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¡Ya basta de tanto conflicto!

Carolina Castellanos
04 de octubre, 2019


Terminó el proceso electoral y con eso pensé que se acabarían algunos de los pleitos y confrontaciones que marcaron este año y que ocasionaron que las alas de nuestro quetzal sigan atadas, impidiéndole que levante el vuelo.  Lamentablemente, no es así.

El peor de los problemas ha sido ocasionado por la ideologizada y “todo poderosa” corte de constitucionalidad.  No ha dado marcha atrás al amparo que causará la paralización del sistema de justicia en Guatemala. En 2014, la mencionada corte emitió una sentencia donde textualmente dice: “…deberán proceder a la juramentación de los magistrados electos de las Salas de la Corte de Apelaciones y otros Tribunales de igual categoría para que estos funcionarios ejerzan el mandato que de igual manera concluye el doce de octubre de 2019”.  Aparece el nombre de Gloria Porras con voto disidente, lo que confirma que tiene conocimiento de esta sentencia, que está firme. Ella sigue siendo parte integral de la llamada popularmente “trinca infernal” de la CC, quienes emitieron el amparo que anula todo el proceso de las comisiones de postulación. Si no dan marcha atrás, no tendremos magistrados electos y los actuales no pueden, por ley, seguir ejerciendo a partir del 13 de octubre.  ¿La CC desobedecerá a la CC?

Otro tema recurrente se llama Jordán Rodas.  Es de los peores funcionarios que hemos tenido en la era democrática, aunque es un atrevimiento decir esto porque seguramente usted, que amablemente lee este artículo, tendrá a varios en mente.  Su actuar ha sido desastroso. Se ha dedicado a viajar a lo grande, gastando los recursos de la institución que preside en quién sabe qué, pues aunque supongo que hay informes de sus viajes, los guatemaltecos no hemos percibido ningún beneficio. Muy por el contrario, este personaje apoyó la “marcha de la vulva” que insultó y denigró a la Virgen de Guadalupe.  Aunque usted no sea católico (yo sí lo soy), esto es un insulto a los valores más sagrados que todos tenemos. Rodas siempre está del lado de los que destruyen nuestro país; tal parece que solo quienes atacan, insultan, destruyen y violan principios, valores y leyes, tienen derechos humanos. 

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Me parece inaudito que haya personas, incluyendo funcionarios públicos, que se oponen a la formación de la comisión especial en el Congreso para investigar a la CICIG.  Empecemos por el hecho que el Gobierno de Guatemala dio dinero a la CICIG y esto es razón suficiente para fiscalizarla.. No causa sorpresa que, quienes se oponen, son los que se beneficiaron de las mieles del poder que les dio la CICIG: todos aquellos “chairos”, socialistas y vividores de la conflictividad que fueron favorecidos con la “bendición CICIG-iana”, pues se embriagaron del poder y de los beneficios que les otorgó el “santo” comisionado. Seguramente están aterrados de que aparezcan sus nombres por allí.

Ya iniciaron las audiencias en el caso del edificio de la zona 5, adquirido a la velocidad de un rayo por la prófuga ex fiscal.  Esto, junto con el excesivo abuso de los cinco carros blindados y 28 efectivos de seguridad cuidando a los hijos de esta ex funcionaria, nos tiene furiosos a todos. La autoproclamada “adalid en la lucha contra la corrupción” es acusada de diversos actos corruptos.  Esto no es nada comparado con quienes aún creen en ella y en su protector y mentor, el innombrable comisionado, más corrupto que la definición de esa palabra.

Y así continuamos en nuestra Guatemala, amarrando las alas del Quetzal y del quetzal, pues no volamos, y mucho menos libres, y con demasiados chapines sin trabajo y otros tantos en pobreza.  Ojalá todo esto sean estertores antes de la llegada al poder del Presidente electo, Dr. Alejandro Giammattei, aunque esté dando señales hacia todas direcciones. Deseamos que el camino que tome, ya con la banda presidencial en su pecho, sea el del progreso y el desarrollo, lo que implica poner un alto a tanto abuso.


