La semana del 5 de noviembre tuve la oportunidad de conocer San Francisco, California y sus alrededores. Como en mis viajes anteriores, me anima compartir -en texto, imágenes y video- lo que observé y el cómo, muy pronto, podríamos transformar nuestros países en pujantes ciudades, departamentos y municipios. Lo haré en tres entregas, aquí la primera de ellas:
Infraestructura y seguridad
Al llegar el impacto es abismal: el Aeropuerto Internacional de San Francisco como puerta de entrada y carta de presentación pone en evidencia lo precario de nuestros aeropuertos, en especial, el Aeropuerto Internacional La Aurora en Guatemala; el dinamismo, el tamaño y la funcionalidad son otro nivel. ¿Acaso nuestro aeropuerto (y muchos en América Latina), tiene el largo de pistas para el despegue de aviones de gran fuselaje? ¿Acaso nuestros aeropuertos internacionales -y el nuestro en particular- tiene una ubicación segura, un área de espera de pasajeros digna? Estas preguntas, entre muchas otras y por ahora, no se pueden responder y menos dar solución bajo un sistema de gobierno que no se enfoca en lo que por naturaleza le corresponde.
Seguidamente: las carreteras. ¡Impresionantes! De cinco carriles, de alta velocidad, cero “hoyos”, huecos o baches. En nuestros países predomina la “cultura del bache”, propia de la visión corto-placista y esta a su vez, del sistema social-mercantilista. Bajo un régimen como este no puede emerger la visión de largo plazo porque ello supone predictibilidad, estabilidad y certeza.
¿Tráfico? Poco. En las carreteras que rodean el centro de San Francisco cuando las noticias anuncian el tráfico en realidad quieren decir que quienes manejamos (yo lo hice durante 3 días) sencillamente bajamos de velocidad: de 120 km/hora a 80 o 60. En las entradas a la ciudad lo hay poco más pero nada que se compare a las caóticas calles de nuestra América Latina. De hecho, a mis hijos les sorprendió que no hubiese policías de tránsito en la ciudad…en un solo lugar y un solo día les vimos “dirigiendo” el tránsito. ¿Acaso que los haya en todo lugar y siempre -como en Guatemala por ejemplo- es sinónimo de “buena gestión”? ¿No será mejor que los haya en menos cantidad, cuando se requieran y solo en puntos críticos? ¡Disculpen las preguntas incómodas! En San Francisco y sus alrededores abundan los medios de transporte (buses convencionales eléctricos, buses halados por cables, metro subterráneo, vehículos, barcos, aviones, motos, bicicletas y hasta monopatines controlados por bluetooth) y las vías de comunicación (calles y avenidas, freeways o vías rápidas, caminos “rurales” y vecinales), están en perfecto estado, bien señalizados y muchos bajo sistema de peaje. ¿Acaso no merecemos lo mismo o algo mejor?
Mi conclusión: lograr altos niveles de seguridad e infraestructura de alta calidad es un objetivo alcanzable solo cuando existe un Sistema de gobierno que se limita a sus funciones propias; eso hizo Estados Unidos por muchas décadas y aún hoy se disfruta de esos resultados. El sistema federal o descentralizado invita a los Estados a competir y ello dinamiza las economías, crea riqueza y produce calidad en los servicios básicos.
Las 5 Reformas que proponemos para Guatemala y para nuestra América desde el Foro Liberal de América Latina son el camino para alcanzar ese nivel de obras públicas y seguridad. ¿Que si es factible? Claro, lo será en la medida que ciudadanos de gran coraje tienen el valor de intentarlo. ¡Te invito a conocernos aquí: www.ForoLiberalDeAmericaLatina.org y a seguirnos en redes sociales!
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Jorge David Chapas es empresario, académico, docente, político liberal clásico y padre homeschooler – @JDChapas
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
La semana del 5 de noviembre tuve la oportunidad de conocer San Francisco, California y sus alrededores. Como en mis viajes anteriores, me anima compartir -en texto, imágenes y video- lo que observé y el cómo, muy pronto, podríamos transformar nuestros países en pujantes ciudades, departamentos y municipios. Lo haré en tres entregas, aquí la primera de ellas:
Infraestructura y seguridad
Al llegar el impacto es abismal: el Aeropuerto Internacional de San Francisco como puerta de entrada y carta de presentación pone en evidencia lo precario de nuestros aeropuertos, en especial, el Aeropuerto Internacional La Aurora en Guatemala; el dinamismo, el tamaño y la funcionalidad son otro nivel. ¿Acaso nuestro aeropuerto (y muchos en América Latina), tiene el largo de pistas para el despegue de aviones de gran fuselaje? ¿Acaso nuestros aeropuertos internacionales -y el nuestro en particular- tiene una ubicación segura, un área de espera de pasajeros digna? Estas preguntas, entre muchas otras y por ahora, no se pueden responder y menos dar solución bajo un sistema de gobierno que no se enfoca en lo que por naturaleza le corresponde.
Seguidamente: las carreteras. ¡Impresionantes! De cinco carriles, de alta velocidad, cero “hoyos”, huecos o baches. En nuestros países predomina la “cultura del bache”, propia de la visión corto-placista y esta a su vez, del sistema social-mercantilista. Bajo un régimen como este no puede emerger la visión de largo plazo porque ello supone predictibilidad, estabilidad y certeza.
¿Tráfico? Poco. En las carreteras que rodean el centro de San Francisco cuando las noticias anuncian el tráfico en realidad quieren decir que quienes manejamos (yo lo hice durante 3 días) sencillamente bajamos de velocidad: de 120 km/hora a 80 o 60. En las entradas a la ciudad lo hay poco más pero nada que se compare a las caóticas calles de nuestra América Latina. De hecho, a mis hijos les sorprendió que no hubiese policías de tránsito en la ciudad…en un solo lugar y un solo día les vimos “dirigiendo” el tránsito. ¿Acaso que los haya en todo lugar y siempre -como en Guatemala por ejemplo- es sinónimo de “buena gestión”? ¿No será mejor que los haya en menos cantidad, cuando se requieran y solo en puntos críticos? ¡Disculpen las preguntas incómodas! En San Francisco y sus alrededores abundan los medios de transporte (buses convencionales eléctricos, buses halados por cables, metro subterráneo, vehículos, barcos, aviones, motos, bicicletas y hasta monopatines controlados por bluetooth) y las vías de comunicación (calles y avenidas, freeways o vías rápidas, caminos “rurales” y vecinales), están en perfecto estado, bien señalizados y muchos bajo sistema de peaje. ¿Acaso no merecemos lo mismo o algo mejor?
Mi conclusión: lograr altos niveles de seguridad e infraestructura de alta calidad es un objetivo alcanzable solo cuando existe un Sistema de gobierno que se limita a sus funciones propias; eso hizo Estados Unidos por muchas décadas y aún hoy se disfruta de esos resultados. El sistema federal o descentralizado invita a los Estados a competir y ello dinamiza las economías, crea riqueza y produce calidad en los servicios básicos.
Las 5 Reformas que proponemos para Guatemala y para nuestra América desde el Foro Liberal de América Latina son el camino para alcanzar ese nivel de obras públicas y seguridad. ¿Que si es factible? Claro, lo será en la medida que ciudadanos de gran coraje tienen el valor de intentarlo. ¡Te invito a conocernos aquí: www.ForoLiberalDeAmericaLatina.org y a seguirnos en redes sociales!
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Jorge David Chapas es empresario, académico, docente, político liberal clásico y padre homeschooler – @JDChapas
República es ajena a la opinión expresada en este artículo