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¿Hay indicios de una recesión económica en 2020?

Braulio Palacios
29 de septiembre, 2019

Las alarmas de una pronta recesión saltaron al momento en que la curva de rendimiento se invirtió. Pero ¿Qué es la curva de rendimiento? ¿Se avecina una recesión económica en 2020 para EE. UU.?

Hablamos con los expertos en economía y nos dijeron esto.

Las alarmas surgen de un “dato” que aunque millones de personas en el planeta desconocen, tras la presentación de una tesis doctoral en 1986, es vista de reojo por los economistas y expertos.

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Se trata del vínculo entre la inversión de la curva de rendimiento de los Bonos del Tesoro de EE. UU. con las recesiones que Campbell Harvey, profesor de Finanzas la Universidad de Duke, hizo en una investigación científica hace más de 30 años.

El modelo de Harvey se politizó, y a partir de entonces la relación entre la curva de rendimiento y la recesión, no se olvida.

En los últimos meses, se han publicado artículos sobre una posible recesión en 2020 relacionadas a la curva de rendimiento. Las opiniones van más allá de lo que dicen los economistas. Las casas de inversión también se suman a la “ola de predicciones”.

Guatemala no ha escapado a usar la interpretación de Harvey.

UFM Market Trends publicó en julio un artículo en donde se analizaron varios indicadores económicos adelantados que dan señales de una crisis económica en EE. UU. que afectaría a nivel mundial.

Daniel Fernández, director de UFM Market Trends anticipó que la próxima crisis en EE. UU. ocurrirá en algún momento, entre Enero de 2020 y Marzo de 2021.

Si bien Fernández en la publicación aborda diferentes variables, nos enfocaremos la pendiente o diferencial de la curva de rendimientos de EE. UU.

Este diferencial se obtiene del resultado de restar el rendimiento del bono soberano a 10 años menos el rendimiento del bono a tres meses. La rentabilidad de dichos pagos es lo que refleja la curva de rendimientos.

Históricamente en el caso de EE. UU. una vez que el diferencial se acerca demasiado a cero o negativo, una crisis ha tenido lugar en los siguientes 24 meses.

A continuación, se puede ver la curva (a julio) y a las dos crisis anteriores.

Imagen: trends.ufm.edu

“Estamos en una situación de cierto estrés en el que los bancos cortan el crédito y varias de las industrias vinculadas al crédito, empiezan a tener problemas”, señala el economista al indicar las posibilidades de una recesión mundial.

Pero la curva ya regresó a azul

La recesión de 2001 (boom de las puntocom), tardó nueve meses en aparecer desde que la curva de rendimientos entró en terreno negativo y solo cuatro meses desde que el diferencial volvió a terreno positivo.

La Gran Recesión de 2008/2009 tuvo lugar 23 meses después de que la curva marcara el rojo y seis meses después de que el diferencial volviera al azul.

Si los datos de las últimas recesiones se pueden extrapolar, y teniendo en cuenta solo este indicador, UFM Markets Trends anticipa que la próxima crisis en EE. UU., ocurrirá no antes de 6 meses y no más tarde de 20 meses.

No habrá recesión

Si bien el diferencial de la curva de rendimientos en E.E.U.U acumuló algunos meses en terreno negativo, ya ha regresado a números azules.

Paulo de León, director ejecutivo del Central American Business Intelligence (CABI), indica que si bien las alarmas iniciaron al momento en que la curva de rendimiento estuvo invertida por casi tres meses, al día de hoy se encuentra en una pendiente normal.

De León define la recesión per se, como dos trimestres consecutivos de contracción económica, por lo que la inversión en la curva de rendimiento no determina una recesión.

“Hay períodos en los que la curva se pone al revés: Se cae la demanda de crédito y por lo tanto la demanda de precios, y se predice una recesión. Éste fue el único indicador que tiró señal de recesión, pero estuvo invertida durante un tiempo relativamente corto y ahora regresó a su normalidad”

Paulo de León CABI

El economista expresa que si bien segeneraron alertas y hay una desaceleración económica en ciertosindicadores, existen otros que se deben tomar en cuenta antes de tirar alarmasde pánico.

Según de León, el mercado de valores por ejemplo es un indicador clave y ahora se encuentra en máximos históricos: los inversionistas están viendo el futuro y no están asustados.

Por su parte, CABI también cuenta con un modelo económico propio que evalúa datos semanales y anticipa comportamientos de mercado hasta ocho meses a futuro.

De León explica que si bien la Reserva Federal bajó las tasas de interés y hubo un indicador que saltó en su momento (la repo rate que es la tasa de liquidez de corto plazo mecanismo con que la reserva Federal incide en los mercados) la Bolsa de Valores no se cayó.

Recordemos que en año 2010 Obama cambió la regulación, con más restricciones al mercado de liquidez, muchos bancos grandes se retiraron, la liquidez cayó y se disparó el precio, por eso la reserva federal tiene que inyectar dinero: hoy los bancos grandes ya no pueden financiar a corto plazo.