¡Ya basta de tanto conflicto!

Carolina Castellanos
04 de octubre, 2019


Terminó el proceso electoral y con eso pensé que se acabarían algunos de los pleitos y confrontaciones que marcaron este año y que ocasionaron que las alas de nuestro quetzal sigan atadas, impidiéndole que levante el vuelo.  Lamentablemente, no es así.

El peor de los problemas ha sido ocasionado por la ideologizada y “todo poderosa” corte de constitucionalidad.  No ha dado marcha atrás al amparo que causará la paralización del sistema de justicia en Guatemala. En 2014, la mencionada corte emitió una sentencia donde textualmente dice: “…deberán proceder a la juramentación de los magistrados electos de las Salas de la Corte de Apelaciones y otros Tribunales de igual categoría para que estos funcionarios ejerzan el mandato que de igual manera concluye el doce de octubre de 2019”.  Aparece el nombre de Gloria Porras con voto disidente, lo que confirma que tiene conocimiento de esta sentencia, que está firme. Ella sigue siendo parte integral de la llamada popularmente “trinca infernal” de la CC, quienes emitieron el amparo que anula todo el proceso de las comisiones de postulación. Si no dan marcha atrás, no tendremos magistrados electos y los actuales no pueden, por ley, seguir ejerciendo a partir del 13 de octubre.  ¿La CC desobedecerá a la CC?

Otro tema recurrente se llama Jordán Rodas.  Es de los peores funcionarios que hemos tenido en la era democrática, aunque es un atrevimiento decir esto porque seguramente usted, que amablemente lee este artículo, tendrá a varios en mente.  Su actuar ha sido desastroso. Se ha dedicado a viajar a lo grande, gastando los recursos de la institución que preside en quién sabe qué, pues aunque supongo que hay informes de sus viajes, los guatemaltecos no hemos percibido ningún beneficio. Muy por el contrario, este personaje apoyó la “marcha de la vulva” que insultó y denigró a la Virgen de Guadalupe.  Aunque usted no sea católico (yo sí lo soy), esto es un insulto a los valores más sagrados que todos tenemos. Rodas siempre está del lado de los que destruyen nuestro país; tal parece que solo quienes atacan, insultan, destruyen y violan principios, valores y leyes, tienen derechos humanos. 

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Me parece inaudito que haya personas, incluyendo funcionarios públicos, que se oponen a la formación de la comisión especial en el Congreso para investigar a la CICIG.  Empecemos por el hecho que el Gobierno de Guatemala dio dinero a la CICIG y esto es razón suficiente para fiscalizarla.. No causa sorpresa que, quienes se oponen, son los que se beneficiaron de las mieles del poder que les dio la CICIG: todos aquellos “chairos”, socialistas y vividores de la conflictividad que fueron favorecidos con la “bendición CICIG-iana”, pues se embriagaron del poder y de los beneficios que les otorgó el “santo” comisionado. Seguramente están aterrados de que aparezcan sus nombres por allí.

Ya iniciaron las audiencias en el caso del edificio de la zona 5, adquirido a la velocidad de un rayo por la prófuga ex fiscal.  Esto, junto con el excesivo abuso de los cinco carros blindados y 28 efectivos de seguridad cuidando a los hijos de esta ex funcionaria, nos tiene furiosos a todos. La autoproclamada “adalid en la lucha contra la corrupción” es acusada de diversos actos corruptos.  Esto no es nada comparado con quienes aún creen en ella y en su protector y mentor, el innombrable comisionado, más corrupto que la definición de esa palabra.

Y así continuamos en nuestra Guatemala, amarrando las alas del Quetzal y del quetzal, pues no volamos, y mucho menos libres, y con demasiados chapines sin trabajo y otros tantos en pobreza.  Ojalá todo esto sean estertores antes de la llegada al poder del Presidente electo, Dr. Alejandro Giammattei, aunque esté dando señales hacia todas direcciones. Deseamos que el camino que tome, ya con la banda presidencial en su pecho, sea el del progreso y el desarrollo, lo que implica poner un alto a tanto abuso.