En este 31 de mayo estaremos cumpliendo 35 años desde que se promulgó nuestra Constitución Política de la República de Guatemala. Una fecha en la que vale la pena recordar lo importante que es la defensa de la Constitucional.

Como presidente del Centro para la Defensa de la Constitución (Cedecon), aproveho esta fecha para recordar que la esencia de la Constitucion es poner un límite al poder.

Un límite al poder ya sea del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para que no se ejercite el poder en forma arbitraria en detrimento de los ciudadanos.

Pero también es muy importante que no exista abuso de poder por parte de ningún juez en el ámbito constitucional. Los jueces en el ámbito del derecho constitucional tienen una tarea muy importante y es la de interpretar corectamente la Constitución.

Sin sesgos ideológicos, con aplicación de métodos científicos, sin interponer primero sus intereses o simpatías personales. Porque en el momento que en un sistema democrático falla la interpretación de la Constitución y no se defienden correctamente los fines, valores, principios y textos de la Constitución, el intérprete o juez constitucional, puede poner en riesgo toda la institucionalidad democrática de un país, la cual es fundamental para vivir en un estado de derecho y una cultura de Derechos Humanos.

Sin respeto a la Constitución no es posible una institucionalidad democrática, sin respeto a la Constitución no es posible una cultura de Derechos Humanos.

Es por ello, en estos 35 años también vale la pena reflexionar que uno de los poderes de nuestra República, el poder Judicial, se encuentra prorrogado en forma irregular, más allá de lo que establece como límite nuestra Constitución.

Debieron de haber finalizado ya su función y la siguen ejerciendo y han existido resoluciones en donde sin establecer mecanismos al tenor de lo que dice la Constitución y al tenor de lo que dicen las leyes vigentes, nos tienen en una incertidumbre y a las puertas posiblemente de una crisis constitucional.

Ya que hemos visto que ese proceso, que se manejó fuera de los plazos constitucionales está siendo investigado de posibles manipulaciones por parte del Ministerio Público y, de una manera incomprensible, el máximo tribunal constitucional ha avalado fases anteriores a la elaboración de esas nóminas, de posibles magistrados, sin que el Ministerio Público haya finalizado sus investigaciones.

El llamado que quiero hacer es a todos los ciudadanos de la importancia que tiene defender el orden constitucional. Todos los poderes tienen límites, el Ejecutivo, Legislativo y el Judicial.

También tiene límites la Corte de Constitucionalidad, que está llamada a defender nuestra Constitución, a defender el orden constitucional y no a reformar, modificar o actualizar, sin permiso de la ciudadanía, nuestro texto constitucional.

Así que, en estos 35 años, debemos como ciudadanos, estar más atentos y más alertas de la importancia de la defensa del orden constitucional.