Luego de que nuestra poco ilustre Corte de Constitucionalidad saliera con su dictamen gallo-gallina que dio lugar a una serie de interpretaciones opuestas, quedó en evidencia, por si habían dudas, lo polarizada que está esa parte de nuestra sociedad que se manifiesta en redes sociales. De igual forma, quedó en evidencia que un grupusculo de personas que no logran ni el 4% de la intención de voto en las urnas aún lideran y comandan los destinos de como 15 millones de personas (restando 1 para dárselo a la izquierda). Tienen el control del Organismo Judicial en pleno, incluyendo la Corte de Constitucionalidad, que en lugar de defender la Constitución la usa y manipula a su sabor y antojo.
Pero bueno, aún al momento de escribir esta columna, diría que es difícil determinar que lado va ganando. Quieren enjuiciar a la valiente Canciller, precisamente por tener el coraje de hacerle frente a la izquierda y salir en defensa de nuestra soberanía. Creo que con sus acciones, se ha convertido en la mujer mas odiada de ese grupo, y en la más admirada del resto del país que se ocupa de qué pasa en el ámbito político.
Al momento de escribir estas líneas sabemos que el gobierno está negociando con ONU una salida a la crisis generada por Guterres, luego de que él no respondiera a las varias cartas recibidas del Gobierno de Guatemala. No sabemos aún si el Presidente acatará las ordenes ilegales que dijo que no acataría. No sabemos si denunciará el Acuerdo que dio vida a Cicig, pero las últimas manifestaciones en pro del diálogo de la izquierda denotan que temen que el Presidente decida usar el instrumento legal de la denuncia del acuerdo para terminar con el drama.
La manifestación del 20 de septiembre fue raquítica, aunque los medios faferos pretendan que era apoteósica, olvidando que hay fotos aéreas de la misma. Demandaron que renuncie el Presidente Morales, y que siga el subsidio a San Carlos. ¿Quién ganó con ella? Quizás solo Óscar Clemente Marroquín que llegó a buscar votos. Los vecinos y negociantes protestaron y manifestaron claramente que para ellos trabajar es la mejor forma de contribuir con Guatemala.
Salta a la vista que con todo este debate los grandes ganadores de que siga Velázquez y siga el tema como va son los mismos que nos llevaron a la crisis. Por eso insisten en decir que el non grato volverá. Sólo miren quiénes apoyan a Velázquez dentro de los sectores más poderosos del país.
Guterres se empeña en tratarnos como parias porque en ese lugar nos hemos auto-colocado. Somos nosotros mismos los responsables de que no nos tengan respeto, desde el momento que entregamos la administración de justicia a un ente externo. Piénsese. Le da la administración y control de su casa a un extraño, luego quiere usted hacer algun cambio y no lo dejan porque usted cedió el control.
El legado de Guterres es quedar como el Secretario General que fue paladín en la lucha contra la corrupción en el mundo. Quiere reproducir la fórmula de Cici en muchos países en desarrollo y teme perder esa oportunidad si permite que gane la partida el Presidente Morales. Está claramente subestimando el raciocinio del resto del mundo al demostrar que no se da cuenta que el experimento falló, y que el mundo lo sabe, por más que Soros les de dinero para controlar lo que sale en los medios. Siempre hay voces no pagadas que denuncien el experimento fallido, como lo han hecho varios Senadores y Representantes de los Estados Unidos, y expertos en derecho internacional.
Se están sentando una serie de precedentes peligrosos a largo plazo, en Guatemala y para todo el mundo, mucho más allá de nuestras fronteras. En Guatemala, un sistema de administración de justicia completamente injusto, politizado, cooptado por la izquierda. Para la ONU, que los Estados Miembro pueden oponerse a sus mandatos, a sus intromisiones, inclusive renunciar a ella parcial o totalmente. Para los países que caigan en el juego de Soros, tener un ente externo que los gobierne puede costarles muy caro. Para los ciudadanos, que debemos afrontar la responsabilidad de comportarnos como adultos y asumir nuestras responsabilidades conscientes de las consecuencias de nuestras acciones, o agachar la cabeza.
Como bien nos recuerda mi mentor, el ilustre Dr Armando de la Torre, la frase de San Agustín de su Capítulo 4 del Libro IV de su obra La Ciudad de Dios: “Sin justicia que son los pueblos sino bandas de ladrones”. Queremos erradicar la corrupción, pero parejo, izquierda incluida.
