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Ni de panzaso

María Dolores Arias
18 de diciembre, 2018

La prueba Pisa es un Programa Internacionalde Evaluación de los Estudiantes, en inglés Programmefor International Student Assessment, desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE; en la cual se evalúa el rendimiento académico de jóvenes de 15 años en matemáticas, ciencias y lectura.

El objetivo de esta prueba es obtener datoscomparables que permitan a los gobernantes mejorar sus políticas de educación ya que se evalúa el sistema educativo a nivel mundial a través de los estudiantes. La variante Pisa-D o Pisa para el Desarrollo fue desarrollado para países donde sus ciudadanos tienen ingresos medios a bajos.  Estas pruebas se desarrollan cada tres años, en el caso de Guatemala se lanzó en marzo de 2015.

La semana pasada se presentaron los resultados de las evaluaciones Pisa-D hechas, en agosto y septiembre del año pasado, a 5,100 estudiantes de 15 años que cursan el nivel medio en Guatemala.  Los resultados obtenidos estuvieron por debajo del promedio mínimo de conocimiento, es decir menor de 400 puntos.

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En lectura 7 de cada 10 evaluados tuvo un pobre desempeño con un promedio de 369 puntos; en ciencias el 70% de los estudiantes estuvo por debajo del mínimo con 365 puntos; en matemáticas, 9 decada 10 no llegó al mínimo, es decir el 90%, con 334 puntos.  Es decir, “ni de panzaso” o “raspados” llegaron al mínimo.

Muchos le dirán que las razones de tan bajo desempeño son la pobreza, la marginación, la desnutrición, la supuesta escasa inversión en educación, el bajo desempeño de los maestros, las condiciones de las aulas y así podría seguir enumerando las múltiples carencias.

Debemos poner especial atención a aquellas explicaciones que giran alrededor del gasto público, ya que es común escuchar o leer declaraciones de burócratas hablando sobre la baja inversión en educación. Sin embargo, en países como el nuestro, la educación es uno de los rubros que, año con año, recibe más recursos en el presupuesto.

Si bien es cierto que el problema de la falta de generación de riqueza, es decir, la pobreza incide en el desempeño de los jóvenes, también es cierto que se han desarrollado, esquemas de educación muy eficientes en áreas rurales, de forma privada, que han logrado un alto impacto en sus comunidades. Con pocos recursos, comparados con el sistema estatal, se han logrado mejores resultados.

Muy pocos, si no es que nadie, al menos politiquero; le dirá que es el sistema educativo en sí el que no funciona y por ende no podemos esperar mejores resultados. El sistema educativo estatal centralizado es inoperante, burócratas en la capital deciden por quienes están en lugares remotos, no existe rendición decuentas, el malgasto en el presupuesto estatal no es castigado, el incentivo en este sistema está hecho para que los maestros y demás burócratas subsistan, vegeten o busquen “quedar bien” con el “sindicato”.

Los buenos maestros, que los hay, son poco valorados en esa burocracia; la mayoría de los recursos se malgastan o se los roban, si a esto le sumamos la colusión política con los líderes magisteriales y los sindicatos tanto del ministerio como el magisterio, el problema se complica aún más.  Existe la absurda idea de que dándole más dinero a un sistema educativo corrupto es como se mejora, algo así como darle droga al adicto para que se recupere.

Mientras los políticos encuentren conveniente la alianza con líderes magisteriales para organizar marchas y plantones que impulsen sus intereses, mientras se considere un logro cumplir con los días mínimos de clase, mientras el monopolio de la contratación y la carrera magisterial sea a través de líderes sindicales seguiremos alimentando con más recursos a un monstruo insaciable.

Mientras el poder esté en la oferta educativa y no en la demanda, es decir en los padres y los estudiantes, que  tengan el poder para decidir dónde estudiar y premiar con recursos económicos a quién mejor les sirve directamente seguiremos obteniendo esos resultados que no alcanzan para pasar “Ni de panzaso”.

