“Estamos tristes. Quisiera poder decirte un te amo. Mi consuelo es que no fue un adiós definitivo, fue un hasta pronto. Mi confianza en Dios me permite estar convencida de ello.
Soy Ana Bracamonte, tengo 30 años, y soy la hija mayor de Joaquín Bracamonte. Hoy todos conocen el nombre de mi papá. Fue noticia cuando su cuerpo fue encontrado junto al de Zulma, su esposa.
Mis hermanos y yo aún no podemos creerlo. Aún recuerdo ese día. Mi hermana Andrea nos llamó en la madrugada. Ella junto con Eduardo, hijo de Zulma, fueron los encargados de reconocer sus cuerpos.
Los cuerpos de Joaquín y Zulma fueron encontrados en el vehículo de ella, sobre la 15 calle de la zona 10 capitalina.
No imagino cuán difícil fue. Ese episodio hizo que la relación con mis hermanos fuera más fuerte. Esta será una navidad muy diferente porque no estará con nosotros.
Me preguntan cómo puedo describirlo. Es difícil. Como cualquier hija, siempre lo vi como un hombre excepcional y no encuentro tantas palabras para describir lo bueno que fue con nosotros.
El día del velorio, el segundo nivel de la funeraria estaba lleno. Mucha gente de Ciudad Quetzal viajó para despedirlo. Una señora se me acercó y me contó que mi papá la había ayudado con sus quimioterapias. Logró superar el cáncer y me dijo que se lo debía a él.
Lloré mucho. Mi papá nunca hablaba del trabajo o del apoyo a las personas. Era de aquellos que al llegar a casa, se enfocaba en su familia.
Aún recuerdo que fue difícil cuando tomó la decisión de divorciarse de mi mamá. Se sorprendió cuando decidimos quedarnos a vivir con él. Ahora que lo pienso, creo que es una muestra del vínculo que siempre nos unió.
Lo que si debo decir es que nos consultó cuando iba a incursionar en la política. En el proceso 2007 participó, no recuerdo con qué partido. Pero perdió, la derrota no le cayó bien, se deprimió un poco.
Por eso celebró su triunfo en el 2011 cuando ganó una curul.
Joaquín Bracamonte fue diputado del Partido Patriota en la legislatura 2012-2015.
Su matrimonio
Debo reconocer que me puse celosa cuando inició su relación con Zulma y ¿cómo no iba a estarlo?. Era muy joven y muy celosa. Pero finalmente comprendí que tenía derecho a rehacer su vida.
Estuvieron casados unos años, pero con el pasar del tiempo, la relación tuvo un punto de quiebre y se divorciaron.
Pese a la separación, su relación siempre fue cordial. Algunos pensarán que era porque habían procreado a mi hermana más pequeña, Jimena. No sé, puede que el amor nunca desapareció del todo. Hace un tiempo retomaron su relación y volvieron a vivir juntos.
Se que hay muchas dudas que rodean su muerte. El Ministerio Público nos ha citado una vez. Yo estoy enfocada en Dios y en mi familia. Es mi único consuelo. Sé que los medios dicen muchas cosas, pero la única verdad que conozco era que Joaquín, conocido como Quincho, era un excelente padre y un buen abuelo”.
“Estamos tristes. Quisiera poder decirte un te amo. Mi consuelo es que no fue un adiós definitivo, fue un hasta pronto. Mi confianza en Dios me permite estar convencida de ello.
Soy Ana Bracamonte, tengo 30 años, y soy la hija mayor de Joaquín Bracamonte. Hoy todos conocen el nombre de mi papá. Fue noticia cuando su cuerpo fue encontrado junto al de Zulma, su esposa.
Mis hermanos y yo aún no podemos creerlo. Aún recuerdo ese día. Mi hermana Andrea nos llamó en la madrugada. Ella junto con Eduardo, hijo de Zulma, fueron los encargados de reconocer sus cuerpos.
Los cuerpos de Joaquín y Zulma fueron encontrados en el vehículo de ella, sobre la 15 calle de la zona 10 capitalina.
No imagino cuán difícil fue. Ese episodio hizo que la relación con mis hermanos fuera más fuerte. Esta será una navidad muy diferente porque no estará con nosotros.
Me preguntan cómo puedo describirlo. Es difícil. Como cualquier hija, siempre lo vi como un hombre excepcional y no encuentro tantas palabras para describir lo bueno que fue con nosotros.
El día del velorio, el segundo nivel de la funeraria estaba lleno. Mucha gente de Ciudad Quetzal viajó para despedirlo. Una señora se me acercó y me contó que mi papá la había ayudado con sus quimioterapias. Logró superar el cáncer y me dijo que se lo debía a él.
Lloré mucho. Mi papá nunca hablaba del trabajo o del apoyo a las personas. Era de aquellos que al llegar a casa, se enfocaba en su familia.
Aún recuerdo que fue difícil cuando tomó la decisión de divorciarse de mi mamá. Se sorprendió cuando decidimos quedarnos a vivir con él. Ahora que lo pienso, creo que es una muestra del vínculo que siempre nos unió.
Lo que si debo decir es que nos consultó cuando iba a incursionar en la política. En el proceso 2007 participó, no recuerdo con qué partido. Pero perdió, la derrota no le cayó bien, se deprimió un poco.
Por eso celebró su triunfo en el 2011 cuando ganó una curul.
Joaquín Bracamonte fue diputado del Partido Patriota en la legislatura 2012-2015.
Su matrimonio
Debo reconocer que me puse celosa cuando inició su relación con Zulma y ¿cómo no iba a estarlo?. Era muy joven y muy celosa. Pero finalmente comprendí que tenía derecho a rehacer su vida.
Estuvieron casados unos años, pero con el pasar del tiempo, la relación tuvo un punto de quiebre y se divorciaron.
Pese a la separación, su relación siempre fue cordial. Algunos pensarán que era porque habían procreado a mi hermana más pequeña, Jimena. No sé, puede que el amor nunca desapareció del todo. Hace un tiempo retomaron su relación y volvieron a vivir juntos.
Se que hay muchas dudas que rodean su muerte. El Ministerio Público nos ha citado una vez. Yo estoy enfocada en Dios y en mi familia. Es mi único consuelo. Sé que los medios dicen muchas cosas, pero la única verdad que conozco era que Joaquín, conocido como Quincho, era un excelente padre y un buen abuelo”.