Los “trofeos” de José Víctor Alburez, el violador serial que operaba en su taxi
Más de cincuenta pertenencias (bolsas, zapatos y celulares, entre otro artículos) de sus víctimas, conservó José Víctor Alburez Manzo, un violador serial que operó en su taxi por más de cuatro años.
Cada artículo representó un trofeo para Alburez, pues cada fechorías, es decir cada una de las violaciones y agresiones sexuales, la consideró un logro en su perturbada mente.
Durante la detención, investigadores revisaron el vehículo que conducía, un taxi que usaba para violar a sus víctimas.
Lo que halló el Ministerio Público
Entre los hallazgos que reportó en esa ocasión el Ministerio Público, ubicó algunas carteras, accesorios para cabello y celulares de las mujeres que agredió.
Eso permitió a los investigadores sospechar que las víctimas no eran ocho como se estableció en el expediente. Por ello solicitaron una orden para allanar la vivienda.
El día que se realizó la inspección en la residencia de Alburez Manzo, allí estaba la conviviente. Ella condujo a los fiscales a un pequeño cuarto que era utilizado como bodega.
Al abrir la habitación los investigadores observaron unos 50 pares de zapatos, de diferente color, talla y estilo, cartera, monederos, planchas de pelo, joyas, Q28 mil y hasta una placa de un agente de la Dirección Especializada de Investigación Criminal (DEIC).
Sin cuestionar a la conviviente de Alburez Manzo, ella narró que eran objetos que su pareja sentimental llevaba. Aseguró que nunca le preguntó de quién o para qué eran esos artículos, solo los guardó, sin cuestionar.
Contó que su esposo en ocasiones le decía: “Mirá lo que te traje, ahí lo usas. Aclaró que él “nunca” tuvo la intención de vender nada.
Todos los artículos fueron secuestrado para analizarlos. Al paso de los meses los expertos (criminólogo, sicólogo y sociólogo) coincidieron que el hecho de conservar cada objeto significó una victoria de las violaciones cometidas.
https://republica.gt/2018/09/29/el-viaje-en-un-taxi-que-le-arrebato-su-intimidad/
Análisis del violador
Alejando Chang, del área de Análisis Criminal de la Fiscalía de la Mujer, informó que los objetos era un trofeo para Alburez Manzo porque antes de atacarlas, disfrutaba verlas sufrir y solo utilizaba la fuerza necesaria para someterlas.
“Cuando intentaban resistirse las amenazaba, nunca las golpeaba. El agresor era inseguro con su masculinidad. Percibía merecer más de lo que su entorno femenino le dio en su vida sexual y al carecer de control de sí mismo, busca de figuras femeninas de fácil sometimiento para experimentarlo en lo que la vida real no puede hacer”, agregó Chang.
“El agresor necesitaba un referente real para recordar el hecho. Los objetos quizá son una colección de la posibilidad que tiene el sujeto de hacer un vínculo con el otro”, agregó el entrevistado.
Además señaló que Alburez Manzo actuó ante sus víctimas como prototipo de “macho” y que era explícito para demandar la actividad sexual.
“Es controlador, amenazante, pero los resultados del análisis conductual revelaron que no es una persona sádica”, detalló el experto del MP.
Condenado a 300 años de cárcel
José Víctor Alburez Manzo fue condenado en dos procesos penales por violar, secuestrar y agredir sexualmente a diez mujeres. Las condenas sobrepasan los 300 años de cárcel.
En el primer debate realizado en 2015 fue condenado a 295, según el MP. Y este año fue enviado por tercera ocasión a un debate oral porque once mujeres más lo acusaron de violación y secuestro. Las denuncias fueron presentadas luego que se dictara la primera sentencia.
Este proceso se desarrollará en un Tribunal de Femicidio. “Aún está pendiente la fecha”, informó la Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público (MP).
Los “trofeos” de José Víctor Alburez, el violador serial que operaba en su taxi
Más de cincuenta pertenencias (bolsas, zapatos y celulares, entre otro artículos) de sus víctimas, conservó José Víctor Alburez Manzo, un violador serial que operó en su taxi por más de cuatro años.
Cada artículo representó un trofeo para Alburez, pues cada fechorías, es decir cada una de las violaciones y agresiones sexuales, la consideró un logro en su perturbada mente.
Durante la detención, investigadores revisaron el vehículo que conducía, un taxi que usaba para violar a sus víctimas.
Lo que halló el Ministerio Público
Entre los hallazgos que reportó en esa ocasión el Ministerio Público, ubicó algunas carteras, accesorios para cabello y celulares de las mujeres que agredió.
Eso permitió a los investigadores sospechar que las víctimas no eran ocho como se estableció en el expediente. Por ello solicitaron una orden para allanar la vivienda.
El día que se realizó la inspección en la residencia de Alburez Manzo, allí estaba la conviviente. Ella condujo a los fiscales a un pequeño cuarto que era utilizado como bodega.
Al abrir la habitación los investigadores observaron unos 50 pares de zapatos, de diferente color, talla y estilo, cartera, monederos, planchas de pelo, joyas, Q28 mil y hasta una placa de un agente de la Dirección Especializada de Investigación Criminal (DEIC).
Sin cuestionar a la conviviente de Alburez Manzo, ella narró que eran objetos que su pareja sentimental llevaba. Aseguró que nunca le preguntó de quién o para qué eran esos artículos, solo los guardó, sin cuestionar.
Contó que su esposo en ocasiones le decía: “Mirá lo que te traje, ahí lo usas. Aclaró que él “nunca” tuvo la intención de vender nada.
Todos los artículos fueron secuestrado para analizarlos. Al paso de los meses los expertos (criminólogo, sicólogo y sociólogo) coincidieron que el hecho de conservar cada objeto significó una victoria de las violaciones cometidas.
https://republica.gt/2018/09/29/el-viaje-en-un-taxi-que-le-arrebato-su-intimidad/
Análisis del violador
Alejando Chang, del área de Análisis Criminal de la Fiscalía de la Mujer, informó que los objetos era un trofeo para Alburez Manzo porque antes de atacarlas, disfrutaba verlas sufrir y solo utilizaba la fuerza necesaria para someterlas.
“Cuando intentaban resistirse las amenazaba, nunca las golpeaba. El agresor era inseguro con su masculinidad. Percibía merecer más de lo que su entorno femenino le dio en su vida sexual y al carecer de control de sí mismo, busca de figuras femeninas de fácil sometimiento para experimentarlo en lo que la vida real no puede hacer”, agregó Chang.
“El agresor necesitaba un referente real para recordar el hecho. Los objetos quizá son una colección de la posibilidad que tiene el sujeto de hacer un vínculo con el otro”, agregó el entrevistado.
Además señaló que Alburez Manzo actuó ante sus víctimas como prototipo de “macho” y que era explícito para demandar la actividad sexual.
“Es controlador, amenazante, pero los resultados del análisis conductual revelaron que no es una persona sádica”, detalló el experto del MP.
Condenado a 300 años de cárcel
José Víctor Alburez Manzo fue condenado en dos procesos penales por violar, secuestrar y agredir sexualmente a diez mujeres. Las condenas sobrepasan los 300 años de cárcel.
En el primer debate realizado en 2015 fue condenado a 295, según el MP. Y este año fue enviado por tercera ocasión a un debate oral porque once mujeres más lo acusaron de violación y secuestro. Las denuncias fueron presentadas luego que se dictara la primera sentencia.
Este proceso se desarrollará en un Tribunal de Femicidio. “Aún está pendiente la fecha”, informó la Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público (MP).