Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

El último día como ciudadano común del vicepresidente electo Guillermo Castillo

Luis Gonzalez
13 de agosto, 2019

El domingo 11 de agosto fue la última vez que César Guillermo Castillo Reyes, el vicepresidente electo de Guatemala, caminó por las calles como un ciudadano más, para ir a votar.

Junto con su esposa, Ana Lisette Arriaga y su hija Ana Lucía, Castillo Reyes llegó al centro de votación ubicado sobre la Avenida Petapa, como cualquier votante.

Estacionó su vehículo, y acompañado de su familia cruzó la avenida para ingresar en el centro de votación. Al llegar, lo esperaban simpatizantes del Partido Vamos, familiares y periodistas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Dio breves declaraciones, luego emitió su voto en menos de un minuto y mostró el dedo índice a los fotógrafos que esperaban captar la imagen del político.

Intentó retirarse del lugar, pero las cámaras y micrófonos volvieron a cercar su paso. Luego de varios minutos, y de responder todas las preguntas, buscó la salida, pero esta vez fueron simpatizantes y conocidos quienes impidieron su avance.

“‘Willy’, queremos tomarnos una fotografía con usted”; “Licenciado, nos regala una foto”; “‘Lic.’, una selfie…”, así eran los pedidos de hombres y mujeres al acercarse a Castillo Reyes.

Simpatizantes del Partido Vamos buscaron retratarse con Guillermo Castillo.

¿Cambiará su vida?

El domingo Guillermo Castillo no llevaba ningún guardaespalda. Así como llegó, solo con su esposa y su hija, así se marchó para viajar a Huehuetenango.

Aún cuando camina de regreso hacia su vehículo, todavía hay oportunidad para que responda algunas preguntas, mientras buscan cruzar la avenida.

¿Cambiará su vida a partir de que es vicepresidente electo y que el 14 de enero de 2020 asume el cargo?, es la interrogante.

“Cambiará para muchas acciones en las que nos tenemos que concentrar. Tenemos una gran fe en Dios en que se van a ganar las elecciones y que se van a ganar para responderle a la población con ese trabajo que han estado pidiendo…”, responde.

De acuerdo con Castillo, “el país no se la está pasando muy bien y hay muchas personas que tienen situaciones complicadas, pero es parte de nuestro compromiso, luchar por una Guatemala diferente, siempre lo prometimos”.

En la actualidad, Castillo vive cerca de la calzada Raúl Aguilar Batres, en la zona 11 capitalina, y asegura que no cambiará su lugar de residencia.

“Voy a seguir viviendo en el mismo lugar por la Aguilar Batres, no me cambio. Me gusta mi casa, es chiquita, pero cómoda”, resalta el vicepresidente electo.

¿Y su familia?

Los padres de Guillermo Castillo viven en Huehuetenango. Su papá es maestro jubilado y su mamá tiene una abarrotería.

“Son gente luchadora como todos los demás, que luchan todos los días por este gran país”, comenta.

Su familia más cercana ofrece dar todo su respaldo “incondicionalmente” a Castillo Reyes.

Su esposa, Ana Lisette Arriaga, labora en el Organismo Judicial y espera que la nueva responsabilidad de su esposo no cambie su rutina.

Su deseo es seguir trabajando en esa institución en la cual se desempeña desde hace 22 años.

“Solo somos los tres”, dice su hija Ana Lucía, de profesión abogada, al preguntarle cómo se compone el núcleo familiar.

Pronto el semáforo marcó rojo, el tráfico se detiene y la familia Castillo Arriaga aprovecha a cruzar la avenida, confiando en el triunfo que horas más tarde se confirmó y que de ahora en adelante, sin duda, cambiará sus vidas.

Te sugerimos leer:

El último día como ciudadano común del vicepresidente electo Guillermo Castillo

Luis Gonzalez
13 de agosto, 2019

El domingo 11 de agosto fue la última vez que César Guillermo Castillo Reyes, el vicepresidente electo de Guatemala, caminó por las calles como un ciudadano más, para ir a votar.

Junto con su esposa, Ana Lisette Arriaga y su hija Ana Lucía, Castillo Reyes llegó al centro de votación ubicado sobre la Avenida Petapa, como cualquier votante.

Estacionó su vehículo, y acompañado de su familia cruzó la avenida para ingresar en el centro de votación. Al llegar, lo esperaban simpatizantes del Partido Vamos, familiares y periodistas.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Dio breves declaraciones, luego emitió su voto en menos de un minuto y mostró el dedo índice a los fotógrafos que esperaban captar la imagen del político.

Intentó retirarse del lugar, pero las cámaras y micrófonos volvieron a cercar su paso. Luego de varios minutos, y de responder todas las preguntas, buscó la salida, pero esta vez fueron simpatizantes y conocidos quienes impidieron su avance.

“‘Willy’, queremos tomarnos una fotografía con usted”; “Licenciado, nos regala una foto”; “‘Lic.’, una selfie…”, así eran los pedidos de hombres y mujeres al acercarse a Castillo Reyes.

Simpatizantes del Partido Vamos buscaron retratarse con Guillermo Castillo.

¿Cambiará su vida?

El domingo Guillermo Castillo no llevaba ningún guardaespalda. Así como llegó, solo con su esposa y su hija, así se marchó para viajar a Huehuetenango.

Aún cuando camina de regreso hacia su vehículo, todavía hay oportunidad para que responda algunas preguntas, mientras buscan cruzar la avenida.

¿Cambiará su vida a partir de que es vicepresidente electo y que el 14 de enero de 2020 asume el cargo?, es la interrogante.

“Cambiará para muchas acciones en las que nos tenemos que concentrar. Tenemos una gran fe en Dios en que se van a ganar las elecciones y que se van a ganar para responderle a la población con ese trabajo que han estado pidiendo…”, responde.

De acuerdo con Castillo, “el país no se la está pasando muy bien y hay muchas personas que tienen situaciones complicadas, pero es parte de nuestro compromiso, luchar por una Guatemala diferente, siempre lo prometimos”.

En la actualidad, Castillo vive cerca de la calzada Raúl Aguilar Batres, en la zona 11 capitalina, y asegura que no cambiará su lugar de residencia.

“Voy a seguir viviendo en el mismo lugar por la Aguilar Batres, no me cambio. Me gusta mi casa, es chiquita, pero cómoda”, resalta el vicepresidente electo.

¿Y su familia?

Los padres de Guillermo Castillo viven en Huehuetenango. Su papá es maestro jubilado y su mamá tiene una abarrotería.

“Son gente luchadora como todos los demás, que luchan todos los días por este gran país”, comenta.

Su familia más cercana ofrece dar todo su respaldo “incondicionalmente” a Castillo Reyes.

Su esposa, Ana Lisette Arriaga, labora en el Organismo Judicial y espera que la nueva responsabilidad de su esposo no cambie su rutina.

Su deseo es seguir trabajando en esa institución en la cual se desempeña desde hace 22 años.

“Solo somos los tres”, dice su hija Ana Lucía, de profesión abogada, al preguntarle cómo se compone el núcleo familiar.

Pronto el semáforo marcó rojo, el tráfico se detiene y la familia Castillo Arriaga aprovecha a cruzar la avenida, confiando en el triunfo que horas más tarde se confirmó y que de ahora en adelante, sin duda, cambiará sus vidas.

Te sugerimos leer: