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Economía no generará Q50 mil millones en la emergencia, según analistas

Luis Gonzalez
19 de abril, 2020

La economía de Guatemala dejará de generar unos Q50 mil millones durante la emergencia del coronavirus Covid-19, estiman economistas.

En marzo se dejó de facturar un 20 por ciento y en abril será un 40 por ciento menos, considera Paulo De León, director de Inteligencia Económica y Financiera de Central American Business Intelligence (CABI).

Al final de esta crisis y si la situación no empeora, De León señala que las medidas de confinamiento y otras restricciones, costarán unos US$6 mil 600 millones. Se estima que el PIB anual de Guatemala se traduce en US$100 mil millones.

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“Es algo realmente espantoso, muy fuerte que se traduce en menos ingresos para los empleados, a tiendas de barrios, supermercados y restaurante, en fin, a todo el mundo.

Esta situación también afectará al fisco que dejará de percibir más impuestos.

Además, el valor patrimonial de las empresas se deteriorará hasta diez veces más de lo que se dejará de facturar, subraya el economista.

“Este es el costo económico y financiero de la pandemia”, subraya De León, quien se muestra preocupado por el impacto negativo sobre la economía del país.

Este escenario de los costos de la emergencia en la economía de Guatemala fue analizado durante el webinar “Qué opciones tenemos y cuánto cuestan”, promovido por República.gt. En este conversatorio participación Enrique Montano, presidente de la Comisión de Economía del Congreso de la República, el economista Paulo de León y el analista Rodolfo Mendoza.

La respuesta del gobierno a la emergencia

Paulo De León también se refiere a la respuesta que ha dado el gobierno a la crisis económica.

Considera que la estrategia para garantizar la salud de los guatemaltecos es acertada, y se espera que también lo sean las medidas para reactivar la economía.

Por el momento el gobierno destinó 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para apoyar a los sectores más afectados, lo que se considera “demasiado poco para los estragos” que se ven venir.

De León cita por ejemplo el apoyo de los gobiernos de otras naciones.

  • Chile 9 por ciento del PIB
  • Perú 12 por ciento
  • Estados Unidos 50 por ciento (inyección monetaria y fiscal)

Pese a las adversidades, De León ve algunas señales favorables en el entorno externo. En el caso de Guatemala no existe desabastecimiento, el problema es la falta de venta porque las personas no consumen porque no salen.

Paulo De León reconoce que el sistema financiero opera sin inconvenientes en todos sus servicios. No hay falta de dinero en efectivo y sus plataformas tecnológicas respondieron a la alta demanda.

El fuerte impacto en la economía

Pero el impacto económico fuerte está por venir. Estados Unidos, el socio más importante de Guatemala ya lo está percibiendo. Su actividad económica retrocedió un 29 por ciento, algo histórico para esa nación.

“Salvaguardar la salud tiene un alto costo económico, es algo gigantesco. Tengo la impresión que ni siquiera hemos empezado sentirlo, estamos pendientes del número de contagiados, pero cuando empecemos a ver los estados financieros de las empresas a finales de abril, habrá más voces pidiendo que la economía empiece a funcionar“, opina De León.

Este será el momento clave, explica De León, porque se espera una respuesta estratégica del Gobierno de Alejandro Giammattei, tal como ocurrió con el tema de salud.

“Esto será como un cambio de primera a segunda cuando el Presidente tiene que meter el cloch y cambiar la velocidad. Tiene que ser estratégico, así como fue muy bueno anticipándose a la emergencia de salud. Necesitamos empezar a manejar las expectativas económicas, sino la frustración será muy fuerte y el tema social preocupante”, subraya el economista.

La crisis es la oportunidad

Paulo De León señala que Guatemala tiene una oportunidad en esta crisis para reformar el Estado de manera que la economía crezca a un ritmo más acelerado.

Insiste que destinar un 2 por ciento del PIB para enfrentar la crisis “es demasiado poco”, pero sino viene más apoyo, entonces el Congreso debe agilizar la aprobación de leyes que apoyen el desarrollo económico.

También los magistrados de la Corte de Constitucionalidad tienen un papel importante porque con sus decisiones pueden apoyar o golpear más la economía.

Cita por ejemplo su última resolución que le quitó dos fines de semana largo al turismo, “dándole la espalda” a un sector “destrozado” en esta crisis.

En estos momentos considera que urge contar con una Ley de Trabajo de Tiempo Parcial que la Corte de Constitucionalidad botó.

También urge la apertura de la Mina San Rafael que aporta un 1 por ciento al PIB del país y genera desarrollo en toda la zona de Santa Rosa.

Asimismo, es prioridad agilizar la devolución del crédito fiscal y atrasar el pago de impuestos para apoyar a las empresas.

“Sino desarrollamos un nuevo modelo de desarrollo económico que permita mayor crecimiento, se perderá otra oportunidad para Guatemala”, concluye Paulo De León.


