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El virus y los chairos

Carolina Castellanos
20 de marzo, 2020

La palabra virus significa veneno. Se le llama así a ciertas sustancias que tienen poder para causar enfermedades. No opueden vivir por sí solos; necesitan de células vivas para reproducirse. No se pueden ver a simple vista. Se requiere de un microscopio para  hacerlo.

Este “sistema de gobierno” socialista es exactamente igual a un virus:

  • Tiene un ilimitado poder de causar enfermedades pues el sistema de salud colapsa por la pésima administración y el robo abundante de quienes lo dirigen.
  • No puede vivir por sí solo. Necesita expropiar todo lo que puede porque no tiene capacidad de crear nada, de producir, distribuir, nada.
  • Necesita de los no-chairos para poder incrustarse en ellos bajo el poder del control casi absoluto sobre sus vidas.
  • No se pueden ver a simple vista pues les encanta vivir como capitalistas. Tienen buenos carros, buen vestuario, se codean con quienes odian (los empresarios) para estar “en todo”, y también con los funcionarios de gobierno (su competencia y a quienes sacarán de un plumazo al monento de llegar al poder).
  • Limita la libertad. Ahora tenemos un necesario cierre de fornteras para evitar la propagación del virus.  En el sistema chairo, solo basta ver la gran dificultad que tienen los venezolanos o los cubanos para salir de su país.
  • Lo más importante: el colapso económico. Indudablemente vemos venir una recesión a nivel mundial. La baja, y nula en muchos casos, actividad empresarial ya está generando pérdidas. Ojalá el desempleo no sea mayor, pero indudablemente lo habrá.  Los chairos, bueno, los meros socialisas, son expertos en esto. Los niveles de desempleo en los países antes mencionados, son demasiado elevados.
  • La consecuencia de la recesión económica, que irá acompañada de desempleo, es pobreza. En estos días en los que no hay chapines en la calle, pienso en las personas que viven de la venta del día, aquellas que venden tortillas, panes con frijoles o algún producto no esencial como un juguete.  
  • Al final de esta cadena queda la mala calidad del sistema de salud, de la educación y, lo peor, la desnutrición. Guatemala ha fracasado en estos tres temas, esenciales y fundamentales para el desarrollo. 

El miedo, la angustia y, sobre todo la incertidumbre, se han apoderado de nosotros.  En mayor o menor grado, todos lo sentimos. Estoy más que segura que saldremos adelante.  Lo hemos hecho antes a desastres naturales, a problemas económicos, a gobiernos corruptos y hasta la CICIG.  Aún falta mucho por construir. Esta es solo una piedra en el camino. Sigamos la cuarentena, trabajemos lo que nos sea posible desde nuestras casas, ayudemos a quienes podamos, no acaparemos productos para que siempre haya suficiente para todos y, cuando todo vuelva a la “normalidad”, trabajamos con todo para “levantar las alas hasta el cielo”.

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El virus y los chairos

Carolina Castellanos
20 de marzo, 2020

La palabra virus significa veneno. Se le llama así a ciertas sustancias que tienen poder para causar enfermedades. No opueden vivir por sí solos; necesitan de células vivas para reproducirse. No se pueden ver a simple vista. Se requiere de un microscopio para  hacerlo.

Este “sistema de gobierno” socialista es exactamente igual a un virus:

  • Tiene un ilimitado poder de causar enfermedades pues el sistema de salud colapsa por la pésima administración y el robo abundante de quienes lo dirigen.
  • No puede vivir por sí solo. Necesita expropiar todo lo que puede porque no tiene capacidad de crear nada, de producir, distribuir, nada.
  • Necesita de los no-chairos para poder incrustarse en ellos bajo el poder del control casi absoluto sobre sus vidas.
  • No se pueden ver a simple vista pues les encanta vivir como capitalistas. Tienen buenos carros, buen vestuario, se codean con quienes odian (los empresarios) para estar “en todo”, y también con los funcionarios de gobierno (su competencia y a quienes sacarán de un plumazo al monento de llegar al poder).
  • Limita la libertad. Ahora tenemos un necesario cierre de fornteras para evitar la propagación del virus.  En el sistema chairo, solo basta ver la gran dificultad que tienen los venezolanos o los cubanos para salir de su país.
  • Lo más importante: el colapso económico. Indudablemente vemos venir una recesión a nivel mundial. La baja, y nula en muchos casos, actividad empresarial ya está generando pérdidas. Ojalá el desempleo no sea mayor, pero indudablemente lo habrá.  Los chairos, bueno, los meros socialisas, son expertos en esto. Los niveles de desempleo en los países antes mencionados, son demasiado elevados.
  • La consecuencia de la recesión económica, que irá acompañada de desempleo, es pobreza. En estos días en los que no hay chapines en la calle, pienso en las personas que viven de la venta del día, aquellas que venden tortillas, panes con frijoles o algún producto no esencial como un juguete.  
  • Al final de esta cadena queda la mala calidad del sistema de salud, de la educación y, lo peor, la desnutrición. Guatemala ha fracasado en estos tres temas, esenciales y fundamentales para el desarrollo. 

El miedo, la angustia y, sobre todo la incertidumbre, se han apoderado de nosotros.  En mayor o menor grado, todos lo sentimos. Estoy más que segura que saldremos adelante.  Lo hemos hecho antes a desastres naturales, a problemas económicos, a gobiernos corruptos y hasta la CICIG.  Aún falta mucho por construir. Esta es solo una piedra en el camino. Sigamos la cuarentena, trabajemos lo que nos sea posible desde nuestras casas, ayudemos a quienes podamos, no acaparemos productos para que siempre haya suficiente para todos y, cuando todo vuelva a la “normalidad”, trabajamos con todo para “levantar las alas hasta el cielo”.

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