La ley Dodd Frank en lugar de establecer límites duros, les da a los reguladores del mercado, la última palabra.

Sin embargo, De León considera que EE. UU. cuenta con mecanismos para estimular la economía y recordemos que en año electoral la importancia de una economía estable y sana es clave.

“La recesión es un promedio de sectores”, enfatiza De León, “hoy no tenemos sectores o estados que estén en contracción consecutiva, o en recesión por lo que las alarmas parecieran ser falsas”.

Por su parte Fernández señala que, si bien hay quienes ven un regreso a la “normalidad” en la curva de rendimiento, básicamente miran el diferencial entre dos años y 10 años.

“Es mucho más informativo el diferencial entre tres meses y 10 años. Basta decir que la mayor parte de investigación empírica muestra que es mucho mejor el de tres meses y 10 años”, comenta el también catedrático de la UFM.

Cuando e diferencial pasa de negativo a positivo es cuando “queda menos tiempo” para que aparezca la recesión. “Yo estaría más nervioso cuando la pendiente de la curva de rendimiento vuelva a ser positiva”, dijo e insistió que revisó el diferencial el pasado 27 de septiembre, y estaba en negativo.

Aquí podemos ver un gráfico que compara la evolución de la curva de rendimiento en las dos crisis anteriores y con la situación a julio de 2019.

Imagen: trends.ufm.edu

Otros indicadores a tomar en cuenta

Nicholas Virzi, Director Ejecutivo del Centro de Estudios Económico Sociales (CEES), consideró que si bien se puede avecinar una recesión en EE. UU., no cree que sea profunda y larga.

“Cualquier recesión, sea en EE. UU. la Unión Europea (UE) o China, tiene implicaciones globales. Casi directas. Incluso, no hace falta que sea en toda la UE, con Alemania es suficiente para tener problemas”, indica.

Para Virzi puntos a sumar al cuadro son la incertidumbre que genera el Brexit (salida del Reino Unido de la UE) y la Guerra Comercial entre EE. UU. y China.

“Muchos dicen que ya toca una recesión, se dice que en EE. UU. cada 10 años hay una recesión. En el año de 1971, 1981, 1991, 2001 y 2008/2009. Y desde entonces, ha existido una expansión de 121 meses. Son 10 años y quizás por eso el sentimiento de que ya toca”

Nicolás Virzi

Sin efectos en Guatemala

De León descarta totalmente la posibilidad de una recesión en EE. UU. que pueda afectar a Guatemala.

Sin embargo, expresó que si hay dos factores que inciden directamente en el comportamiento macroeconómico de nuestro país: La devaluación del peso mexicano y el precio de los commodities.

El peso mexicano está una baja histórica, al sernuestros vecinos más cercanos nosafecta directamente en temas de producción y salarios, puesto que para muchas empresas ubicarse al sur de México resulta más atractivo.

Esto sin mencionar el fuerte impacto del contrabando, al pelear directamente los productos mexicanos con los guatemaltecos en el mercado informal.

Por su parte el azúcar y el café han tenido un comportamiento históricamente a la baja por años consecutivos, lo cual debiera empujar a otras industrias a volverse competitivas y evitar un estancamiento económico que se rescate solamente con remesas.

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Hablamos con los expertos en economía y nos dijeron esto.

Las alarmas surgen de un “dato” que aunque millones de personas en el planeta desconocen, tras la presentación de una tesis doctoral en 1986, es vista de reojo por los economistas y expertos.

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Se trata del vínculo entre la inversión de la curva de rendimiento de los Bonos del Tesoro de EE. UU. con las recesiones que Campbell Harvey, profesor de Finanzas la Universidad de Duke, hizo en una investigación científica hace más de 30 años.

El modelo de Harvey se politizó, y a partir de entonces la relación entre la curva de rendimiento y la recesión, no se olvida.

En los últimos meses, se han publicado artículos sobre una posible recesión en 2020 relacionadas a la curva de rendimiento. Las opiniones van más allá de lo que dicen los economistas. Las casas de inversión también se suman a la “ola de predicciones”.

Guatemala no ha escapado a usar la interpretación de Harvey.

UFM Market Trends publicó en julio un artículo en donde se analizaron varios indicadores económicos adelantados que dan señales de una crisis económica en EE. UU. que afectaría a nivel mundial.

Daniel Fernández, director de UFM Market Trends anticipó que la próxima crisis en EE. UU. ocurrirá en algún momento, entre Enero de 2020 y Marzo de 2021.

Si bien Fernández en la publicación aborda diferentes variables, nos enfocaremos la pendiente o diferencial de la curva de rendimientos de EE. UU.

Este diferencial se obtiene del resultado de restar el rendimiento del bono soberano a 10 años menos el rendimiento del bono a tres meses. La rentabilidad de dichos pagos es lo que refleja la curva de rendimientos.

Históricamente en el caso de EE. UU. una vez que el diferencial se acerca demasiado a cero o negativo, una crisis ha tenido lugar en los siguientes 24 meses.