@Md30

Facebook.com/Mda30


República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Ni de panzaso

María Dolores Arias
18 de diciembre, 2018

La prueba Pisa es un Programa Internacionalde Evaluación de los Estudiantes, en inglés Programmefor International Student Assessment, desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE; en la cual se evalúa el rendimiento académico de jóvenes de 15 años en matemáticas, ciencias y lectura.

El objetivo de esta prueba es obtener datoscomparables que permitan a los gobernantes mejorar sus políticas de educación ya que se evalúa el sistema educativo a nivel mundial a través de los estudiantes. La variante Pisa-D o Pisa para el Desarrollo fue desarrollado para países donde sus ciudadanos tienen ingresos medios a bajos.  Estas pruebas se desarrollan cada tres años, en el caso de Guatemala se lanzó en marzo de 2015.

La semana pasada se presentaron los resultados de las evaluaciones Pisa-D hechas, en agosto y septiembre del año pasado, a 5,100 estudiantes de 15 años que cursan el nivel medio en Guatemala.  Los resultados obtenidos estuvieron por debajo del promedio mínimo de conocimiento, es decir menor de 400 puntos.

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En lectura 7 de cada 10 evaluados tuvo un pobre desempeño con un promedio de 369 puntos; en ciencias el 70% de los estudiantes estuvo por debajo del mínimo con 365 puntos; en matemáticas, 9 decada 10 no llegó al mínimo, es decir el 90%, con 334 puntos.  Es decir, “ni de panzaso” o “raspados” llegaron al mínimo.

Muchos le dirán que las razones de tan bajo desempeño son la pobreza, la marginación, la desnutrición, la supuesta escasa inversión en educación, el bajo desempeño de los maestros, las condiciones de las aulas y así podría seguir enumerando las múltiples carencias.

Debemos poner especial atención a aquellas explicaciones que giran alrededor del gasto público, ya que es común escuchar o leer declaraciones de burócratas hablando sobre la baja inversión en educación. Sin embargo, en países como el nuestro, la educación es uno de los rubros que, año con año, recibe más recursos en el presupuesto.

Si bien es cierto que el problema de la falta de generación de riqueza, es decir, la pobreza incide en el desempeño de los jóvenes, también es cierto que se han desarrollado, esquemas de educación muy eficientes en áreas rurales, de forma privada, que han logrado un alto impacto en sus comunidades. Con pocos recursos, comparados con el sistema estatal, se han logrado mejores resultados.

Muy pocos, si no es que nadie, al menos politiquero; le dirá que es el sistema educativo en sí el que no funciona y por ende no podemos esperar mejores resultados. El sistema educativo estatal centralizado es inoperante, burócratas en la capital deciden por quienes están en lugares remotos, no existe rendición decuentas, el malgasto en el presupuesto estatal no es castigado, el incentivo en este sistema está hecho para que los maestros y demás burócratas subsistan, vegeten o busquen “quedar bien” con el “sindicato”.

Los buenos maestros, que los hay, son poco valorados en esa burocracia; la mayoría de los recursos se malgastan o se los roban, si a esto le sumamos la colusión política con los líderes magisteriales y los sindicatos tanto del ministerio como el magisterio, el problema se complica aún más.  Existe la absurda idea de que dándole más dinero a un sistema educativo corrupto es como se mejora, algo así como darle droga al adicto para que se recupere.

Mientras los políticos encuentren conveniente la alianza con líderes magisteriales para organizar marchas y plantones que impulsen sus intereses, mientras se considere un logro cumplir con los días mínimos de clase, mientras el monopolio de la contratación y la carrera magisterial sea a través de líderes sindicales seguiremos alimentando con más recursos a un monstruo insaciable.

Mientras el poder esté en la oferta educativa y no en la demanda, es decir en los padres y los estudiantes, que  tengan el poder para decidir dónde estudiar y premiar con recursos económicos a quién mejor les sirve directamente seguiremos obteniendo esos resultados que no alcanzan para pasar “Ni de panzaso”.

@Md30

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República es ajena a la opinión expresada en este artículo