La coordinación entre comunitarios, empresas y autoridades permitió que desde el 2016 el cauce del Río Madre Vieja se mantenga y desemboque en el mar del Pacífico durante los meses más secos del año.
Que el río mantenga su caudal, durante tercer año consecutivo, permitirá que las riberas recuperen la biodiversidad a través de corredores biológicos que se generan, a partir de la reforestación, y que las poblaciones cercanas tengan agua para sus pozos.
Los esfuerzos para mantener con agua el río inició con la instauración de una mesa técnica, cuyo propósito es asegurar el afluente no se seque, algo que ocurría cada verano desde hace 25 años. Un fenómeno que se logró revertir en 2016.
Luis Reyes, director de operaciones del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), explicó que la cuenca es de más de 885 km2 y es una fuente de agua para más de 97 mil personas.
En 2015, hubo una temporada de sequía que impactó a la región de Centroamérica. Los acumulados de lluvia disminuyeron y afectaron durante la temporada seca del 2016, por lo que se buscó una solución y se conformó la mesa técnica del Río Madre Vieja en 2017.
El trabajo de la comisión se ha regido bajos cinco acuerdos:
- Reconocer el río como un bien común.
- Financiamiento de un sistema de monitoreo del caudal del Río Madre Vieja y otros 19 ríos de todo el país.
- Establecer un programa de reforestación de todo el área de las riveras del río.
- Continuar con las actividades de la mesa técnica durante época de lluvia.
- Institucionalización de la mesa ténica.
Logros
Reyes indicó que todos los días, desde febrero de 2017, se realizan monitoreos de los niveles de agua de la desembocadura del Río y se tiene el registro de todos los usuarios, para saber si participan de forma activa en la mesa técnica.
En el programa de reforestación, que inició en 2016, los ingenios azucareros que operan en la zona se comprometieron a reforestar cientos héctareas de bosques de ribera del Río Madre Vieja para 2019.
Entre 2017 y 2018, se reforestaron 138.2 héctareas de bosque en las riberas del río Madre Vieja y hubo un cumplimiento del 103% sobre la meta de reforestación (134.5 h) y se espera cumplir con la meta de este año: 67.5 h.
David Carias Salazar, delegado regional del Ministerio de Ambiente, indicó que los trabajos de reforestación de los últimos tres años permitieron tener, de un lado de la ribera del río, más de 33 km reforestados con unas 100 mil plantas sembradas.
“El objetivo de la mesa técnica es para aprovechar los recursos del río, pero de forma racional para que las poblaciones, río abajo, también tengan agua para subsistir y sus pozos no se sequen. Se busca que al agua siempre llegue al mar“, agregó Salazar.
Roberto del Cid, jefe forestal del ingenio Pantaleón, explicó que uno de los principales compromisos que adquirieron las empresas, con fincas en cercanías del Río Madre Vieja, es que debían reforestar una franja de 30 metros hacia adentro de la finca.
“Pantaleón tiene varias fincas en la cuenca del Río por lo que desde 2017, tierras que antes eran para cultivo caña de azúcar, ahora tienen especies de árboles nativos“, comentó.
El Río Madre Vieja tiene una longitud de 126 kilómetros y atraviesa la planicie costera de los departamentos de Suchitepéquez y Escuintla para desembocar en el oceáno Pacífico. Este 2019, mantendrá su cauce en los meses más secos del año, gracias al trabajo de la mesa técnica.
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Que el río mantenga su caudal, durante tercer año consecutivo, permitirá que las riberas recuperen la biodiversidad a través de corredores biológicos que se generan, a partir de la reforestación, y que las poblaciones cercanas tengan agua para sus pozos.
Los esfuerzos para mantener con agua el río inició con la instauración de una mesa técnica, cuyo propósito es asegurar el afluente no se seque, algo que ocurría cada verano desde hace 25 años. Un fenómeno que se logró revertir en 2016.
Luis Reyes, director de operaciones del Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC), explicó que la cuenca es de más de 885 km2 y es una fuente de agua para más de 97 mil personas.
En 2015, hubo una temporada de sequía que impactó a la región de Centroamérica. Los acumulados de lluvia disminuyeron y afectaron durante la temporada seca del 2016, por lo que se buscó una solución y se conformó la mesa técnica del Río Madre Vieja en 2017.
El trabajo de la comisión se ha regido bajos cinco acuerdos:
- Reconocer el río como un bien común.
- Financiamiento de un sistema de monitoreo del caudal del Río Madre Vieja y otros 19 ríos de todo el país.
- Establecer un programa de reforestación de todo el área de las riveras del río.
- Continuar con las actividades de la mesa técnica durante época de lluvia.
- Institucionalización de la mesa ténica.
Logros
Reyes indicó que todos los días, desde febrero de 2017, se realizan monitoreos de los niveles de agua de la desembocadura del Río y se tiene el registro de todos los usuarios, para saber si participan de forma activa en la mesa técnica.
En el programa de reforestación, que inició en 2016, los ingenios azucareros que operan en la zona se comprometieron a reforestar cientos héctareas de bosques de ribera del Río Madre Vieja para 2019.
Entre 2017 y 2018, se reforestaron 138.2 héctareas de bosque en las riberas del río Madre Vieja y hubo un cumplimiento del 103% sobre la meta de reforestación (134.5 h) y se espera cumplir con la meta de este año: 67.5 h.
David Carias Salazar, delegado regional del Ministerio de Ambiente, indicó que los trabajos de reforestación de los últimos tres años permitieron tener, de un lado de la ribera del río, más de 33 km reforestados con unas 100 mil plantas sembradas.
“El objetivo de la mesa técnica es para aprovechar los recursos del río, pero de forma racional para que las poblaciones, río abajo, también tengan agua para subsistir y sus pozos no se sequen. Se busca que al agua siempre llegue al mar“, agregó Salazar.
Roberto del Cid, jefe forestal del ingenio Pantaleón, explicó que uno de los principales compromisos que adquirieron las empresas, con fincas en cercanías del Río Madre Vieja, es que debían reforestar una franja de 30 metros hacia adentro de la finca.
“Pantaleón tiene varias fincas en la cuenca del Río por lo que desde 2017, tierras que antes eran para cultivo caña de azúcar, ahora tienen especies de árboles nativos“, comentó.
El Río Madre Vieja tiene una longitud de 126 kilómetros y atraviesa la planicie costera de los departamentos de Suchitepéquez y Escuintla para desembocar en el oceáno Pacífico. Este 2019, mantendrá su cauce en los meses más secos del año, gracias al trabajo de la mesa técnica.