señala Ficht Rating.
El presidente Morales anunció el 31 agosto que no renovará el mandato de la CICIG, el cual expirara en 2019. Días después, se conoció que el Consejo de Seguridad Nacional recomendó al mandatario no dejar ingresar al país a Iván Velásquez Gómez, jefe del organismo respaldado por las Naciones Unidas.
Las protestas políticas ya han tenido lugar en respuesta al anuncio de Morales, pero hasta ahora han sido menos numerosas que en 2015 y 2017, según la calificadora de riesgo, quien indicó que el aumento de las tensiones políticas y la continua incertidumbre política probablemente socaven las perspectivas de crecimiento económico.
Según el documento un mayor riesgo político significará que los intentos de abordar algunas de las restricciones de crédito fiscal del país serán limitados. “Los bajos ingresos del gobierno es probable que sigan siendo una debilidad crediticia clave”, explica al señalar que los ingresos esperados que caerán por debajo de lo presupuestado.
El bajo nivel de ingresos es en gran parte el resultado de desafíos institucionales en la autoridad tributaria, altos niveles de evasión fiscal y débil control de la corrupción, recordó Fitch.
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Según Fitch, la inversión pública se ha visto socavada y ha causado un estancamiento político por las acusaciones de financiamiento ilegal de campaña en las elecciones de 2015 que surgieron en contra del presidente Jimmy Morales y diputados, durante 2017.
El comunicado hace mención de que el anuncio presidencial, de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en 2019, ha inflamado las tensiones políticas en el país.
“La acción podría minar aún más la confianza en las instituciones públicas, debilitar los indicadores de bajo gobierno de Guatemala y plantear desafíos continuos de gobernabilidad”, señala Ficht Rating.
El presidente Morales anunció el 31 agosto que no renovará el mandato de la CICIG, el cual expirara en 2019. Días después, se conoció que el Consejo de Seguridad Nacional recomendó al mandatario no dejar ingresar al país a Iván Velásquez Gómez, jefe del organismo respaldado por las Naciones Unidas.
Las protestas políticas ya han tenido lugar en respuesta al anuncio de Morales, pero hasta ahora han sido menos numerosas que en 2015 y 2017, según la calificadora de riesgo, quien indicó que el aumento de las tensiones políticas y la continua incertidumbre política probablemente socaven las perspectivas de crecimiento económico.
Según el documento un mayor riesgo político significará que los intentos de abordar algunas de las restricciones de crédito fiscal del país serán limitados. “Los bajos ingresos del gobierno es probable que sigan siendo una debilidad crediticia clave”, explica al señalar que los ingresos esperados que caerán por debajo de lo presupuestado.
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