A continuación, se puede ver la curva (a julio) y a las dos crisis anteriores.

Imagen: trends.ufm.edu

“Estamos en una situación de cierto estrés en el que los bancos cortan el crédito y varias de las industrias vinculadas al crédito, empiezan a tener problemas”, señala el economista al indicar las posibilidades de una recesión mundial.

Pero la curva ya regresó a azul

La recesión de 2001 (boom de las puntocom), tardó nueve meses en aparecer desde que la curva de rendimientos entró en terreno negativo y solo cuatro meses desde que el diferencial volvió a terreno positivo.

La Gran Recesión de 2008/2009 tuvo lugar 23 meses después de que la curva marcara el rojo y seis meses después de que el diferencial volviera al azul.

Si los datos de las últimas recesiones se pueden extrapolar, y teniendo en cuenta solo este indicador, UFM Markets Trends anticipa que la próxima crisis en EE. UU., ocurrirá no antes de 6 meses y no más tarde de 20 meses.

No habrá recesión

Si bien el diferencial de la curva de rendimientos en E.E.U.U acumuló algunos meses en terreno negativo, ya ha regresado a números azules.

Paulo de León, director ejecutivo del Central American Business Intelligence (CABI), indica que si bien las alarmas iniciaron al momento en que la curva de rendimiento estuvo invertida por casi tres meses, al día de hoy se encuentra en una pendiente normal.

De León define la recesión per se, como dos trimestres consecutivos de contracción económica, por lo que la inversión en la curva de rendimiento no determina una recesión.

“Hay períodos en los que la curva se pone al revés: Se cae la demanda de crédito y por lo tanto la demanda de precios, y se predice una recesión. Éste fue el único indicador que tiró señal de recesión, pero estuvo invertida durante un tiempo relativamente corto y ahora regresó a su normalidad”

Paulo de León CABI

El economista expresa que si bien segeneraron alertas y hay una desaceleración económica en ciertosindicadores, existen otros que se deben tomar en cuenta antes de tirar alarmasde pánico.

Según de León, el mercado de valores por ejemplo es un indicador clave y ahora se encuentra en máximos históricos: los inversionistas están viendo el futuro y no están asustados.

Por su parte, CABI también cuenta con un modelo económico propio que evalúa datos semanales y anticipa comportamientos de mercado hasta ocho meses a futuro.

De León explica que si bien la Reserva Federal bajó las tasas de interés y hubo un indicador que saltó en su momento (la repo rate que es la tasa de liquidez de corto plazo mecanismo con que la reserva Federal incide en los mercados) la Bolsa de Valores no se cayó.

Recordemos que en año 2010 Obama cambió la regulación, con más restricciones al mercado de liquidez, muchos bancos grandes se retiraron, la liquidez cayó y se disparó el precio, por eso la reserva federal tiene que inyectar dinero: hoy los bancos grandes ya no pueden financiar a corto plazo.

La ley Dodd Frank en lugar de establecer límites duros, les da a los reguladores del mercado, la última palabra.

Sin embargo, De León considera que EE. UU. cuenta con mecanismos para estimular la economía y recordemos que en año electoral la importancia de una economía estable y sana es clave.

“La recesión es un promedio de sectores”, enfatiza De León, “hoy no tenemos sectores o estados que estén en contracción consecutiva, o en recesión por lo que las alarmas parecieran ser falsas”.

Por su parte Fernández señala que, si bien hay quienes ven un regreso a la “normalidad” en la curva de rendimiento, básicamente miran el diferencial entre dos años y 10 años.

“Es mucho más informativo el diferencial entre tres meses y 10 años. Basta decir que la mayor parte de investigación empírica muestra que es mucho mejor el de tres meses y 10 años”, comenta el también catedrático de la UFM.

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Aquí podemos ver un gráfico que compara la evolución de la curva de rendimiento en las dos crisis anteriores y con la situación a julio de 2019.

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“Cualquier recesión, sea en EE. UU. la Unión Europea (UE) o China, tiene implicaciones globales. Casi directas. Incluso, no hace falta que sea en toda la UE, con Alemania es suficiente para tener problemas”, indica.

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“Muchos dicen que ya toca una recesión, se dice que en EE. UU. cada 10 años hay una recesión. En el año de 1971, 1981, 1991, 2001 y 2008/2009. Y desde entonces, ha existido una expansión de 121 meses. Son 10 años y quizás por eso el sentimiento de que ya toca”

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Sin efectos en Guatemala

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Sin embargo, expresó que si hay dos factores que inciden directamente en el comportamiento macroeconómico de nuestro país: La devaluación del peso mexicano y el precio de los commodities.

El peso mexicano está una baja histórica, al sernuestros vecinos más cercanos nosafecta directamente en temas de producción y salarios, puesto que para muchas empresas ubicarse al sur de México resulta más atractivo.

Esto sin mencionar el fuerte impacto del contrabando, al pelear directamente los productos mexicanos con los guatemaltecos en el mercado informal.

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