Antonio Melgar
Estamos ante una nueva conmemoración del Día Internacional de La Mujer y, la lucha por la igualdad, equidad y desarrollo, que busca liberarse de una herencia mezquina de machismo, sigue.
Es vital que por fin demos por terminada la existencia de machismo dentro de la sociedad que lo tiene todo tan arraigado y con un comportamiento retrogrado y el evidente desconocimiento de actores claves, que solo demuestran con su actuar la poca importancia que tienen por dejar atrás herencias que han afectado tanto a la mujer guatemalteca.
La condición en la que nos encontramos en esta conmemoración, nos permite advertir que hay algunos avances como la alerta Isabel-Claudina que como objetivo principal, busca luchar contra el flagelo de la desaparición forzada de mujeres y generar modelos de denuncia en los que la sociedad este cada vez más involucrada.
Es por ello que creo conveniente mencionar que esta alerta que se impulsa de forma interinstitucional y que se convierte en una herramienta muy útil, puede ser esencial para la prevención de tragedias en donde una alerta temprana al 1572 o al 110 de la PNC puede significar una gran diferencia entre la vida y la muerte.
Las condiciones de igualdad y equidad siguen siendo una meta que no se alcanza, pero como sociedad debemos luchar por alcanzarla con prontitud, porque es urgente que tengamos educación constante que no permita que las condiciones actuales de patriarcado y machismo sigan a sus anchas en una sociedad que merece cambiar ese ámbito.
Debemos pensar en que la única forma de desarrollo en un país es cuando se crean oportunidades para todas y todos, en donde la equidad e igualdad prevalecen en un sentido estricto, que dé cumplimiento a las regulaciones de acción social que se desean y que permitan condiciones de paz y armonía social.
En este día tan importante, me permito hacer un llamado a que los procesos de educación y socialización en donde se den a conocer elementos de igual, equidad y desarrollo sean dados con prioridad y con el fin de que en unos años estemos sumergidos en una sociedad que brinde oportunidades sin distinción.
Las mujeres merecen el espacio que les corresponde, ya nos lo han demostrado en puestos de suma importancia para el país y no dudo que con el tiempo veremos aún más de su participación, que sin duda será vital.
En este Día Internacional de la Mujer, recordemos que miles de mujeres aún siguen siendo violentadas. La lucha sigue, por un espacio que sin duda les pertenece aquí en Guatemala y el mundo.
Antonio Melgar
Estamos ante una nueva conmemoración del Día Internacional de La Mujer y, la lucha por la igualdad, equidad y desarrollo, que busca liberarse de una herencia mezquina de machismo, sigue.
Es vital que por fin demos por terminada la existencia de machismo dentro de la sociedad que lo tiene todo tan arraigado y con un comportamiento retrogrado y el evidente desconocimiento de actores claves, que solo demuestran con su actuar la poca importancia que tienen por dejar atrás herencias que han afectado tanto a la mujer guatemalteca.
La condición en la que nos encontramos en esta conmemoración, nos permite advertir que hay algunos avances como la alerta Isabel-Claudina que como objetivo principal, busca luchar contra el flagelo de la desaparición forzada de mujeres y generar modelos de denuncia en los que la sociedad este cada vez más involucrada.
Es por ello que creo conveniente mencionar que esta alerta que se impulsa de forma interinstitucional y que se convierte en una herramienta muy útil, puede ser esencial para la prevención de tragedias en donde una alerta temprana al 1572 o al 110 de la PNC puede significar una gran diferencia entre la vida y la muerte.
Las condiciones de igualdad y equidad siguen siendo una meta que no se alcanza, pero como sociedad debemos luchar por alcanzarla con prontitud, porque es urgente que tengamos educación constante que no permita que las condiciones actuales de patriarcado y machismo sigan a sus anchas en una sociedad que merece cambiar ese ámbito.
Debemos pensar en que la única forma de desarrollo en un país es cuando se crean oportunidades para todas y todos, en donde la equidad e igualdad prevalecen en un sentido estricto, que dé cumplimiento a las regulaciones de acción social que se desean y que permitan condiciones de paz y armonía social.
En este día tan importante, me permito hacer un llamado a que los procesos de educación y socialización en donde se den a conocer elementos de igual, equidad y desarrollo sean dados con prioridad y con el fin de que en unos años estemos sumergidos en una sociedad que brinde oportunidades sin distinción.
Las mujeres merecen el espacio que les corresponde, ya nos lo han demostrado en puestos de suma importancia para el país y no dudo que con el tiempo veremos aún más de su participación, que sin duda será vital.
En este Día Internacional de la Mujer, recordemos que miles de mujeres aún siguen siendo violentadas. La lucha sigue, por un espacio que sin duda les pertenece aquí en Guatemala y el mundo.