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Las palabras amables no cuestan nada, pero valen mucho

Jorge Alvarado
20 de octubre, 2018

Para cuestiones de imagen pública, la imagen personal debe estar llena de lenguajes, entre ellos, el verbal y no verbal. Sin embargo, es el verbal el que te permite expresar los sentimientos y las emociones. Con el lenguaje verbal puedes expresar información y conocimiento. En términos de imagen personal en el campo estratégico esto se estudia como Paralingüística que no es más que la ciencia que estudia los elementos de la comunicación oral.

La paralingüística utiliza como parámetros de estudio y de evaluación la intensidad o volumen de la voz, el ritmo o dicción, el silencio, la risa y la entonación. Estas variantes nos permiten dilucidar el estado de ánimo como expresión oral, la burla, el sarcasmo, la seriedad, pero sobre todo la asertividad.

La asertividad, en la comunicación, siempre es de vital importancia. El uso de la palabra verbal o escrita constituye una ecuación matemática por excelencia, porque tiene el poder de construirte o de destruirte; te motiva o te desmotiva; te inspira o te anula la iniciativa.

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El mejor ejemplo del uso de las palabras se da cuando una persona le dice a la otra: “no es lo que me dijiste sino como me lo dijiste”. Eso tiene que ver con las formas en que empleamos las palabras y demuestra que la fuerza no está en el ¡Qué!, sino en el ¡Cómo! En elementos como el tono y el volumen los que marcan la referencia de lo que se dijo, así las cosas, a veces, hace más daño la forma de decir que lo que se dice.

Las palabras tienen un poder real. Las palabras que utilizas definen tu identidad, tu personalidad y manera de ser. Las palabras que empleas definen tu aurora. Simplemente, definen tu esencia, pues hay dos formas muy concretas de identificar en la forma en la que hablas a qué bando perteneces que serían la positiva o la negativa.  Las palabras que empleas determinan si tu mente es abierta o cerrada. Una mente abierta está orientada a aprender, resolver, seguir adelante, acepta críticas, controla sus emociones; mientras que una mente cerrada se lamenta, todo lo ve imposible, el miedo lo maneja y el enojo lo condiciona. Uno es pesimista y otro es optimista, así de simple.

Con las palabras puedes decir o escribir las historias más bonitas, pero también puedes herir y lastimar. El significado de las palabras tiene que ver con tres aspectos muy puntuales que son el código, el texto y el contexto con el que se dicen las palabras son el determinante de la fuerza o no de ellas. Aparte, hay que sumarle el significado de la palabra y el significado oral.

Lo interesante de esto es que quien demuestra su ira con gritos, lo que en realidad demuestra es muy poco control sobre sus emociones. Esto, a su vez, puede mostrar rasgos muy claros de su personalidad como un temperamento muy volátil y muy agresivo, lo cual no es bueno o es malo. Cada quien es como es, pero en términos de imagen personal estos elementos deben ser controlados y bien estudiados porque toda la comunicación de una imagen pública debe ser intencional y con objetivos puntuales de causar impacto positivo.

En definitiva, las palabras amables no cuestan nada, pero valen mucho porque pueden demostrar respeto, cortesía, educación, además de dar una gran proyección.

En suma, como dice el refrán: “hay que pensar antes de hablar” porque los efectos de lo que decimos constituyen variables dependientes de la imagen que representamos para los demás.  Hay un refrán que dice: “eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices”, pues las personas siempre querrán utilizar tus palabras en tu contra. Ahora, ustedes ya lo saben y depende de ustedes construir o destruir.  En esta oportunidad: ¡Eres lo que dices!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Las palabras amables no cuestan nada, pero valen mucho

Jorge Alvarado
20 de octubre, 2018

Para cuestiones de imagen pública, la imagen personal debe estar llena de lenguajes, entre ellos, el verbal y no verbal. Sin embargo, es el verbal el que te permite expresar los sentimientos y las emociones. Con el lenguaje verbal puedes expresar información y conocimiento. En términos de imagen personal en el campo estratégico esto se estudia como Paralingüística que no es más que la ciencia que estudia los elementos de la comunicación oral.

La paralingüística utiliza como parámetros de estudio y de evaluación la intensidad o volumen de la voz, el ritmo o dicción, el silencio, la risa y la entonación. Estas variantes nos permiten dilucidar el estado de ánimo como expresión oral, la burla, el sarcasmo, la seriedad, pero sobre todo la asertividad.

La asertividad, en la comunicación, siempre es de vital importancia. El uso de la palabra verbal o escrita constituye una ecuación matemática por excelencia, porque tiene el poder de construirte o de destruirte; te motiva o te desmotiva; te inspira o te anula la iniciativa.

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El mejor ejemplo del uso de las palabras se da cuando una persona le dice a la otra: “no es lo que me dijiste sino como me lo dijiste”. Eso tiene que ver con las formas en que empleamos las palabras y demuestra que la fuerza no está en el ¡Qué!, sino en el ¡Cómo! En elementos como el tono y el volumen los que marcan la referencia de lo que se dijo, así las cosas, a veces, hace más daño la forma de decir que lo que se dice.

Las palabras tienen un poder real. Las palabras que utilizas definen tu identidad, tu personalidad y manera de ser. Las palabras que empleas definen tu aurora. Simplemente, definen tu esencia, pues hay dos formas muy concretas de identificar en la forma en la que hablas a qué bando perteneces que serían la positiva o la negativa.  Las palabras que empleas determinan si tu mente es abierta o cerrada. Una mente abierta está orientada a aprender, resolver, seguir adelante, acepta críticas, controla sus emociones; mientras que una mente cerrada se lamenta, todo lo ve imposible, el miedo lo maneja y el enojo lo condiciona. Uno es pesimista y otro es optimista, así de simple.

Con las palabras puedes decir o escribir las historias más bonitas, pero también puedes herir y lastimar. El significado de las palabras tiene que ver con tres aspectos muy puntuales que son el código, el texto y el contexto con el que se dicen las palabras son el determinante de la fuerza o no de ellas. Aparte, hay que sumarle el significado de la palabra y el significado oral.

Lo interesante de esto es que quien demuestra su ira con gritos, lo que en realidad demuestra es muy poco control sobre sus emociones. Esto, a su vez, puede mostrar rasgos muy claros de su personalidad como un temperamento muy volátil y muy agresivo, lo cual no es bueno o es malo. Cada quien es como es, pero en términos de imagen personal estos elementos deben ser controlados y bien estudiados porque toda la comunicación de una imagen pública debe ser intencional y con objetivos puntuales de causar impacto positivo.

En definitiva, las palabras amables no cuestan nada, pero valen mucho porque pueden demostrar respeto, cortesía, educación, además de dar una gran proyección.

En suma, como dice el refrán: “hay que pensar antes de hablar” porque los efectos de lo que decimos constituyen variables dependientes de la imagen que representamos para los demás.  Hay un refrán que dice: “eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices”, pues las personas siempre querrán utilizar tus palabras en tu contra. Ahora, ustedes ya lo saben y depende de ustedes construir o destruir.  En esta oportunidad: ¡Eres lo que dices!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo