“Como paramédico nunca había vivido una emergencia como la del coronavirus. La única similitud tal vez son las tragedias del Cambray y la del Volcán de Fuego porque también nos alejaron de nuestras familias”, comenta Carlos Ramiro Sánchez Pérez, paramédico de la Cruz Roja Guatemalteca.
Recuerda que cuando empezó a ejercer como paramédico le costaba estar lejos de sus seres queridos, pero en esas tragedias concluyó que su profesión es servir en cualquier momento y circunstancia.
“Ahora tengo claro que mi motivación es ayudar a la población y apoyar a los que se encuentren en riesgo (…) Llevo 15 días de turno por la emergencia, no he visitado a mis familiares”, dice Sánchez, mientras observa su celular. La acción la hace de manera constante porque espera a sus compañeros que regresarán de un traslado de pacientes del Hospital de Villa Nueva al Parque de la Industria.
La preocupación de Carlos es porque una vez ingrese la ambulancia con sus tres compañeros a las instalaciones de la Cruz Roja, debe activar el protocolo de protección, pues el equipo trasladó a un paciente con coronavirus y deben de descontaminarse ellos y el equipo que utilizaron para evitar cualquier contagio.
Traslado de pacientes
Sánchez es socorrista desde el 2013, desde aprendió la importancia de seguir los protocolos. Lo menciona porque recordó que durante la segunda semana de marzo trasladaron a un paciente del Aeropuerto Internacional la Aurora al Hospital de Villa Nueva, en ese momento ya habían activas alertar por el Covid-19.
“Recuerdo que nos llamaron para atender la emergencia pasada las 23 horas. Se trataba del primer caso positivo de coronavirus, pero hasta ese momento no lo sabíamos (…) no nos alarmó tanto, sin embargo, cumplimos con todos los protocolos de seguridad”, afirma Carlos.
Explica que al llegar al aeropuerto se bajó el socorrista que iba en la parte de atrás de la ambulancia para subir al paciente, quien iba consciente. Al estar dentro del vehículo a la persona le tomaron los signos vitales y la temperatura.
Cuenta que después de trasladar al sospechoso de coronavirus hacia el Hospital de Villa Nueva para las pruebas, retornaron a la sede de la Cruz Roja Guatemalteca e hicieron todo el proceso de desinfección para evitar cualquier contagio. Al siguiente día les informan que el caso dio positivo.
“Al siguiente día confirmaron que el paciente era positivo para Covid-19. En ese momento nos miramos entre los compañeros y simultáneamente comentamos: ‘qué bueno que cumplimos con todos los protocolos”, comenta Sánchez.
Enfatiza que seguir los protocolos es lo “más importante” porque si cometen un error pueden adquirir el virus. Parte del protocolo es desinfectar todo el equipo, una de las fases más complicadas.
Manifiesta que lo difícil en la emergencia es que pelean con algo que no puede ver, eso complica la situación y los obliga a realizar todo los protocolos con el mayor detalle.
“Es más delicado porque no solo es mi salud sino la de toda la población”, explica el entrevistado.
El protocolo de seguridad
El paramédico explica que el protocolo de seguridad antes de salir al traslado implica colocarse su traje de protección, los guantes, mascarilla, botas y lentes.
Añade que al llegar al lugar con el paciente, una persona es la única que se debe bajar para atenderlo. Al estar en la ambulancia se le debe tomar los signos vitales y temperatura. Luego se entrega al hospital que recibirá al paciente.
Al regresar del traslado los tres paramédicos deben ser desinfectados, es decir, se les rocía solución de cloro al 0.5, luego deben depositar la ropa en bolsa rojas y de inmediato bañarse.
Afirmó que hasta el viernes todo el equipo de la Cruz Roja había trasladado a 28 personas con Covid, situación que les preocupa pues es una señal que los casos podrían incrementarse.
“Me preocupa esta situación (…) por eso instó a que la población se quédese en casa. No sabemos cómo avanzará la pandemia. Intuyo que va para largo, yo se lo dije a mi familia que tuviera paciencia porque no les veré durante mucho tiempo, pero saben que los amo”, concluyó Carlos.