Esperamos la Fiscal General proceda contra los implicados en Oderbrech, entre otros casos de similar índole, contra los narcos y los mareros, y demás aparatos clandestinos de seguridad. Con la ayuda de INL y el Departamento de Justicia de los USA seguro logrará capacitar a su gente para que hagan un excelente trabajo. Pensando positivo…
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Luego de que nuestra poco ilustre Corte de Constitucionalidad saliera con su dictamen gallo-gallina que dio lugar a una serie de interpretaciones opuestas, quedó en evidencia, por si habían dudas, lo polarizada que está esa parte de nuestra sociedad que se manifiesta en redes sociales. De igual forma, quedó en evidencia que un grupusculo de personas que no logran ni el 4% de la intención de voto en las urnas aún lideran y comandan los destinos de como 15 millones de personas (restando 1 para dárselo a la izquierda). Tienen el control del Organismo Judicial en pleno, incluyendo la Corte de Constitucionalidad, que en lugar de defender la Constitución la usa y manipula a su sabor y antojo.
Pero bueno, aún al momento de escribir esta columna, diría que es difícil determinar que lado va ganando. Quieren enjuiciar a la valiente Canciller, precisamente por tener el coraje de hacerle frente a la izquierda y salir en defensa de nuestra soberanía. Creo que con sus acciones, se ha convertido en la mujer mas odiada de ese grupo, y en la más admirada del resto del país que se ocupa de qué pasa en el ámbito político.
Al momento de escribir estas líneas sabemos que el gobierno está negociando con ONU una salida a la crisis generada por Guterres, luego de que él no respondiera a las varias cartas recibidas del Gobierno de Guatemala. No sabemos aún si el Presidente acatará las ordenes ilegales que dijo que no acataría. No sabemos si denunciará el Acuerdo que dio vida a Cicig, pero las últimas manifestaciones en pro del diálogo de la izquierda denotan que temen que el Presidente decida usar el instrumento legal de la denuncia del acuerdo para terminar con el drama.
La manifestación del 20 de septiembre fue raquítica, aunque los medios faferos pretendan que era apoteósica, olvidando que hay fotos aéreas de la misma. Demandaron que renuncie el Presidente Morales, y que siga el subsidio a San Carlos. ¿Quién ganó con ella? Quizás solo Óscar Clemente Marroquín que llegó a buscar votos. Los vecinos y negociantes protestaron y manifestaron claramente que para ellos trabajar es la mejor forma de contribuir con Guatemala.
Salta a la vista que con todo este debate los grandes ganadores de que siga Velázquez y siga el tema como va son los mismos que nos llevaron a la crisis. Por eso insisten en decir que el non grato volverá. Sólo miren quiénes apoyan a Velázquez dentro de los sectores más poderosos del país.
Guterres se empeña en tratarnos como parias porque en ese lugar nos hemos auto-colocado. Somos nosotros mismos los responsables de que no nos tengan respeto, desde el momento que entregamos la administración de justicia a un ente externo. Piénsese. Le da la administración y control de su casa a un extraño, luego quiere usted hacer algun cambio y no lo dejan porque usted cedió el control.
El legado de Guterres es quedar como el Secretario General que fue paladín en la lucha contra la corrupción en el mundo. Quiere reproducir la fórmula de Cici en muchos países en desarrollo y teme perder esa oportunidad si permite que gane la partida el Presidente Morales. Está claramente subestimando el raciocinio del resto del mundo al demostrar que no se da cuenta que el experimento falló, y que el mundo lo sabe, por más que Soros les de dinero para controlar lo que sale en los medios. Siempre hay voces no pagadas que denuncien el experimento fallido, como lo han hecho varios Senadores y Representantes de los Estados Unidos, y expertos en derecho internacional.
Se están sentando una serie de precedentes peligrosos a largo plazo, en Guatemala y para todo el mundo, mucho más allá de nuestras fronteras. En Guatemala, un sistema de administración de justicia completamente injusto, politizado, cooptado por la izquierda. Para la ONU, que los Estados Miembro pueden oponerse a sus mandatos, a sus intromisiones, inclusive renunciar a ella parcial o totalmente. Para los países que caigan en el juego de Soros, tener un ente externo que los gobierne puede costarles muy caro. Para los ciudadanos, que debemos afrontar la responsabilidad de comportarnos como adultos y asumir nuestras responsabilidades conscientes de las consecuencias de nuestras acciones, o agachar la cabeza.
Como bien nos recuerda mi mentor, el ilustre Dr Armando de la Torre, la frase de San Agustín de su Capítulo 4 del Libro IV de su obra La Ciudad de Dios: “Sin justicia que son los pueblos sino bandas de ladrones”. Queremos erradicar la corrupción, pero parejo, izquierda incluida.
Esperamos la Fiscal General proceda contra los implicados en Oderbrech, entre otros casos de similar índole, contra los narcos y los mareros, y demás aparatos clandestinos de seguridad. Con la ayuda de INL y el Departamento de Justicia de los USA seguro logrará capacitar a su gente para que hagan un excelente trabajo. Pensando positivo…
República es ajena a la opinión expresada en este artículo