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El intento de Leonardo Brito de refutar a Ayn Rand, 2da parte

Warren Orbaugh
24 de marzo, 2020

Vimos en mi entrega anterior como Leonardo Brito quien escribe “Refutando a Ayn Rand: Una crítica liberal del objetivismo” intenta refutar a Rand.  Sus primeros tres juicios han mostrado ser un total fracaso en su proyecto.  

El primero por adjudicarse la calidad de hablar por todo liberal, calidad que no tiene.  Hay liberales que no comparten sus argumentos.  

El segundo por contradicción, al referirse en ocasiones al Objetivismo como pseudo-filosofía y luego como filosofía, sin aportar pruebas que sustenten sus juicios.  

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El tercero al afirmar que el subjetivismo de Mises es superior al objetivismo de Rand, evadiendo el hecho de que cuando Mises se refiere al valor subjetivo, escribe sobre la acción humana tal cual es y no sobre cómo debería ser y cuando Rand se refiere al valor objetivo escribe sobre cómo debería actuar el humano si desea florecer y vivir una vida plena como humano.  Son dos tópicos totalmente distintos. La de Mises es una teoría descriptiva, la de Rand es una teoría normativa. Además ambos coinciden en que es la persona o sujeto quien adjudica valor a una cosa por suponerla útil como medio para alcanzar un fin determinado. La diferencia reside en que mientras para la praxeología carece de importancia si lo que se valora en realidad sirve o no para el fin en cuestión, o en términos de Mises, si el valor de uso subjetivo coincide o no con el valor de uso objetivo, para la ética es esencial que lo que se valore sirva para el fin en cuestión, o en términos de Mises, que el valor de uso subjetivo coincida con el valor de uso objetivo, o en términos de Rand, que el juicio de valor sea objetivo, que en realidad identifique la capacidad del objeto en cuestión para alcanzar el fin propuesto, lo que Rand llama valor objetivo.  

El cuarto argumento de Brito consiste en afirmar que Rand se contradice en su posición metafísica al declararse materialista y basarse en una cosmovisión “agustiniana”: “cuya fundación es la idea de que a la par también existe el mundo inmaterial –al usar en su postulado algo completamente inmaterial (al utilizar el término “conceptos” y “abstracciones”)”.  Esta afirmación de Brito es totalmente falsa.  Rand jamás hizo tal declaración ni acepta el Objetivismo la dualidad platónica de San Agustín.  El Objetivismo se deriva del aristotelismo que tampoco acepta la concepción Platónica de que existe un mundo metafísico de las ideas.  Al igual que Aristóteles, Rand afirma que los conceptos o ideas son producto de la acción mental del hombre. Son clasificaciones mentales de existentes de acuerdo a menores diferencias y distinguidos de otros existentes con mayores diferencias según el criterio del denominador conceptual común, que se integran en una unidad mental.  Sin hombre que las piense no hay ideas. No existen como una realidad paralela aparte de la acción humana. El argumento de Brito es un claro caso de la falacia del hombre de paja.  

El quinto argumento de Brito reza así: “Otro problema que tiene Rand es el cómo demostrar a través del objetivismo que existen “principios universales” y cuáles la base para que estos existan, tal como las leyes de la lógica, una de las leyes de la lógica es el principio de identidad, esa es una verdad universal que postula que todo lo que vemos y todo lo que sabemos es lo que es y por ende no es algo más, por ejemplo: Yo soy to, tu eres tú y el agua es el agua.”  En realidad el problema es de Brito al suponer que se pueden “demostrar” las leyes de la lógica cuando son éstas la base de toda prueba.  La prueba es un silogismo, como advirtiera Aristóteles, y la conclusión se deriva de al menos una premisa universal. Como lo hizo ver Aristóteles el conocimiento empieza con verdades primeras, sin antecedente alguno.  Éstas son los axiomas. Un axioma es una proposición cuya verdad no puede probarse ni puede negarse, porque en el intento de negarla debe aceptarse. Usando el mismo ejemplo de Brito, no puede negarse la ley de identidad sin admitir la identidad de la negación.  Otro ejemplo, en este caso del postulado de la acción humana de Mises: no se puede negar que la acción humana es conducta deliberada que persigue un propósito porque el intento de negarla es exactamente una conducta deliberada que persigue un propósito. El axioma es una verdad evidente y omnipresente para todo aquel que esté consciente.  El quinto argumento de Brito es falso en dos aspectos: primero no es razonable exigir la “prueba” de un axioma; y segundo, el Objetivismo no pretende “demostrar” axiomas por ser esto un sinsentido epistemológico.

Hasta aquí hemos visto como Brito ha fracasado en su intento de refutar a Rand con sus primeros cinco argumentos.

Continuará.


