El Gobierno de Chile mantiene su apuesta por las Fuerzas Armadas para devolver el orden al país, alterado por violentos actos vandálicos. Dichos actos se multiplicaron este sábado por distintos puntos del territorio y que ya han causado tres muertos.
La militarización ha ido en aumento para tratar de controlar los desmanes violentos. Actos que derivó desde el pasado viernes la radicalización de la protesta ciudadana contra el alza del precio del metro.
Las fuerzas de seguridad se vieron sobrepasadas por la multitud de actos vandálicos. Las protestas estallaban en puntos diversos entre incendios en estaciones de metro, barricadas, e infinidad de saqueos en comercios, supermercados, bancos y hoteles.
Ello motivó el sábado la declaración de emergencia para confiar al Ejército el control de la situación en Santiago. Medida a la que el Gobierno sumó esta madrugada las regiones de Valparaíso, Concepción, las comunas de Coquimbo, La Serena y Rancagua.
Despliegue militar
En Santiago, esta madrugada se desplegaron mil 500 militares más, hasta un total de 9 mil 441. Todos destinados a controlar puntos estratégicos. Especialmente el suministro de agua, luz, y cada una de las 136 estaciones de metro.
Además, las autoridades militares a las que se les designó el mando decretaron el toque de queda en Santiago, Valparaíso y Concepción hasta las 07:00 hora local. Medida que no impidió que, aunque en menor medida, siguieran dándose saqueos en supermercados y centros comerciales.
Expansión de violencia
Los actos violentos se descontrolaron este sábado y se replicaron en varias regiones del país. En especial en las cuatro para las que rige para los próximos 15 días el estado de emergencia.
Las llamas prendían en supermercados, vehículos, autobuses e incluso iglesias en una vorágine violenta que parecía incontrolable y que ni siquiera el anuncio del presidente del país, Sebastián Piñera, de que paralizará la subida del billete del metro, logró calmar.
Problema de fondo
El descontento de parte de la sociedad por el sistema de pensiones chileno, administrado por empresas privadas, el costo de la salud, el deficiente sistema público de educación y los bajos sueldos en relación con el costo de la vida, emergió con las protestas por el precio del metro.
Transporte afectado
Tras el estallido de la violencia y por la afectación de muchas estaciones, el Metro de Santiago decretó el cierre de todas sus líneas. Este domingo la empresa de autobuses urbanos de la capital suspendió el servicio hasta las 07:30 hora local.
Además, se cancelaron al menos 42 vuelos con salida y llegada al Aeropuerto Internacional de Santiago.
Por otro lado, el paso fronterizo de Los Libertadores, principal vía terrestre entre Chile y Argentina y ubicado en Valparaíso, quedó cerrado tras comenzar el toque de queda en esa región.
El Gobierno de Chile mantiene su apuesta por las Fuerzas Armadas para devolver el orden al país, alterado por violentos actos vandálicos. Dichos actos se multiplicaron este sábado por distintos puntos del territorio y que ya han causado tres muertos.
La militarización ha ido en aumento para tratar de controlar los desmanes violentos. Actos que derivó desde el pasado viernes la radicalización de la protesta ciudadana contra el alza del precio del metro.
Las fuerzas de seguridad se vieron sobrepasadas por la multitud de actos vandálicos. Las protestas estallaban en puntos diversos entre incendios en estaciones de metro, barricadas, e infinidad de saqueos en comercios, supermercados, bancos y hoteles.
Ello motivó el sábado la declaración de emergencia para confiar al Ejército el control de la situación en Santiago. Medida a la que el Gobierno sumó esta madrugada las regiones de Valparaíso, Concepción, las comunas de Coquimbo, La Serena y Rancagua.
Despliegue militar
En Santiago, esta madrugada se desplegaron mil 500 militares más, hasta un total de 9 mil 441. Todos destinados a controlar puntos estratégicos. Especialmente el suministro de agua, luz, y cada una de las 136 estaciones de metro.
Además, las autoridades militares a las que se les designó el mando decretaron el toque de queda en Santiago, Valparaíso y Concepción hasta las 07:00 hora local. Medida que no impidió que, aunque en menor medida, siguieran dándose saqueos en supermercados y centros comerciales.
Expansión de violencia
Los actos violentos se descontrolaron este sábado y se replicaron en varias regiones del país. En especial en las cuatro para las que rige para los próximos 15 días el estado de emergencia.
Las llamas prendían en supermercados, vehículos, autobuses e incluso iglesias en una vorágine violenta que parecía incontrolable y que ni siquiera el anuncio del presidente del país, Sebastián Piñera, de que paralizará la subida del billete del metro, logró calmar.
Problema de fondo
El descontento de parte de la sociedad por el sistema de pensiones chileno, administrado por empresas privadas, el costo de la salud, el deficiente sistema público de educación y los bajos sueldos en relación con el costo de la vida, emergió con las protestas por el precio del metro.
Transporte afectado
Tras el estallido de la violencia y por la afectación de muchas estaciones, el Metro de Santiago decretó el cierre de todas sus líneas. Este domingo la empresa de autobuses urbanos de la capital suspendió el servicio hasta las 07:30 hora local.
Además, se cancelaron al menos 42 vuelos con salida y llegada al Aeropuerto Internacional de Santiago.
Por otro lado, el paso fronterizo de Los Libertadores, principal vía terrestre entre Chile y Argentina y ubicado en Valparaíso, quedó cerrado tras comenzar el toque de queda en esa región.