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Preocupa acumulación de material volcánico en ríos de la Costa Sur

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13 de marzo, 2019

El impacto de la erupción del volcán de Fuego, registrada en junio de 2018, continúa. Millones de metros cúbicos de arena bajan del coloso a través de las barrancas hacia el cruce de los ríos Achiguate y Coyolate.

La acumulación del material, pone en riesgo a las comunidades, la infraestructura y la agricultura de la Costa Sur, según autoridades del MARN, Conred y el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC).

De acuerdo con estimaciones de expertos, tras la erupción del 3 de junio de 2018, se depositan por lo menos 20 millones de metros cúbicos de material en las faldas del volcán de Fuego.

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Cerca de un 5% ha descendido a los cauces de los ríos. El material se acumula y provoca la obstrucción en algunos puntos, socavando las bases de puentes.

Las autoridades guatemaltecas también explicaron que la acumulación del material volcánico disminuye la profundidad, lo que puede provocar el desbordamiento de los ríos durante la temporada de lluvias.

El sedimento que llega a los esteros afecta las actividades de pesca y dificulta la navegación, por la reducción de la profundidad.

En el caso de la cuenca del río Achiguate, existe el riesgo de que el material dañe el rompeolas que protege el Puerto Quetzal, principal terminal de exportaciones e importaciones de Guatemala.

La situación podría agravarse en invierno. Las lluvias provocan el descenso de más material, ocasionando el desbordamiento de los ríos, en algunos casos generando nuevos cauces, incluso a través de poblados.

Se ha identificado que en la cuenca del río Achiguate, comunidades ubicadas en los municipios de Siquinalá, Escuintla, Masagua, Puerto de San José y La Democracia, en el departamento de Escuintla, corren un riesgo.

Mientras en la cuenta del río Coyolate, también se identifican comunidades en peligro, principalmente de los municipios de Santa Lucia Cotzumalguapa, La Gomera y Nueva Concepción.

Las instituciones gubernamentales y el ICC están preocupados por la situación, y el riesgo que representa para las comunidades. Es por ello que trabajan en conjunto para realizar acciones que permitan mitigar el impacto.

Entre las acciones que impulsan se encuentran:

  • Realizar el trabajo de bordas como una acción preventiva y permanente ante inundaciones.
  • Realizar el monitoreo constante de los ríos para tener información actualizada, que permita tomar decisiones inmediatas.
  • Mantener de forma permanente las mesas técnicas instaladas en las comunidades cercanas a ambos ríos.
  • Realizar estudios profesionales y técnicos que permitan generar información sobre modelos de lo que podría suceder en los próximos años para poder tomar decisiones en temas de mitigación.

Por último, las cuatro instituciones señalan que el dragado de los ríos no se recomienda puesto que sería un gasto que no tendría resultado, debido a las altas cantidades de material suelto en las faldas del volcán de Fuego.

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La acumulación del material, pone en riesgo a las comunidades, la infraestructura y la agricultura de la Costa Sur, según autoridades del MARN, Conred y el Instituto Privado de Investigación sobre Cambio Climático (ICC).

De acuerdo con estimaciones de expertos, tras la erupción del 3 de junio de 2018, se depositan por lo menos 20 millones de metros cúbicos de material en las faldas del volcán de Fuego.

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Cerca de un 5% ha descendido a los cauces de los ríos. El material se acumula y provoca la obstrucción en algunos puntos, socavando las bases de puentes.

Las autoridades guatemaltecas también explicaron que la acumulación del material volcánico disminuye la profundidad, lo que puede provocar el desbordamiento de los ríos durante la temporada de lluvias.

El sedimento que llega a los esteros afecta las actividades de pesca y dificulta la navegación, por la reducción de la profundidad.

En el caso de la cuenca del río Achiguate, existe el riesgo de que el material dañe el rompeolas que protege el Puerto Quetzal, principal terminal de exportaciones e importaciones de Guatemala.

La situación podría agravarse en invierno. Las lluvias provocan el descenso de más material, ocasionando el desbordamiento de los ríos, en algunos casos generando nuevos cauces, incluso a través de poblados.

Se ha identificado que en la cuenca del río Achiguate, comunidades ubicadas en los municipios de Siquinalá, Escuintla, Masagua, Puerto de San José y La Democracia, en el departamento de Escuintla, corren un riesgo.

Mientras en la cuenta del río Coyolate, también se identifican comunidades en peligro, principalmente de los municipios de Santa Lucia Cotzumalguapa, La Gomera y Nueva Concepción.

Las instituciones gubernamentales y el ICC están preocupados por la situación, y el riesgo que representa para las comunidades. Es por ello que trabajan en conjunto para realizar acciones que permitan mitigar el impacto.

Entre las acciones que impulsan se encuentran:

  • Realizar el trabajo de bordas como una acción preventiva y permanente ante inundaciones.
  • Realizar el monitoreo constante de los ríos para tener información actualizada, que permita tomar decisiones inmediatas.
  • Mantener de forma permanente las mesas técnicas instaladas en las comunidades cercanas a ambos ríos.
  • Realizar estudios profesionales y técnicos que permitan generar información sobre modelos de lo que podría suceder en los próximos años para poder tomar decisiones en temas de mitigación.

Por último, las cuatro instituciones señalan que el dragado de los ríos no se recomienda puesto que sería un gasto que no tendría resultado, debido a las altas cantidades de material suelto en las faldas del volcán de Fuego.

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