El intento de Leonardo Brito de refutar a Ayn Rand, 2da parte

Warren Orbaugh
24 de marzo, 2020

Vimos en mi entrega anterior como Leonardo Brito quien escribe “Refutando a Ayn Rand: Una crítica liberal del objetivismo” intenta refutar a Rand.  Sus primeros tres juicios han mostrado ser un total fracaso en su proyecto.  

El primero por adjudicarse la calidad de hablar por todo liberal, calidad que no tiene.  Hay liberales que no comparten sus argumentos.  

El segundo por contradicción, al referirse en ocasiones al Objetivismo como pseudo-filosofía y luego como filosofía, sin aportar pruebas que sustenten sus juicios.  

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El tercero al afirmar que el subjetivismo de Mises es superior al objetivismo de Rand, evadiendo el hecho de que cuando Mises se refiere al valor subjetivo, escribe sobre la acción humana tal cual es y no sobre cómo debería ser y cuando Rand se refiere al valor objetivo escribe sobre cómo debería actuar el humano si desea florecer y vivir una vida plena como humano.  Son dos tópicos totalmente distintos. La de Mises es una teoría descriptiva, la de Rand es una teoría normativa. Además ambos coinciden en que es la persona o sujeto quien adjudica valor a una cosa por suponerla útil como medio para alcanzar un fin determinado. La diferencia reside en que mientras para la praxeología carece de importancia si lo que se valora en realidad sirve o no para el fin en cuestión, o en términos de Mises, si el valor de uso subjetivo coincide o no con el valor de uso objetivo, para la ética es esencial que lo que se valore sirva para el fin en cuestión, o en términos de Mises, que el valor de uso subjetivo coincida con el valor de uso objetivo, o en términos de Rand, que el juicio de valor sea objetivo, que en realidad identifique la capacidad del objeto en cuestión para alcanzar el fin propuesto, lo que Rand llama valor objetivo.  

El cuarto argumento de Brito consiste en afirmar que Rand se contradice en su posición metafísica al declararse materialista y basarse en una cosmovisión “agustiniana”: “cuya fundación es la idea de que a la par también existe el mundo inmaterial –al usar en su postulado algo completamente inmaterial (al utilizar el término “conceptos” y “abstracciones”)”.  Esta afirmación de Brito es totalmente falsa.  Rand jamás hizo tal declaración ni acepta el Objetivismo la dualidad platónica de San Agustín.  El Objetivismo se deriva del aristotelismo que tampoco acepta la concepción Platónica de que existe un mundo metafísico de las ideas.  Al igual que Aristóteles, Rand afirma que los conceptos o ideas son producto de la acción mental del hombre. Son clasificaciones mentales de existentes de acuerdo a menores diferencias y distinguidos de otros existentes con mayores diferencias según el criterio del denominador conceptual común, que se integran en una unidad mental.  Sin hombre que las piense no hay ideas. No existen como una realidad paralela aparte de la acción humana. El argumento de Brito es un claro caso de la falacia del hombre de paja.  

El quinto argumento de Brito reza así: “Otro problema que tiene Rand es el cómo demostrar a través del objetivismo que existen “principios universales” y cuáles la base para que estos existan, tal como las leyes de la lógica, una de las leyes de la lógica es el principio de identidad, esa es una verdad universal que postula que todo lo que vemos y todo lo que sabemos es lo que es y por ende no es algo más, por ejemplo: Yo soy to, tu eres tú y el agua es el agua.”  En realidad el problema es de Brito al suponer que se pueden “demostrar” las leyes de la lógica cuando son éstas la base de toda prueba.  La prueba es un silogismo, como advirtiera Aristóteles, y la conclusión se deriva de al menos una premisa universal. Como lo hizo ver Aristóteles el conocimiento empieza con verdades primeras, sin antecedente alguno.  Éstas son los axiomas. Un axioma es una proposición cuya verdad no puede probarse ni puede negarse, porque en el intento de negarla debe aceptarse. Usando el mismo ejemplo de Brito, no puede negarse la ley de identidad sin admitir la identidad de la negación.  Otro ejemplo, en este caso del postulado de la acción humana de Mises: no se puede negar que la acción humana es conducta deliberada que persigue un propósito porque el intento de negarla es exactamente una conducta deliberada que persigue un propósito. El axioma es una verdad evidente y omnipresente para todo aquel que esté consciente.  El quinto argumento de Brito es falso en dos aspectos: primero no es razonable exigir la “prueba” de un axioma; y segundo, el Objetivismo no pretende “demostrar” axiomas por ser esto un sinsentido epistemológico.

Hasta aquí hemos visto como Brito ha fracasado en su intento de refutar a Rand con sus primeros cinco argumentos.

Continuará.