“Como paramédico nunca había vivido una emergencia como la del coronavirus. La única similitud tal vez son las tragedias del Cambray y la del Volcán de Fuego porque también nos alejaron de nuestras familias”, comenta Carlos Ramiro Sánchez Pérez, paramédico de la Cruz Roja Guatemalteca.
Recuerda que cuando empezó a ejercer como paramédico le costaba estar lejos de sus seres queridos, pero en esas tragedias concluyó que su profesión es servir en cualquier momento y circunstancia.
“Ahora tengo claro que mi motivación es ayudar a la población y apoyar a los que se encuentren en riesgo (…) Llevo 15 días de turno por la emergencia, no he visitado a mis familiares”, dice Sánchez, mientras observa su celular. La acción la hace de manera constante porque espera a sus compañeros que regresarán de un traslado de pacientes del Hospital de Villa Nueva al Parque de la Industria.
La preocupación de Carlos es porque una vez ingrese la ambulancia con sus tres compañeros a las instalaciones de la Cruz Roja, debe activar el protocolo de protección, pues el equipo trasladó a un paciente con coronavirus y deben de descontaminarse ellos y el equipo que utilizaron para evitar cualquier contagio.
Traslado de pacientes
Sánchez es socorrista desde el 2013, desde aprendió la importancia de seguir los protocolos. Lo menciona porque recordó que durante la segunda semana de marzo trasladaron a un paciente del Aeropuerto Internacional la Aurora al Hospital de Villa Nueva, en ese momento ya habían activas alertar por el Covid-19.
“Recuerdo que nos llamaron para atender la emergencia pasada las 23 horas. Se trataba del primer caso positivo de coronavirus, pero hasta ese momento no lo sabíamos (…) no nos alarmó tanto, sin embargo, cumplimos con todos los protocolos de seguridad”, afirma Carlos.
Explica que al llegar al aeropuerto se bajó el socorrista que iba en la parte de atrás de la ambulancia para subir al paciente, quien iba consciente. Al estar dentro del vehículo a la persona le tomaron los signos vitales y la temperatura.
Cuenta que después de trasladar al sospechoso de coronavirus hacia el Hospital de Villa Nueva para las pruebas, retornaron a la sede de la Cruz Roja Guatemalteca e hicieron todo el proceso de desinfección para evitar cualquier contagio. Al siguiente día les informan que el caso dio positivo.
“Al siguiente día confirmaron que el paciente era positivo para Covid-19. En ese momento nos miramos entre los compañeros y simultáneamente comentamos: ‘qué bueno que cumplimos con todos los protocolos”, comenta Sánchez.
Enfatiza que seguir los protocolos es lo “más importante” porque si cometen un error pueden adquirir el virus. Parte del protocolo es desinfectar todo el equipo, una de las fases más complicadas.
Manifiesta que lo difícil en la emergencia es que pelean con algo que no puede ver, eso complica la situación y los obliga a realizar todo los protocolos con el mayor detalle.
“Es más delicado porque no solo es mi salud sino la de toda la población”, explica el entrevistado.
El protocolo de seguridad
El paramédico explica que el protocolo de seguridad antes de salir al traslado implica colocarse su traje de protección, los guantes, mascarilla, botas y lentes.
Añade que al llegar al lugar con el paciente, una persona es la única que se debe bajar para atenderlo. Al estar en la ambulancia se le debe tomar los signos vitales y temperatura. Luego se entrega al hospital que recibirá al paciente.
Al regresar del traslado los tres paramédicos deben ser desinfectados, es decir, se les rocía solución de cloro al 0.5, luego deben depositar la ropa en bolsa rojas y de inmediato bañarse.
Afirmó que hasta el viernes todo el equipo de la Cruz Roja había trasladado a 28 personas con Covid, situación que les preocupa pues es una señal que los casos podrían incrementarse.
“Me preocupa esta situación (…) por eso instó a que la población se quédese en casa. No sabemos cómo avanzará la pandemia. Intuyo que va para largo, yo se lo dije a mi familia que tuviera paciencia porque no les veré durante mucho tiempo, pero saben que los amo”, concluyó Carlos.