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Economía no generará Q50 mil millones en la emergencia, según analistas

Luis Gonzalez
19 de abril, 2020

La economía de Guatemala dejará de generar unos Q50 mil millones durante la emergencia del coronavirus Covid-19, estiman economistas.

En marzo se dejó de facturar un 20 por ciento y en abril será un 40 por ciento menos, considera Paulo De León, director de Inteligencia Económica y Financiera de Central American Business Intelligence (CABI).

Al final de esta crisis y si la situación no empeora, De León señala que las medidas de confinamiento y otras restricciones, costarán unos US$6 mil 600 millones. Se estima que el PIB anual de Guatemala se traduce en US$100 mil millones.

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“Es algo realmente espantoso, muy fuerte que se traduce en menos ingresos para los empleados, a tiendas de barrios, supermercados y restaurante, en fin, a todo el mundo.

Esta situación también afectará al fisco que dejará de percibir más impuestos.

Además, el valor patrimonial de las empresas se deteriorará hasta diez veces más de lo que se dejará de facturar, subraya el economista.

“Este es el costo económico y financiero de la pandemia”, subraya De León, quien se muestra preocupado por el impacto negativo sobre la economía del país.

Este escenario de los costos de la emergencia en la economía de Guatemala fue analizado durante el webinar “Qué opciones tenemos y cuánto cuestan”, promovido por República.gt. En este conversatorio participación Enrique Montano, presidente de la Comisión de Economía del Congreso de la República, el economista Paulo de León y el analista Rodolfo Mendoza.

La respuesta del gobierno a la emergencia

Paulo De León también se refiere a la respuesta que ha dado el gobierno a la crisis económica.

Considera que la estrategia para garantizar la salud de los guatemaltecos es acertada, y se espera que también lo sean las medidas para reactivar la economía.

Por el momento el gobierno destinó 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), para apoyar a los sectores más afectados, lo que se considera “demasiado poco para los estragos” que se ven venir.

De León cita por ejemplo el apoyo de los gobiernos de otras naciones.

  • Chile 9 por ciento del PIB
  • Perú 12 por ciento
  • Estados Unidos 50 por ciento (inyección monetaria y fiscal)

Pese a las adversidades, De León ve algunas señales favorables en el entorno externo. En el caso de Guatemala no existe desabastecimiento, el problema es la falta de venta porque las personas no consumen porque no salen.

Paulo De León reconoce que el sistema financiero opera sin inconvenientes en todos sus servicios. No hay falta de dinero en efectivo y sus plataformas tecnológicas respondieron a la alta demanda.

El fuerte impacto en la economía

Pero el impacto económico fuerte está por venir. Estados Unidos, el socio más importante de Guatemala ya lo está percibiendo. Su actividad económica retrocedió un 29 por ciento, algo histórico para esa nación.

“Salvaguardar la salud tiene un alto costo económico, es algo gigantesco. Tengo la impresión que ni siquiera hemos empezado sentirlo, estamos pendientes del número de contagiados, pero cuando empecemos a ver los estados financieros de las empresas a finales de abril, habrá más voces pidiendo que la economía empiece a funcionar“, opina De León.

Este será el momento clave, explica De León, porque se espera una respuesta estratégica del Gobierno de Alejandro Giammattei, tal como ocurrió con el tema de salud.

“Esto será como un cambio de primera a segunda cuando el Presidente tiene que meter el cloch y cambiar la velocidad. Tiene que ser estratégico, así como fue muy bueno anticipándose a la emergencia de salud. Necesitamos empezar a manejar las expectativas económicas, sino la frustración será muy fuerte y el tema social preocupante”, subraya el economista.

La crisis es la oportunidad

Paulo De León señala que Guatemala tiene una oportunidad en esta crisis para reformar el Estado de manera que la economía crezca a un ritmo más acelerado.

Insiste que destinar un 2 por ciento del PIB para enfrentar la crisis “es demasiado poco”, pero sino viene más apoyo, entonces el Congreso debe agilizar la aprobación de leyes que apoyen el desarrollo económico.

También los magistrados de la Corte de Constitucionalidad tienen un papel importante porque con sus decisiones pueden apoyar o golpear más la economía.

Cita por ejemplo su última resolución que le quitó dos fines de semana largo al turismo, “dándole la espalda” a un sector “destrozado” en esta crisis.

En estos momentos considera que urge contar con una Ley de Trabajo de Tiempo Parcial que la Corte de Constitucionalidad botó.

También urge la apertura de la Mina San Rafael que aporta un 1 por ciento al PIB del país y genera desarrollo en toda la zona de Santa Rosa.

Asimismo, es prioridad agilizar la devolución del crédito fiscal y atrasar el pago de impuestos para apoyar a las empresas.

“Sino desarrollamos un nuevo modelo de desarrollo económico que permita mayor crecimiento, se perderá otra oportunidad para Guatemala”, concluye Paulo De León.