El volcán de Fuego finalizó una fase eruptiva luego de 32 horas, en las cuales se registraron explosiones moderadas y fuertes con constantes columnas de cenizas, que afectaron unas 2 mil 500 manzanas cultivadas con café.
La Anacafé informó que la ceniza cayó en unidades productivas cercanas al coloso, pero por el momento, no se registraron daños en los cultivos de café derivado de la quinta fase eruptiva del 2018, que duró del 18 al 19 de noviembre.
Las constantes explosiones del volcán de Fuego generaron columnas de ceniza a una altura de 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar, que se desplazó a unos 15 kilómetros en dirección oeste y suroeste, según un reporte del Invisumeh con fecha 19 de noviembre, en el cual se comunicó que había finalizado la fase de erupción.
Limpiar cultivos
La oficina regional III de Anacafé informó que luego de la actividad volcánica, los caficultores reportaron la caída de ceniza en unidades productivas con un área aproximada de 2 mil 500 manzanas, que incluyen Acatenango, San Pedro Yepocapa, Panimaché II, Santa Sofía, Morelia y Sangre de Cristo.
El viento dispersó la ceniza y ayudó a desprender la que se había acumulado en las hojas de las plantas de café. Si los pronósticos de lluvia en algunas áreas se concretan, ayudaría a la limpieza de los cafetales.
Anacafé informó que la erupción volcánica del pasado 4 de junio provocó la pérdida del 1.27% de la producción nacional de café exportable correspondiente a la producción 2018/2019. Foto: Anacafé
En las áreas donde no se registren lluvias, los técnicos de Anacafé recomiendan a los caficultores sacudir las plantas adultas, procurando botar la ceniza acumulada en las hojas. En los almácigos, se recomienda realizar riego, eliminando la ceniza adherida.
En la medida de las posibilidades de cada productor, debe realizar aspersiones foliares con aminoácidos, estos compuestos ayudan a la planta de café a superar el estrés provocado por la caída de ceniza. La ceniza también puede dañar los nuevos brotes, afectando la cosecha del próximo año.
Las autoridades han activado los Planes de Respuesta y se ha iniciado la auto-evacuación de las comunidades cercanas al Volcán, como una medida de precaución para evitar desastres, según lo informado por la Conred.
Las pérdidas en junio
Anacafé informó, cinco días después de la tragedia, sus estimaciones de los daños causados a la caficultura por la erupción del volcán de Fuego y dio a conocer que se perdió más el 1.2% de la producción nacional de café exportable para el año cafetalero 2018/2019.
La cifra equivale a unos 53 mil 610 quintales de café oro, que se habían pronosticado como parte de la cosecha que llegaría a los mercados internacionales desde Guatemala en la cosecha actual, compuesta por unos 4.2 millones de quintales oro.
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La Anacafé informó que la ceniza cayó en unidades productivas cercanas al coloso, pero por el momento, no se registraron daños en los cultivos de café derivado de la quinta fase eruptiva del 2018, que duró del 18 al 19 de noviembre.
Las constantes explosiones del volcán de Fuego generaron columnas de ceniza a una altura de 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar, que se desplazó a unos 15 kilómetros en dirección oeste y suroeste, según un reporte del Invisumeh con fecha 19 de noviembre, en el cual se comunicó que había finalizado la fase de erupción.
Limpiar cultivos
La oficina regional III de Anacafé informó que luego de la actividad volcánica, los caficultores reportaron la caída de ceniza en unidades productivas con un área aproximada de 2 mil 500 manzanas, que incluyen Acatenango, San Pedro Yepocapa, Panimaché II, Santa Sofía, Morelia y Sangre de Cristo.
El viento dispersó la ceniza y ayudó a desprender la que se había acumulado en las hojas de las plantas de café. Si los pronósticos de lluvia en algunas áreas se concretan, ayudaría a la limpieza de los cafetales.
Anacafé informó que la erupción volcánica del pasado 4 de junio provocó la pérdida del 1.27% de la producción nacional de café exportable correspondiente a la producción 2018/2019. Foto: Anacafé
En las áreas donde no se registren lluvias, los técnicos de Anacafé recomiendan a los caficultores sacudir las plantas adultas, procurando botar la ceniza acumulada en las hojas. En los almácigos, se recomienda realizar riego, eliminando la ceniza adherida.
En la medida de las posibilidades de cada productor, debe realizar aspersiones foliares con aminoácidos, estos compuestos ayudan a la planta de café a superar el estrés provocado por la caída de ceniza. La ceniza también puede dañar los nuevos brotes, afectando la cosecha del próximo año.
Las autoridades han activado los Planes de Respuesta y se ha iniciado la auto-evacuación de las comunidades cercanas al Volcán, como una medida de precaución para evitar desastres, según lo informado por la Conred.
Las pérdidas en junio
Anacafé informó, cinco días después de la tragedia, sus estimaciones de los daños causados a la caficultura por la erupción del volcán de Fuego y dio a conocer que se perdió más el 1.2% de la producción nacional de café exportable para el año cafetalero 2018/2019.
La cifra equivale a unos 53 mil 610 quintales de café oro, que se habían pronosticado como parte de la cosecha que llegaría a los mercados internacionales desde Guatemala en la cosecha actual, compuesta por unos 4.2 millones de quintales oro.