Científicos inventaron una calcomanía electrónica generará alertas de salud en tiempo real.
La calcomanía o adhesivo inteligente que podría revolucionar la medicina fue fabricada en la Purdue University.
Está hecha de celulosa, que es biocompatible y transpirable.
“Por primera vez, hemos creado dispositivos electrónicos portátiles a bajo costo”, explicó Ramses Martínez, encargado del proyecto.
La tecnología alcanzó resultados positivos en el monitoreo físico y como alerta en riesgos de salud en tiempo real.
También pueden usarse como sensores implantables para controlar el sueño.
Los adhesivos están modelados en forma de red para adaptarlo a la piel.
La investigación se publicó en la ACS Advanced Materials and Interfaces.
Además, las etiquetas están recubiertas con moléculas que repelen el agua, el aceite, el polvo y las bacterias.
Cada pegatina tiene un valor de producción de unos 5¢ de dólar, unos 39¢ de quetzal.
“El bajo costo de estos dispositivos portátiles y su compatibilidad con las técnicas de fabricación a gran escala permitirán la rápida adopción de estos nuevos sensores portátiles”, agregó Martínez.
Además, la tecnología ya fue patentada por la Oficina de Comercialización de Tecnología de Purdue y buscan socios para comercializarla.
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Con información de Science Daily y The Washington Post.
Científicos inventaron una calcomanía electrónica generará alertas de salud en tiempo real.
La calcomanía o adhesivo inteligente que podría revolucionar la medicina fue fabricada en la Purdue University.
Está hecha de celulosa, que es biocompatible y transpirable.
“Por primera vez, hemos creado dispositivos electrónicos portátiles a bajo costo”, explicó Ramses Martínez, encargado del proyecto.
La tecnología alcanzó resultados positivos en el monitoreo físico y como alerta en riesgos de salud en tiempo real.
También pueden usarse como sensores implantables para controlar el sueño.
Los adhesivos están modelados en forma de red para adaptarlo a la piel.
La investigación se publicó en la ACS Advanced Materials and Interfaces.
Además, las etiquetas están recubiertas con moléculas que repelen el agua, el aceite, el polvo y las bacterias.
Cada pegatina tiene un valor de producción de unos 5¢ de dólar, unos 39¢ de quetzal.
“El bajo costo de estos dispositivos portátiles y su compatibilidad con las técnicas de fabricación a gran escala permitirán la rápida adopción de estos nuevos sensores portátiles”, agregó Martínez.
Además, la tecnología ya fue patentada por la Oficina de Comercialización de Tecnología de Purdue y buscan socios para comercializarla.